Reportaje exclusivo a Martin Guzmán: «La carga asfixiante de la deuda era el principal problema» ( Por Alfredo Zaiat y Raúl Dellatorre)
Motor Económico reproduce las partes principales del reportaje que el ministro de Economía, Martín Guzmán, brindó a los periodistas Alfredo Zaiat y Raúl Dellatore para el diario Página 12.
PARTE 3 / «Nos llevó dos años, pero entendieron que la inflación no era un fenómeno puramente monetario»
El tema de la inflación es uno de los problemas más serios que queda por resolver. ¿El acuerdo condiciona las herramientas que puede tener el gobierno para atacar el problema? ¿O considera que le abre el camino para actuar políticamente con mayor capacidad para lograr resultados?
El obstáculo más pesado para poder seguir creciendo y para bajar la inflación era sacarnos esta carga enorme, asfixiante, de deuda, poder refinanciarla para enfrentarla más adelante. Ese era el principal problema. Lo que se logró fue que el Estado pueda seguir cumpliendo un rol, en principio, para la recuperación económica inmediata. Que el Estado no se tenga que achicar ahora, que no tenga que haber una contracción del gasto real, que quite recursos a la economía y desestabilice la recuperación.
Valoramos que uno de los resultados de esta negociación haya sido alcanzar un acuerdo en el marco conceptual para atacar el problema inflacionario. Hubo una construcción que duró dos años de entendimiento entre el gobierno argentino y el staff del Fondo Monetario Internacional, buscando pasar de la página vieja en la visión sobre cómo atacar la inflación, que fue parte del programa stand by del gobierno anterior, a una página distinta. Ese acuerdo anterior consideró que la inflación era un fenómeno puramente monetario y que la forma de atacarla era, básicamente, congelando la emisión, congelando la base monetaria. Bueno, ya sabemos que el resultado fue absolutamente fallido. La inflación, en lugar de bajar, subió.
No se entendieron las causas de la inflación en la Argentina. Terminó además creciendo muchísimo la tasa de interés y eso terminó afectando mucho a la actividad económica. Aquí, en este acuerdo, lo que se plantea es que para atacar a la inflación hay que entender que es un fenómeno que tiene múltiples causas. Y que hay que atacar todas ellas de forma concurrente.
La primera está referida a la estructura productiva, consecuencia de decisiones políticas en la historia argentina que han impedido que el país pueda diversificar su estructura productiva y pueda tener más agregación de valor en la producción y también un patrón de exportaciones más dinámico y diversificado y menos dependiente de lo primario. Lo que la Argentina necesita, en primer lugar para dejar atrás la inflación, es ir cambiando su perfil productivo y poder tener una canasta exportadora diferente con el valor de las exportaciones y las cantidades exportadas creciendo para que en la Argentina no haya problemas de falta de dólares.
¿Considera a la excesiva concentración económica también como un factor fundamental en la generación de inflación en Argentina? Porque es parte de esa estructura productiva distorsionada.
Primero, que hay una cuestión de poder. Cuando hay concentración en la distribución del poder eso implica, y ha implicado en la Argentina, la imposibilidad de avanzar en las verdaderas reformas estructurales que el país necesitaba y necesita para cambiar su perfil productivo. Entonces, desde el punto de vista causa, sí es causa. Pero también es efecto. Hay un problema de circularidad allí.
Ahora, siguiendo con el tema de inflación, el segundo punto tiene que ver con cómo se financian las políticas públicas y en particular los déficit públicos. Y ahí es donde aparece la emisión monetaria, que para nosotros es importante bajarla. No llevarla a cero de golpe, pero sí que hay que ir bajando la emisión monetaria. Y en la Argentina de hoy, con el crédito que tenemos, hace falta bajar el déficit. No habría problema si tuviéramos crédito barato en nuestra moneda. Nosotros no tenemos eso y tenemos menos crédito del que sería deseable para la economía. Así que hay que ir bajando la emisión monetaria a la velocidad que se ha planteado.
Y en tercer lugar, hay un problema de expectativas en una sociedad que ha tenido que convivir por tanto tiempo y de forma tan errática con problemas inflacionarios. Bueno, nos hemos acostumbrado, hemos desarrollado conductas precautorias, se ve que hay inflación y todo el mundo espera que siga habiendo inflación. Y ahí es donde el Estado tiene que jugar un rol coordinador, un rol que ayude a anclar expectativas. Y ahí el sector privado también es parte.
Por eso es tan importante que se puedan alcanzar acuerdos de precios, para que funcionen como un ancla más, para que aquello que es factible desde la macroeconomía, no quede desactivado o desanclado por expectativas muy nerviosas. Y se logró que esto sea parte del entendimiento, junto a los acuerdos de precios. Y también se logró que sean parte del entendimiento la coordinación de políticas de precios-ingresos para garantizar que el salario real también crezca. Que eso es justo y además es una necesidad macroeconómica.