( Por Daniel Moreira ) Pasó el Dia del/la Empresario/a Nacional sin que el Gobierno Nacional hiciera una sola mención al mismo. No nos sorprende que haya sido así ya que en campaña electoral no sólo no nos mencionó nunca, sino que cuando asumió se dedicó (y se dedica) a la destrucción sistemática del aparato productivo nacional.
Hubo expresiones de los distintos espacios pymes: desde una juntada en las puertas de la Rosada hasta un encuentro en una metalúrgica del conurbano sur con espacios productivos diversos, independientes, cooperativas, etc.
Entre los varios reclamos que se hicieron hay dos en particular en los que me gustaría detenerme. Uno fue el pedido de declaración de Emergencia Productiva y otro de Crisis Productiva.
Entendemos que no estamos en emergencia productiva, lo que hoy nos pasa al entramado productivo es que estamos en crisis. Y la diferencia es muy clara, citando la etimología de las palabras surge que: Emergencia está definida como Acción de emerger/ Accidente que sobreviene.
Y la definición de Crisis es, cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o situación / Intensificación brusca de los síntomas de una enfermedad.
En una emergencia debemos pedir por paliativos para emerger, para hacer lo posible para que el accidente que sobreviene no suceda o amortiguarlo.
Pero en la crisis lo que debemos hacer es intervenir activamente contra el cambio profundo al que nos está llevando este gobierno nacional que, desde hace meses, viene intensificando los síntomas del parate productivo.
Y la intervención activa se tiene que dar en encuentros de actores productivos en los cuales no sólo expresemos nuestros problemas y necesidades, sino que debe surgir de estos elaborar y ejecutar un plan de acción para la recuperación del entramado productivo con todos los medios democráticos a nuestro alcance. Después discutamos cómo lo eficientizamos, cuáles son las prioridades, cómo se implementa y otros puntos. Eso lo sabemos hacer muy bien ya que somos los/las que le ponemos el cuerpo y la mente todos los días para que funcionen nuestras empresas, cualquiera sea la figura legal que nos contenga.
En este punto es muy claro que la alianza estratégica para la elaboración y ejecución del plan de acción es con los/as trabajadores/as y es fundamental porque a todos/as nos va la vida en esta defensa.
Defendemos nuestras unidades productivas, nuestro derecho a trabajar, nuestro derecho a llevar la comida a nuestros/as hijos/as con la dignidad que nos da este trabajo, nuestro derecho a tener una justicia social ya que producimos lo que consumimos y finalmente nuestro derecho a una patria para todes.
