La sesión duró once horas y media en un clima inédito por las desprolijidades del oficialismo. UxP reclamó el texto final que no apareció mientras se negociaba en paralelo fuera del recinto.
Diez horas después de iniciado el debate de la Ley Ómnibus en la Cámara de Diputados, y luego de que el presidente de la bancada de Unión por la Patria, Germán Martínez, reiterara su advertencia de que la presidencia de la Cámara no entregó el texto final y actualizado del dictamen presuntamente acordado con la oposición “amigable” que componen el PRO, la UCR y una parte de Hacemos Coalición Federal (HCF), la Cámara de diputados votó un apurado pase a cuarto intermedio de la sesión, que continuará en el mediodía del jueves.
Fue la segunda vez que lo reclamó. La primera fue en el marco de una moción de orden para que el proyecto volviera a comisión por las desprolijidades del trámite, que no registran antecedentes. Unión por la Patria no logró imponerse en esa votación pero la propuesta sirvió para exponer que en la reunión de Labor Parlamentaria del martes se había garantizado que a las 16 horas estaría el texto en cada banca. El diputado Pichetto, de HCF fue quien realizó la promesa incumplida. Junto con Cristian Ritondo del PRO fueron los garantes del tratamiento en el recinto.
Esta advertencia terminó de confirmar que el gobierno no tiene cerrado el acuerdo y que, en paralelo a la insólita sesión continuaban las negociaciones para destrabar la votación en particular de varios artículos centrales para el presidente Javier Milei, como privatizaciones, la emergencia y las consecuentes facultades especiales, y el endeudamiento.
El oficialismo no cedía su postura de sostener la privatización de 40 empresas del Estado y tampoco concedía la coparticipación del Impuesto PAIS. Ambos puntos eran innegociables para la oposición aliada, pero también son el piso de los intercambios que el oficialismo y sus interlocutores quieren realizar en las próximas horas. Una alta fuente parlamentaria confió que este miércoles hubo funcionarios de segunda línea del Palacio de Hacienda y la jefatura de Gabinete, pero ninguno de los protagonistas de la negociación de la semana pasada que incluyó a la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei y al asesor Santiago Caputo.
Tal como anticipó este medio, el peronismo planteó el regreso del proyecto a comisiones luego de que el secretario parlamentario leyera uno por uno y de manera confusa, los artículos de la Ley que serían suprimidos. Este hecho amplió las sospechas sobre la presunta existencia de un dictamen paralelo o “blue” que era desconocido para la mayoría de los y las legisladoras presentes en el recinto.
A las 21.37 Pichetto formuló el pedio de cuarto intermedio para retomar el recinto a las 12 del mediodía, en medio de versiones sobre la necesidad de ganar tiempo para avanzar en algunas negociaciones hasta mañana. El panperonismo expresó su negativa y volvió a advertir sobre la falta del dictamen.
«Nosotros estamos para continuar esta sesión si fuera necesario pero queremos dejar en claro que llegamos a esta hora sin el dictamen disponible sobre la mesa y sin que se sepan los cambios, ¿dónde se están negociando los cambios?», interpeló.
Ritondo y PIchetto formularon la moción y se apuró la votación que dio cierre a la jornada.
«Ellos quieren saber qué se esta acordando con los bloques» dijo el ex ministro de seguridad bonaerense del PRO, en una insólita confesión.
Mientras esto ocurría, se calentaba el ambiente en los alrededores del Congreso, donde una cantidad excesiva de fuerzas federales convocadas por el Ministerio de Seguridad llevaban a cabo una pulseada con manifestantes que fueron a protestar contra la ley que se debatía en el recinto.