Edición n° 2938 . 07/12/2024

Quién es Gabriel Rubinstein, el nuevo viceministro de Massa

Su carrera en el sector privado, las cargos públicos que tuvo y las acusaciones de corrupción a Néstor y Cristina Kirchner.


Gabriel Rubinstein
 asumirá finalmente como secretario de Programación Económica, convirtiéndose así en el viceministro de Sergio Massa. Su nombre había sido confirmado desde las filas del massismo el pasado 5 de agosto, pero luego de que se viralizaran sus tuits en contra la vicepresidenta Cristina Fernández Kirchner, a quien acusó de corrupta en reiterados posteos, la designación había quedado en suspenso. Ahora fue el propio Massa el encargado de confirmarlo y atribuyó la demora a que Rubinstein tuvo que resolver un tema familiar y disolver responsabilidades contractuales incompatibles con la opinión pública. 

Igual, por las dudas, Rubinstein ensayó una especie de autocrítica en Twitter al agradecer que lo hayan elegido para ocupar el cargo. “Quiero destacar además la amplitud del gobierno de incorporarme al equipo a pesar de comentarios agraviantes de mi parte en redes sociales que no correspondía efectuar”, afirmó.

La designación de Rubistein es clave no solo porque será viceministro sino porque el ministro no es economista. Por lo tanto, quien comandará el barco en las cuestiones más técnicas se supone que será este economista egresado de la Universidad de Buenos Aires, quien desde 2006 dirige la consultora GRA, especializada en economía y finanzas. Antes de eso ocupó la coordinación general de la consultora de Miguel Ángel Broda, un economista ortodoxo que también ha sido muy crítico del kirchnerismo.

Su paso por la función pública

Rubinstein también fue asesor de la Secretaría de Finanzas que comandaba Guillermo Nielsen entre 2002 y 2003 y formó parte del grupo encargado de negociar con el Fondo Monetario Internacional y con los acreedores privados luego del default de 2001. En 2004 se desempeñó como director Ejecutivo de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y en 2005 fue representante del ministro de Economía Roberto Lavagna ante el Banco Central.

Lo llamativo de su ingreso a la gestión pública en junio de 2002, fue que en aquel entonces también había criticado con dureza al gobierno de Eduardo Duhalde del que luego terminó formando parte. “Duhalde es como Galtieri… Tras el fin noble de crear una alianza entre el trabajo y la producción, nos embarcamos en una estrategia sumamente improvisada, sin los conductores idóneos, que está produciendo un tendal de víctimas, riqueza perdida monumental y una enorme angustia y desorden colectivo”, aseguró un mes antes de desembarcar como asesor de Nielsen en Finanzas.

Críticas al kirchnerismo, dolarización e hiperinflación

No obstante, ahora, con las redes sociales quedó un poco más en evidencia, pues este domingo muchos estaban recordando un viejo tuit suyo de septiembre de 2014 cuando puso que “sumarse al kirchnerismo para mí sería como decir `soy un idiota´. Pero vivan Néstor y Cristina carajo!!!”.

«La corrupción es un tema endémico, que tuvo un salto muy alto con Menem y uno aún mucho más alto con Néstor y Cristina. Y si hubo/hay corrupción con Macri o Larreta (no me consta pero no la descarto) no hay que dejarlo pasar», dice otra de sus publicaciones, en diciembre de 2021.

Rubinstein fue un ferviente defensor de la dolarización, a tal punto que en 1999 llegó a escribir el libro «Dolarización, Argentina en la Aldea Global». Sin embargo, al ser consultado en marzo por el diario Clarín sostuvo que «eso tenía sentido en ese momento y de esa forma». «Ahora para dolarizar tenés que tener reservas, algo que hoy no hay», agregó. En los 90 también instaló la idea de extraterritorializar la banca; es decir, de que todos los bancos que operen en el país se sustraigan de la ley argentina, transformándose en entidades offshore.

En el último tiempo formuló una serie de escenarios alarmistas para la argentina. La última vez fue en un artículo publicado en la Revista Noticias donde le asignó una probabilidad del 30% a un escenario de hiperinflación. Aseguró que eso significaría tres meses de inflación en torno al 20 por ciento mensual y luego vendría un plan de estabilización. “Muy probablemente con un gobierno nuevo, ya que el actual se vería arrasado por la crisis (incluso con la renuncia del presidente)”.  En el mismo artículo, escrito durante los primeros días de Silvina Batakis en el Ministerio, presentaba una Escenario base con algunas mejoras, al que le asignaba un 40% de posibilidades, y un Escenario con «Plan de Estabilización, posiblemente exitoso», también con un 30%.

En sus siguientes contactos con el periodismo, mostró una mirada contenidamente más optimista en relación al por entonces más que probable desembarco de Sergio Massa en el Ministerio de Economía.