Por Raúl Hutin/
El pueblo está cansado, los distintos sectores que componemos esta sociedad estamos hartos. Hartos de mentiras, informaciones sesgadas, análisis donde sòlo se toman los datos que les aportan el beneficio político buscado, la manga de chupa-medias que por los medios de difusión comprados repiten como loros las loas al presidente y a su programa de gobierno sin atender ni respetar el sacrificio inmenso que está haciendo la sociedad en su conjunto.
A la inmensa mayoría de los sectores, tanto productivos como de servicios, nos va pésimo, el agua supero la línea de flotación y no vemos la costa. Aún más grave, a medida que pasan los meses nos la van corriendo. La desazón viene haciendo mella, no sòlo en los capitanes de cada nave (familias, pymes), sino en las tripulaciones que con razón empiezan a rebelarse, a mostrar su inconformismo, al salir a la calle y protestar, a unirse formando causa común entre los desamparados, es que la cosa ya paso de castaño oscuro y no aflojan ni para que recuperemos la respiración.
La industria, mejor decir lo que queda de ella, está trabajando al 45% de capacidad instalada.


El grave problema es que venimos así desde el año pasado y ya se terminaron las flacas reservas que algunos habían podido acumular.
Tal es así, que en la última década perdimos 59.000 empresas y sólo en la etapa Milei llevamos 14.300 más. Lo dramático de esta caída se puede palpar rápidamente con números por demás elocuentes: Chile tiene hoy 38 empresas cada 1.000 habitantes, mientras que Argentina solo llega a 13.
Las importaciones hormiga por currier más las que se hacen por la vía normal están haciendo estragos. El sector textil ya está tomado en un 75% y esto recién empieza, ya que calculamos que para la temporada de verano llegara al 90%, esto se replica en casi todas las cadenas de valor.


El récord de entrada de productos es tal que es el mayor de los últimos 135 años y llega al 32% del PBI.
Hablan de superávit como si nosotros fuéramos infradotados que recién estamos aprendiendo la tabla del 2, cuando la realidad nos está pasando por arriba y los dólares se van como el agua entre los dedos (importaciones de todo tipo, dólares para fuga o ahorro, viajes al exterior por doquier). Déficit de cuenta corriente en dólares: en el primer trimestre de U$S 5.191 millones y entendemos que el segundo trimestre resultara peor ya que las importaciones se vienen acelerando casi logarítmicamente al igual que la fuga de capitales golondrina.
Sabemos que es un efecto buscado, sino no hubiesen sacado todos los controles aduaneros y de facturación que está permitiendo que entre cualquier cosa de cualquier lado, ya no sólo sub-facturado, sino con peligro sobre la salud de la población, principalmente de niños y de bebes.
Nos mienten sobre como venimos saliendo de este agujero donde ellos mismos nos metieron, a tal punto que el consumo de pan se derrumbó un 46% y provoco (hasta ahora) el cierre de 1.100 panaderías, el de leche cayó 10,2% y el de carne el 15,9% o el de indumentaria el 21% .
Mientras, las bebidas llegaron al 19,2% por mencionar algunos al azar ya que todo se está cayendo en una economía que se hunde rápidamente.
La miseria planificada que armaron para hacer de la inflación su bandera y provocar la peruanización de nuestra economía.
Los empresarios PYMES entendemos que hay muchas cosas que arreglar en el país para que pueda salir adelante, pero el problema está en la asimetría del esfuerzo. Mientras que hay sectores que la juntan en pala, la mayoría la pasa mal, hoy el 68% de la sociedad no llega a fin de mes o tiene que endeudarse pagando la tarjeta en cuotas o aún peor recurriendo al prestamista del barrio que en casi todos los casos está ligado al narcotráfico. En este sentido los números de la CELAG son más que elocuentes:
«el 1% de la sociedad se queda con el 25% de la torta que amasamos entre todos, el 25% de la sociedad se queda con el 60% y el 50% más pobre solo le toca el 4%».
Nos mienten a nosotros que somos pueblo, pero no le pueden mentir al J.P.Morgan, o al Banco Barclay’s, que les transmitieron a sus respectivos clientes que recojan el barrilete de Argentina antes que el barco se hunda. O la calificación para préstamos internacionales del Morgan Stanley Capítol Internacional (MSCI) que se pronunció diplomáticamente y en términos bancarios, pero traducido al castellano significo “arréglense solos”.
Llego la hora de demostrar de que madera estamos hechos, como y cuanto estamos dispuestos a defender la soberanía de la Patria, hasta donde nos interesa que vengan de afuera y nos metan el dedo en…la oreja, como pasa con el juicio por la nacionalización de YPF, que es ni más ni menos contra cada uno de nosotros que somos lisa y llanamente los dueños del petróleo y el gas que se encuentra en el territorio argentino al igual que sus minerales y todas las riquezas del subsuelo.
También nos mienten inflando la deuda externa como claro elemento de dominación, siempre ayudados por los cipayos de adentro que lamentablemente abundan y manteniendo una ley financiera creada por Martinez de Hoz en plena dictadura que permite un traspaso de fondos del sector productivo al financiero casi mágicamente.
La nueva dirigencia política, los dirigentes PYMES, debemos asumir la responsabilidad que la hora exige y ponernos al frente de la transformación del país en un lugar vivible para todos, en donde la equidad de lugar a las condiciones necesarias para educarse, cuidar la salud, prepararse para un futuro tecnológicamente complejo y para todo esto necesitamos defender con ahínco la independencia económica, la soberanía política y territorial, so-pena que mañana nuestros hijos o nietos nos acusen (y con razón) de no haber hecho lo suficiente para defender los sublimes intereses de la Nación
Raul Hutin
Secretario de la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN)