Edición n° 2952 . 21/12/2024

Protocolo para conspirar

Por Alejandro Marcó del Pont 

Junta de lobos, muerte de ovejas

Hubo un tiempo en el que los hombres y mujeres de ciencia eran condenados por simple hecho de formular teorías que chocaban con el credo establecido. Para evitarlo, se crearon algunos grupos de científicos clandestinos, que trabajaban ocultos para preservarse, quizás por eso atrajeron las denuncias de conspiradores. De esto han pasado siglos, pero estas suspicacias han seguido expandiéndose astutamente hasta nuestros días, especialmente desde que internet irrumpiese en nuestras vidas. Conspiraciones se han descartado muchas y otras confabulaciones no se conocen, por lo tanto, no se las combaten.

En la actualidad el establishment mundial ha triunfado en su relato para exhibir lo que quiere tanto como para ocultar lo que le conviene. En este juego ha logrado que gran parte de los hechos incontrastables se pongan en duda (voladura Nord Stream, por ejemplo). Si lo irrebatible es cuestionable, lo sospechoso pasa a ser aceptable, lo que convierte lo dudoso es un activo apropiado por el relato de los poderosos. Lo que se pretende en el Foro de Davos, y sobre todo en club de Bilderberg, no se conoce, por lo tanto no se puede combatir.   

Como no estás invitado, no importa qué periódicos leas, ni qué noticieros mires o escuches, ni qué redes sociales sigas: no tendrás conocimiento de ningún reporte sobre esta cumbre, todos están prohibidosEl Grupo Bilderberg, quizás la organización secreta más controvertida del mundo con líderes políticos mundiales, CEO de corporaciones como Microsoft y Google, banqueros,  el secretario general de la OTAN, directivos de la CIA y del M16, hasta el centenario Henry Kissinger, se reunieron en Portugal entre el 18 y el 21 de mayo, en la 69º reunión del Club Bilderberg, selecto grupo fundado por David Rockefeller en 1954. Eminentemente elitista, más aún que el Foro Económico Mundial de Davos, con quienes tiene invitados en común, Bilderberg planifica los lineamientos políticos y económicos que habrán de instrumentarse en buena parte del planeta, en medio de un llamativo silencio mediático. 

Los encuentros, según algunos, sirven a la élite de Occidente para coordinar sus acciones estratégicas, así como también para diseñar las narrativas con las que las mismas serán presentadas y legitimadas ante el público. El grupo tiene un poder genuino que supera por mucho al Foro Económico Mundial. La idea es mucho más inteligente que una conspiración, esto es, moldear la forma en que la gente piensa, de modo que parezca que no hay alternativa a lo que está sucediendo, pero como se conoce poco o nada de esta treta, es imposible de combatir, y se puede poner en el top de la conspiración o de la ciencia ficción, cualquiera puede imaginar lo que quiera.

En principio, deberíamos desentrañar la relación entre El Foro Económico Mundial de Davos y el Club Bilderberg, y cuando aclaremos su vínculo revelaremos la idea que los une: la gobernanza global y, por ende, ¿cómo afrontar problemas mundiales?, dificultades comunes necesitan soluciones mundiales con políticas globales. Debes ser lo mismo las políticas implementadas en Mozambique para sus problemas que las de Brasil, y no porque ambas naciones hablen portugués   

El Foro de Davos ha servido durante más de 50 años como plataforma global donde líderes de empresas, gobiernos, organizaciones internacionales y el mundo académico se reúnen para abordar y dialogar acerca de cuestiones críticas dentro de los desafíos actuales, pero debemos ubicarlos en el contexto de la transformación cada vez más rápida del mundo en el que vivimos. Guerra de Ucrania, crisis energéticas y alimentarias, economía de alta inflación, bajo crecimiento y alta deuda, la infraestructura y la cadena de suministros, obstáculos de la industria, tecnologías para la innovación, vulnerabilidades sociales (flexibilización laboral), riesgos geopolíticos (China), metaverso, en una aldea de colaboración global. Lo mismo se debate, al parecer, en el Club Bilderberg.

Davos es más amplio y más difundido; van unas 2.700 personas, entre jefes de Estado y de gobierno, CEO de grandes corporaciones, líderes de la sociedad civil, medios de comunicación globales y líderes de África, Asia, Europa, Medio Oriente, América Latina y América del Norte. Pero al Foro lo forman 1000 corporaciones y empresas, entre ellas, las que organizan el evento, que son 200 conocidas como socios industriales, siendo tan solo 100 y solo 100 selectas corporaciones los socios estratégicos, las corporaciones encargadas de marcar los objetivos anuales y generales para las 1000 restantes.

La función de ambas organizaciones es prácticamente la misma: unificar objetivos políticos, repartirse el mercado, organizar los cárteles mundiales y potenciar sus monopolios en sinergia. Lo interesante es que también los miembros de ambas se repiten insistentemente. Según el escrito “Relación entre el Foro de Davos y Bilderberg”, que muestra una lista por orden alfabético de los participantes (está en el mismo link), se han detectado que de 200 socios industriales de Davos, al menos 97 son miembros del Club Bilderberg y de 100 socios estratégicos; 48 también son miembros del Club Bilderberg.

Si bien los dos son lo mismo, al parecer Davos comunica los lineamientos generales que posteriormente unas 300 personar afianzarán en el Club Bilderberg y guiarán al mundo en esa dirección. ¿Cuáles son los lineamientos o los objetivos que se persigue? La respuesta es más simple de lo que se cree. «La cuarta revolución industrial”(en el link está el libro completo) y “Covid-19 el Gran Reinicio”, son libros escrito por Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial. Y en ellos se encuentra la idea central. La primera orientación acerca de los objetivos a imponer sería: ¿qué tipo de capitalismo queremos? 

En términos generales, tenemos tres modelos para elegir. El primero es el “capitalismo de accionistas”, adoptado por la mayoría de las corporaciones occidentales, que sostiene que el objetivo principal de una corporación debe ser maximizar sus ganancias. El segundo modelo es el “capitalismo de Estado”, que confía al gobierno la tarea de establecer la dirección de la economía, como en China. El tercer modelo es el que el Foro de Davos cree es el más recomendable, el “capitalismo de partes interesadas”, un modelo que se propuso por primera vez hace medio siglo, y que posiciona a las corporaciones privadas como fideicomisarios de la sociedad y es claramente la mejor respuesta a los desafíos sociales y ambientales de hoy.

Nunca se dice explícitamente que la lucha es entre China u Occidente, sino que se plantea en términos de sistemas económicos, afirmando que el capitalismo de las partes interesadas ganará a ambos lados. «El Gran Reinicio» se pondría como el comienzo del cambio hacia el Capitalismo de las Partes Interesadas, y un esfuerzo concentrado para ganar la cuarta revolución industrial, de modo que Occidente sea competitivo con China. Una y otra vez, las multitudes de Davos y Bilderberg hablan sobre inteligencia artificial, biología sintética, preparación para una pandemia, competencia con China: «El gran reinicio» es destruir los límites que impiden que Occidente sea competitivo.

Hay temas que se están llevando a cabo, no se está discutiendo, avanzan con una lógica y metódico ordenamiento, nada de lo que sucede es al azar. Entre estos métodos que se ha puesto en marcha se encuentra la biometría, una tecnología basada en las mediciones de ciertos parámetros físicos o de comportamientos, que se almacenan en algoritmos encriptados. Estos parámetros son denominados datos biométricos y son los datos personales relativos a las características únicas del ser humano, sean físicas, fisiológicas o asociadas al comportamiento, que faciliten y garanticen la identificación de un individuo (persona física), mediante sistemas o procedimientos tecnológicos que pueden ser: huellas dactilares, la voz, los patrones faciales o la retina.

Un sensor de huella digital (también conocido sensor de huella dactilar, lector de huella dactilar o sensor biométrico) es un dispositivo que es capaz de leer, guardar e identificar las huellas dactilares en una base de datos, esto ya está en teléfonos móviles sobre todo. El reconocimiento faciales la identificación automática de un rostro humano, para confirmar la identidad de determinada persona. Se toma como base la imagen o vídeo de su faz que ha sido registrada bajo códigos matemáticos.

