En Misiones, la capital nacional de la biodiversidad, pequeños productores trabajan junto a las comunidades guaraníes. Denuncian el mal uso de los agroquímicos, que provoca una merma considerable en la población de abejas, complicando la polinización.
“Hay muchos pequeños productores con los que trabajamos en Posadas y en varias localidades cercanas. La mayoría son inmigrantes con 25 hectáreas cada uno, que buscan trabajarlas de manera que la producción sea rentable”, dijo el integrante de la Cooperativa Apícola Ltda. Las Misiones, Diego Teza.
Aprovechando el impulso turístico que tiene la provincia se posicionan en el mercado: “Viene mucha gente del exterior y se lleva nuestro producto para venderlo. Vienen personas de, por ejemplo, Alemania, ellos usan esta miel por sus propiedades medicinales para las enfermedades oculares, entre otras cosas”.
El ingeniero agrónomo expuso: “Nuestra miel es muy particular porque es de color oscura, de sabor picante, y la trabajamos con abejas latinoamericana, que están presente desde México hasta Argentina”.
Tienen colmenas dedicadas a este tipo de abeja autóctona de Latinoamérica. Es una especie sin aguijón, también presente en nuestro país. Esta miel es elaborada exclusivamente por una abeja de nombre científico Tetragonisca fiebrigi Schwarz (perteneciente a la familia apidae y a la tribu meliponini). En Argentina es conocida popularmente como yateí, rubita o mestizo. Estas abejas son de vital importancia para el ecosistema ya que son responsables de la polinización de la flora local, lo que contribuye a la preservación de la biodiversidad.
Relación y producción entre comunidades
Pasando la crisis del 2001, la Cooperativa Apícola Ltda. Las Misiones logró llevar a cabo capacitaciones del rubro para personas que no tenían otra alternativa laboral: “Muchos empezaron de cero, otros no tanto. Después fuimos sumando a las aldeas guaraníes. Ellos son recolectores, no son productores, se hizo una combinación como para que además de recolectar empiecen a producir”.
El cooperativista agregó que las comunidades guaraníes con las que trabajan, “consideran la miel de Yateí como sagrada, tienen toda una ceremonia. Es como un símbolo religioso para ellos y su cosmovisión. Hay diversas variedades de estas abejas, y hay propiedades que no están descubiertas del todo. Hay mucho por investigar sobre la biodiversidad y sus beneficios para la salud”.
Hacia las buenas prácticas
“Hay un problema grave en este tipo de producción, y es que hay una merma considerable de cantidades de abejas, producto del mal uso de los agroquímicos, complicando la polinización. Nuestras capacitaciones no son solo de producción sino también del buen manejo y de la buena práctica, como por ejemplo usar lo mínimo posible de químicos. Lo más orgánico posible, aunque sea muy difícil de lograr”.
Y cerró agregando: “La miel de nuestra Cooperativa tiene la ventaja de ser un producto 100% orgánico -del monte, de la selva-. Acá no hay tanto agroquímicos. Esas prácticas son algo que queremos preservar, y venimos capacitando, cuidando y tratando de que no llegue esa locura del consumo masivo, que lleva a no saber ni lo que uno come”.
Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por Radio Ahijuna (Quilmes).
