Estados Unidos puede mostrar más disciplina con respecto al gasto público, ya que la fortaleza de su moneda y los excesos de las erogaciones pospandemia están alimentando la inflación global, dijo este 8 de febrero la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
Elgasto público estadounidense en el tercer trimestre de 2023 ascendió a 10.000 millones de dólares, o el 36% del producto interno bruto, según datos de la gubernamental Oficina de Análisis Económico.
«El cambio en [la fortaleza del]dólar coloca a Estados Unidos en una posición privilegiada», dijo Georgieva en un debate sobre la economía global organizado por el Washington Post.
«Además de eso, Estados Unidos tiene mercados de capitales muy amplios. Eso hace que sea muy atractivo para otros traer su dinero aquí. Siendo este el caso, es importante que Estados Unidos también sea disciplinado fiscalmente«, dijo Georgieva.
El Índice Dólar, que rastrea la fortaleza del dólar estadounidense frente a otras seis importantes monedas, alcanzó a fines 2023 máximos que no se registraban desde hace 20 años y ha vuelto a tener una tendencia alcista desde principios de 2024.
Los economistas dicen que un dólar fuerte a menudo deprime el crecimiento del comercio mundial, haciendo al resto del mundo más pobre y menos capaz de participar en el comercio.
Como moneda de reserva mundial y con mayor poder adquisitivo, la apreciación del dólar hace que los países que tienen deuda denominada en dólares sean menos solventes, lo que complica su compra de moneda estadounidense para gestionar sus deudas, dijo Hannah Baldwin, directora de investigación de la Bolsa Mercantil de Chicago.
Las investigaciones del FMI muestran que en las economías de mercados emergentes, una apreciación del 10% del dólar reduce la producción económica en un 1,9% y el arrastre persiste durante dos años y medio.
En cambio, los efectos negativos en las economías avanzadas son considerablemente menores: alcanzan un máximo del 0,6% después de un trimestre y desaparecen en gran medida en un año.
Georgieva dijo que la intensificación del gasto aprobado por Washington tras las medidas frente al COVID-19 no solo ayudó a la recuperación de la economía estadounidense, sino también del mundo.
«Debo decir que cuando Estados Unidos gastó dinero en los últimos años para impulsar el crecimiento y la demanda (…) no solo se ayudó a sí mismo; ayudó al resto del mundo, que necesitaba urgentemente más crecimiento», dijo la gerenta del FMI.
«Pero como en todas partes, cuando analizamos el gasto público de Estados Unidos [ahora], pensamos que hay espacio en Estados Unidos para eliminar algunas de las lagunas jurídicas (…) hay espacio para que Estados Unidos piense en cómo se puede hacer el gasto público con más disciplina», agregó.
El gasto público estadounidense en el tercer trimestre de 2023 ascendió a 10.000 millones de dólares, o el 36% del producto interno bruto, según datos de la gubernamental Oficina de Análisis Económico.
El gasto público es uno de los principales temas de conversación en las elecciones presidenciales previstas para noviembre y las encuestas sugieren que los votantes cada vez más creen que un mayor gasto federal está contribuyendo directamente a la inflación.
Sputnik