Propone pagarle sólo a acreedores de menos de 30 mil dólares, pero no define qué hará con el 99,35% de la deuda. Además, sería jurídicamente inviable.
( Por Raúl Dellatorre/ Página 12/ Motor Económico) En un nuevo intento de resolver la convocatoria de acreedores a su favor, Vicentin SAIC ofreció pagar el total de la deuda a los acreedores por entrega de granos con créditos hasta 30 mil dólares. Se trata de 791 acreedores pequeños, según fuentes judiciales, que en conjunto sumarían una acreencia de 9,8 millones de dólares. «Es una jugada demagógica tratando de dividir a los pequeños acreedores de los medianos y grandes, para sumar votos en la asamblea de acreedores, pero la propuesta no tiene ningún sustento jurídico», advirtió Gustavo Feldman, representante legal de acreedores comerciales de la provincia de Santa Fe en el concurso. La firma cerealera que se declaró en cesación de pagos en diciembre de 2019 y se presentó a concurso dos meses después, transita los tramos finales hacia una definición de la convocatoria, sin que hasta ahora hiubiese presentado una solución que genere alguna expectativa aue pueda evitar la quiebra.
Ni siquiera la tan mentada asociación entre tres grandes grupos cerealeros para hacerse cargo de Vicentin llegó a plasmarse en una propuesta concreta. Se trataba de un eventual acuerdo entre Viterra (subsidiaria del grupo suizo Glencore), Molinos Río de la Plata (en manos del grupo Pérez Companc) y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA, entidad vinculada a uno de los miembros de la Mesa de Enlace, Coninagro). Estas tres empresas formularon una propuesta de salida en conjunto ante el juez del concurso Fabián Lorenzini, algunos grupos de acreedores e incluso mantuvieron encuentros con los sindicatos de la actividad, pero no llegaron a formalizar una oferta. Los trascendidos indican que habría ofrecido un arreglo contemplando una fuerte quita sobre la deuda (del 70 por ciento) y el pago del resto en cuotas durante más de una década sin intereses. Pero nunca quedó claro si se comprometían a aportar capital propio o esperaban pagar con el mismo resultado del negocio de Vicentin, bajo su propia gestión, más la venta de algunos activos. Es decir, un camino que no estaba exento de un posible desguace de la estructura productiva. Se entiende por qué nunca llegó ni siquiera a quedar plasmada por escrito.
La nueva y sorprendente iniciativa de los directivos y accionistas de Vicentin de cancelar el 100 por ciento de la deuda con 791 acreedores, diferenciándolos del resto, podría suponer la intención de sumar sus votos a algún otro acuerdo que se pudiera estar haciendo, de forma reservada, con las tres cerealeras mencionadas (que también son acreedores) más algún otro grupo de acreedores agrícolas vinculados a ellas. Por lo pronto, está probado el estrecho vínculo entre la conducción del trío Glencore-Molinos-ACA con la actual dirección de la cerealera de la familia Vicentin. De hecho, esas tres empresas son las que han mantenido el mayor grado de participación en los negocios del consorcio Vicentin desde que entró en concurso de acreedores, lo cual no impidió la continuidad de sus actividades.
La nueva y sorprendente iniciativa de los directivos y accionistas de Vicentin de cancelar el 100 por ciento de la deuda con 791 acreedores, diferenciándolos del resto, podría suponer la intención de sumar sus votos a algún otro acuerdo que se pudiera estar haciendo, de forma reservada, con las tres cerealeras mencionadas (que también son acreedores) más algún otro grupo de acreedores agrícolas vinculados a ellas.
Otro grupo importante de acreedores está conformado por los bancos extranjeros, que no sólo no participaron de aquel entente tripartito de empresas para garantizarse el control de las plantas, sino que además han encabezado una denuncia penal por el delito de estafa contra los directivos y accionistas de Vicentin ante un juzgado de Rosario. El otro acreedor principal es el Banco Nación, que obviamente no participa de ninguno de estos intentos de acuerdos.
Mientras algunos consideran que la propuesta para los pequeños productores granarios «mejora la oferta» hacia los acreedores, otros, como el abogado Gustavo Feldman, la consideran como un simple manotazo para tratar de evitar «el inexorable avance de la causa penal» contra directivos y accionistas. «Es una propuesta ridícula, sólo alcanza al 0,65, menos del uno por ciento, del pasivo total de la empresa; pero, además, no tiene ninguna posibilidad de prosperar por falta de andamiaje jurídico. En el derecho comercial argentino no existe posibilidad de discriminar por montos entre los acreedores; hay acreedores privilegiados, pero por su condición cualitativa, no cuantitativa. La propuesta es inviable», opinó.