Un ejemplo destacado es el programa de distribución de alimentos en campos de refugiados en países como Kenia y Uganda, donde se han utilizado datos biométricos, como huellas dactilares o escaneo de iris, para verificar la identidad de los beneficiarios. El acceso al agua, en algunos proyectos en África, han utilizado tecnologías biométricas para gestionar el suministro del vital líquido en áreas rurales o en comunidades con acceso limitado a recursos hídricos. Estos sistemas pueden utilizar huellas dactilares o tarjetas biométricas para identificar a los usuarios y controlar su acceso al agua potable. La promoción de premios y castigos según comportamiento, el acceso a créditos social, son algunos de los logros que esta tecnología están alcanzando.

El uso de los datos biométricos en el control de migración, a través de los actuales pasaportes biométricos es otro ejemplo. Las personas que huyen de su lugar de origen y buscan en otro país el reconocimiento de medidas de protección que les permitan rehacer sus vidas, pueden rastrearse con esta tecnología. Con algo de razón se podría creer que, ante las amenazas a la vida o la libertad que sufren las personas refugiadas necesitarían el derecho a la protección de sus datos, que, de hecho, es una gran discusión. Ya se quiso implementar un pasaporte Covid 19, una especie de salvoconducto de la enfermedad.

Apple acaba de lanzar Vision Pro, unas gafas de realidad mixta capaces de seguir a dónde estamos mirando, ya que escanea las retinas y almacena los datos, básicamente para poder navegar por los distintos menús que nos ofrecen. Eso tiene un problema indirecto para la privacidad, pues técnicamente es posible obtener los patrones de hacia dónde miramos y qué es lo que estamos viendo. Esto no va a cambiar, pues está implícito en el funcionamiento de las gafas de realidad mixta. Sin embargo, Apple es consciente de este hecho y ha trabajado en mejorar la privacidad de sus gafas para intentar minimizar el acceso a dicha información.

Imagine datos biométricos en cuentas bancarias. La crisis económica para concentrar la banca en Estados Unidos se une a FedNow, un servicio de pagos instantáneo, un sistema de pagos en tiempo real que funcionará las 24 horas del día, todos los días del año. Su llegada tiene como fin modernizar al sistema de pagos de los Estados Unidos, pero la verdad es que la única modernización radica en que los consumos y pagos son validados y aprobados por la FED y no por un banco comercial, y se pondrá de apuro en funcionamiento en julio. Esto también podría dar paso al uso de la moneda digital del banco central (CBDC), más conocido como dólar digital.

El tener billeteras virtuales de pagos, cuentas digitales permite ver hacia donde apunta la idea y un ejemplo claro en este sentido fueron las protestas de los camioneros en Canadá, más conocidas como el ‘Convoy de la libertad’, que llevaron al gobierno de Trudeau a adoptar medidas de excepción a través de la Ley de Emergencias, únicamente convocada una vez en tiempos de paz. Entre ellas se contempla la congelación de las cuentas bancarias de los manifestantes y de sus familiares, sin necesidad de una orden judicial. Los premios al consumo, a las dádivas, se concentran en información de cuentas bancarias, de sus movimientos, su tendencia, etc., todo tiene que ver con el control de cuentas bancarias y datos.

Ahora eche un vistazo a los temas clave de discusión de Bilderberg de la penúltima reunión de Bilderberg (las reuniones de 2020 y 2021 no se llevaron a cabo debido al COVID). En la 68ª reunión de Bilderberg, que tuvo lugar del 2 al 5 de junio de 2022 en Washington, DC, los temas clave a discutir fueron: realineamientos geopolíticos, OTAN, China, realineamiento del Indo-Pacífico, seguridad y sostenibilidad energética, Rusia, sistema financiero global, desinformación competencia tecnológica chino-estadounidense, salud post pandemia, fragmentación de las sociedades democráticas, comercio y desglobalización, guerra de Ucrania. Nada parece muy distinto a la 2023, las preocupaciones son las mismas.

Poca gente maneja el mundo y no nos enteramos. Sufragio universal​ es un relato de ciencia ficción de Isaac Asimov escrito en abril de 1955 para la revista If. Nos encontramos ante una de las famosas historias de Multivac, donde la gran computadora rige la gran mayoría de las decisiones humanas, al menos en Estados Unidos.

Las premisas son sencillas. En el futuro, la ciencia computacional, la IA podrá realizar importantes predicciones siempre que a los ordenadores se les suministren todos los datos necesarios. Bienvenidos a 1955.

Fuente: https://eltabanoeconomista.wordpress.com/2023/06/11/protocolo-para-conspirar/