(Por Estefanía Cendón) Segunda parte de la entrevista a Miguel Ángel Tudino, presidente del astillero Tandanor. El rol del Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF) para la industria naval, la construcción del buque polar, decisiones estratégicas para la soberanía argentina y los proyectos en actual desarrollo: construcción de patrulleras marítimas y la puesta en valor de la Base Naval Puerto Belgrano.
El ingeniero destacó la creación del FONDEF en 2020 orientado a fortalecer y financiar el proceso de reequipamiento de las Fuerzas Armadas. Asimismo, especificó: “También es relevante la continuidad que le está dando el ministro de Defensa, Jorge Taiana, a la disponibilidad de los recursos del FONDEF para los proyectos que presentó la Armada. A nosotros nos permitió desarrollar la idea de construcción de un Buque Polar, cuyo proyecto definitivo estará en 12 meses, en conjunto con la empresa finlandesa Aker Arctic”.
El Astillero Tandanor desarrolla la ingeniería básica y el plan de construcción del buque polar, una embarcación diseñada con el objetivo de “mejorar, optimizar y abaratar la Campaña Antártica”, según consignó Tudino. “La principal virtud del buque polar será eminentemente logística: lleva muchos más contenedores, litros de gasoil, de agua, etcétera”, expresó acerca de la embarcación que brindará apoyo logístico al rompehielos ARA Almirante Irízar.
Quien preside el Astillero Tandanor también se refirió al rechazo a la posibilidad de construcción de dos patrulleras oceánicas (OPV) en el país durante la gestión macrista: “Cuando se compraron las cuatro OPV de la Armada Argentina (Patrullero Oceánico Multipropósito o, en inglés, Offshore Patrol Vessel) la empresa que las construyó, Naval Group, de origen estatal francés, tuvo la voluntad de construir dos de esas cuatro OPV en Tandanor, pero a las autoridades de turno durante el gobierno anterior no les interesó”.
“Hubiera sido un impacto extraordinario de casi 170 millones de euros. Fue realmente una lástima no haberlo hecho en Tandanor”, confirmó Tudino. “Nosotros pensamos que cuando uno define este tipo de evaluación económica tiene que ver cómo va a impactar construir en Argentina: pagarle a mano de obra local, no sacar dólares al exterior y desarrollar a toda la comunidad de la industria naval, de talleres navales, suministros y proveedores”, detalló acerca de este tipo de decisiones estratégicas y su posible alcance.
Al cierre de la entrevista, quien conduce la actual gestión de Tandanor mencionó el trabajo que realizan de forma conjunta con el Astillero Río Santiago para la construcción de patrulleras marítimas en el país. “Nos hemos planteado mejorar la estructura de la Base Naval Puerto Belgrano porque tiene la capacidad de trabajar sobre buques que no pueden ingresar por su tamaño aquí en Tandanor. Recuperar esa base es importantísimo para la industria naval. Por ejemplo, es el único lugar donde puede ingresar el Rompehielos Irízar”, describió.
MOTOR ECONÓMICO: ¿Cuáles son los desafíos más importantes para la gestión actual de Tandanor tomando en consideración los proyectos discontinuados por el macrismo?
Miguel Ángel Tudino: Es importante destacar la sanción de la Ley del Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF) a partir de la presentación de Agustín Rossi, en su momento como diputado y luego como ministro. También es relevante la continuidad que le está dando el ministro de Defensa Taiana a la disponibilidad de los fondos del FONDEF para los proyectos que presentó la Armada y que están vinculados con la modernización de su equipamiento y de su fuerza. A nosotros nos permitió desarrollar la idea de construcción de un Buque Polar, cuyo proyecto definitivo estará en 12 meses. Lo estamos desarrollando en conjunto con la empresa finlandesa Aker Arctic.
ME: ¿Qué función desempeña un Buque Polar?
MAT: Hay dos conceptos que es importante distinguir: uno es el buque rompehielos y el otro es el buque polar. En el caso de nuestro rompehielos Almirante Irízar, éste cuenta con una gran capacidad para navegar en hielo y también estaba preparado para grandes trabajos de investigación y desarrollo. Su arquitectura naval permitía grandes laboratorios y espacio para el equipo científico, entre otras características.
Como contrapartida, el Irízar no es bueno para ejecutar la logística de suministros para las bases navales permanentes de la Antártida debido a que le falta espacio y capacidad para llevar contenedores, litros de gasolina, etcétera.
ME: ¿El Buque Polar actuaría como un complemento, en tal caso?
MAT: Sí. El Rompehielos Irízar siempre va acompañado de una serie de buques que, si bien no son polares, van detrás del Irizar que iba abriendo camino, pero no era lógico. Es así como para mejorar, optimizar y abaratar la Campaña Antártica vamos a construir un buque polar.
El buque polar, si bien tiene alguna capacidad de un rompehielos, su principal virtud es ser eminentemente logístico: lleva muchos más contenedores, litros de gasoil, de agua, etcétera.
ME: ¿Cuál es el aporte de Tandanor a la soberanía naval argentina?
MAT: Es impotente reflexionar ya que cuando se compraron las cuatro OPV de la Armada Argentina (Patrullero Oceánico Multipropósito o, en inglés, Offshore Patrol Vessel) la empresa que las construyó, Naval Group, de origen estatal francés, tuvo la voluntad de construir dos de esas cuatro OPV en Tandanor, pero a las autoridades de turno durante el gobierno anterior no les interesó. Se rechazó la posibilidad de construir aquí y se aceptó la construcción de las cuatro en Francia. Una ya estaba construida, la primera, y tres más fueron construidas en Francia. La última OPV llegó a inicios de junio al país.
ME: ¿Cuál fue el argumento del macrismo para que no se construyan las OPV en el país?
MAT: El argumento fue que no le cerraban los números. Realmente nosotros pensamos que cuando uno define este tipo de evaluación económica tiene que ver cómo va a impactar construir en Argentina: pagarle a mano de obra local, no sacar dólares al exterior y desarrollar a toda la comunidad de la industria naval, de talleres navales, suministros, proveedores. Hubiera sido un impacto extraordinario de casi 170 millones de euros. Fue realmente una lástima no haberlo hecho en Tandanor.
ME: ¿Actualmente existen proyectos similares con la posibilidad de ser ejecutados por Tandanor?
MAT: Ahora estamos apoyando y atendiendo una demanda similar de la Prefectura Naval Argentina. Trabajamos con el Ministerio de Seguridad para que las patrulleras marítimas que quieren construir se puedan hacer en parte aquí en la Argentina. En este caso trabajamos de forma conjunta con el Astillero Río Santiago, con quien venimos construyendo una compuerta para el dique de la Base Naval Puerto Belgrano.
Nos hemos planteado mejorar la estructura de la Base Naval Puerto Belgrano porque tiene la capacidad de trabajar sobre buques que no pueden ingresar por su tamaño aquí en Tandanor. Recuperar esa base es importantísimo para la industria naval, por ejemplo, es el único lugar donde puede ingresar el Rompehielos Irízar. Vamos a construirle nuevas instalaciones eléctricas, una nueva grúa en sociedad con IMPSA (antes Pescarmona y ahora una empresa de mayoría estatal en sus acciones, como Tandanor).