El ex presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA) aseguró que “para que haya hambre cero tiene que haber una fuerte presencia del Estado, porque el problema de Argentina no es de producción de alimentos, sino de distribución de la riqueza”.
El productor agropecuario Pedro Peretti visitó durante el mediodía de este viernes Rosario y advirtió que Argentina atraviesa “una verdadera hecatombe social”, marcada por las dificultades que tiene la población para acceder a alimentos. En este sentido, pidió más presencia estatal para controlar el precio de la comida.
Al presenciar la inauguración de la planta de la empresa pública de alimentos –la cual está ubicada en la zona suroeste de Rosario– el productor habló con Conclusión y manifestó: “Argentina hoy está viviendo una verdadera hecatombe social. Hay un millón y medio de pibes que ingieren una sola comida al día y un millón que se van adormir sin comer. El tema de los alimentos tiene que estar en el centro”.
Y observó: “Las políticas públicas en el precio de los alimentos son esenciales. Si no hay regulación y control de precios, no hay alimentos baratos. Para que haya hambre cero tiene que haber una fuerte presencia del Estado, porque el problema de Argentina no es de producción de alimentos, sino de distribución de la riqueza”.
En esta línea, el productor cuestionó que Argentina puede producir “millones de toneladas de alimentos”, pero aseguró que esto no sirve de mucho si el 20% de la población es indigente y no logra satisfacer sus necesidades alimentarias básicas.
“Los pequeños y medianos productores están exactamente igual que las pymes urbanas. Este modelo no deja nada en pie, estamos en manos de un conjunto de regala patria, que son depredadores de la calidad de vida de nuestro pueblo”, destacó Peretti.
Y añadió: “Necesitamos imperiosamente que estos tipos sean juzgados por los tribunales de la Constitución, no puede ser que se destruya un país, la alimentación, el sector agropecuario, las pymes, el sector científico tecnológico, la diplomacia, la soberanía, por cuatro o cinco tipos que son auténticos degenerados ideológicos”.