Edición n° 2939 . 08/12/2024

¿Qué está viendo Milei?

(Opinión Raúl Hutin. Secretario de la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN)).

Algunos ciudadanos imbuidos por una profunda incertidumbre (exactamente el 42,1% de la población) como la que reina estos días plantean que el futuro es totalmente incierto (25,4% directamente pesimista), en la que no se puede saber que va a pasar la semana que viene gracias al caos económico, político y social al que estamos siendo sometidos por el actual gobierno.

Los pequeños y medianos empresarios (PYMES) reunidos en la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN), tal vez con más osadía y sin contar con la bola de cristal, podemos hablar de futuro. De lo que podemos esperar aquellos que componemos la vieja clase media, de la suerte que le espera a la mayoría de los trabajadores de nuestro país, a los jubilados, a los pensionados. En definitiva, a todos aquellos que no somos parte de circulo áulico que forma el 5% o el 6% del total de ciudadanos.

Agosto, tal como lo venimos anunciando, muestra valores francamente preocupantes. El consumo se viene cayendo a pedazos: en los 11 primeros días perdió el 18%, pero en los segundos 11 días perdió el 27,6%. Esto muestra a las claras un deterioro creciente al borde del NO consumo y tiene una explicación: si la gente tuvo que invertir lo poco que gana en tarifas locas, en aumentos de transporte, de medicamentos, de alquileres, etc. ¿Cómo podemos pretender que le alcance para compras esenciales? Menos aún para bienes manufacturados.

Por eso la caída es brutal e inédita. No recordamos dentro de la democracia una caída del consumo de esta magnitud. Tampoco, con tan magros resultados, por el esfuerzo que está haciendo la inmensa mayoría de la sociedad. Hoy de las 16 cadenas de valor que mide el INDEC solo se salva de la debacle una, el campo, y por ahora ya que los números también se les dieron vuelta en virtud de la caída de los precios de los granos (24%) y de la subida de la inflación interna (87%). Para mencionar algunos datos: la industria automotriz está trabajando al 39% de capacidad instalada, la del tabaco al 35%, la del caucho al 39,4%, los editores o impresores al 41.3% o los textiles al 43,9%.

La pobreza aumento en los últimos ocho meses un 10% en forma no homogénea: si bien en promedio es del 56% de la población, en el conurbano se eleva a 62%. Lo mismo pasa con la indigencia (aquellos que no llegan a la provisión de la canasta alimentaria) el promedio es del 22% mientras que en el conurbano se eleva al 25%. Si estos números nos suenan catastróficos, tenemos la obligación de mirar que está pasando en el interior del Chaco o de Tucumán para comprender el deterioro que se está produciendo en la Argentina profunda.

El cierre de las 10.000 pymes en el primer semestre, la pérdida de 250.000 puestos de trabajo ya quedó sepultado con el paso del mes de julio y agosto. La realidad viene superando todo tipo de relato. Todo tipo de cuento de la buena pipa que nos quieren vender a través de los medios hegemónicos: si comieron milanesa con agua, si renuncia la diputada o la echan, si aparece el diputado libertario prófugo. Pamplinas. El segundo semestre será mucho peor que el primero. Mentira. Mentira es el crecimiento en V, como es mentira la no emisión, como es mentira la inflación cero, a tal punto que este mes volverá a marcar una vez más 4%, o sea el 60% anual, una de las inflaciones más altas del mundo con un pueblo hambreado, la industria destruida y el país parado.

El Sr. Presidente, maestro de la economía, ¿podría explicar a los que tal vez entendemos poco, como hizo para levantar la deuda externa en más de 81.397 millones de dólares en su corto mandato? ¿También sería más que interesante que nos cuente a donde fueron a parar? Con la misma vocación de servicio que muestra hasta el presente quisiéramos saber los PYMES como se haría frente a las obligaciones externas del corriente año más la del 2.025 que suman en total casi 33.600 millones de dólares si el BCRA esta 6.100 millones en rojo. Para completar el análisis y tener mayor cantidad de elementos para sacar conclusiones valederas de nuestro futuro transitando este camino, agreguemos que, las empresas internacionales de calificación de crédito consideran que la situación financiera de la Argentina se encuentra en un punto crítico para poder cumplir con sus obligaciones de deuda.

Ya ni las grandes empresas pueden mostrar balances positivos (Arcor, Molinos Rio de la Plata), empresas extranjeras radicadas en el país por décadas se fueron o se están retirando (Procter &Gamble, Makro) y otras ocho más. Unas 60 grandes empresas están echando personal o suspendiendo sin fecha cierta y ¿estamos tratando de ofrecerle a través del RIGI hasta lo que no tenemos al capital extranjero corporativo para que venga a invertir en nuestro país? Repasemos por un momento la experiencia de La Forestal: empresa inglesa instalada en el norte de la provincia de Santa Fe y el sur del Chaco en la primera mitad de siglo XX destinada a la explotación del quebracho y del tanino (de hecho llego a ser la mayor productora del mundo de ese elemento). El Gobierno le dio el RIGI de la época y ¿Cuál fue el resultado para el país?: agotaron los bosques de quebracho, se terminó el tanino, la zona quedo desierta, el país no recaudo nada y murieron por la explotación de los trabajadores 600 obreros.

El panorama es catastrófico, lo que implica un esfuerzo muchísimo mayor de los que entendemos que hay otro camino posible y este es el de la PRODUCCION, EL TRABAJO Y LA SOBERANIA. Lo demás es politiquería barata que nunca condujo a otra cosa más que al estado de calamidad en que nos encontramos. Tenemos propuestas concretas para salir de este desastre. Solo se necesita la fuerza política necesaria para ponerlas en práctica.