Edición n° 2726 . 09/05/2024

Nahuel Sosa: “Es clave desmonopolizar, ir a fondo contra los capitales financieros que acumulan a partir de la fuga y la especulación”

(Por Estefanía Cendón) El sociólogo y titular del programa Argentina Futura,Nahuel Sosa, analizó la coyuntura política preelectoral, el comportamiento de la derecha, las políticas necesarias para combatir la concentración económica y la necesidad de un nuevo contrato social. “Cristina Kirchner es la identidad política del proyecto, su rol siempre es determinante. Vamos a atravesar un proceso en el que cuenta con la centralidad de la acumulación del campo popular”, definió.

Consultado acerca de la evolución del Frente de Todos (FdT) y su consolidación como coalición de gobierno, Sosa opinó: “Si bien logró triunfar electoralmente y ser una herramienta eficaz, el FDT todavía no logró consolidarse como una coalición política en el sentido de poder tener sus reglas de juego”. Asimismo, el analista político puntualizó acerca de los saldos pendientes de la actual gestión: “La mayor deuda del FDT es la distribución, la inflación y lo que tiene que ver con combatir la concentración económica. Considero que Vicentin fue uno de los grandes errores que ha tenido este gobierno porque inauguró una práctica posibilista y de no transformación”.

El director del centro de Formación y Pensamiento Génera, describió el comportamiento de la(s) derecha(s) y sus consecuencias: “La derecha en el último tiempo se ha corrido más a la derecha. Luego del intento de magnicidio a la vicepresidenta se rompió el pacto democrático en nuestro país”. A lo que añadió: “Explícitamente es una narrativa que apela a confrontar contra los sectores populares, contra quienes reciben un plan social, contra las feminismos y que plantea abiertamente la idea de una reforma jubilatoria, de la pena de muerte o la venta de órganos”.

Con respecto a la necesidad de reescribir un nuevo contrato social, y los acuerdos que ello implica, el abogado y docente universitario enumeró: “El acuerdo social debe ser en función de profundizar nuestra democracia tanto en términos políticos como económicos, un acuerdo que tiene que ser un ‘nunca más a contraer una deuda externa como la que contrajo Mauricio Macri con el FMI, nunca más a la violencia política, un acuerdo que dé cuenta de los sectores estratégicos de nuestro país, como lo es Vaca Muerta”.

MOTOR ECONÓMICO: ¿Qué análisis puede realizar sobre la coyuntura preelectoral y, en particular, al interior del Frente de Todos? ¿Considera que el FDT logró consolidarse como coalición en la actual gestión?

Nahuel Sosa: Para el FDT es la primera experiencia política de una coalición desde el peronismo, ya que no es lo mismo una coalición que un frente electoral. Me parece que, si bien logró triunfar electoralmente y ser una herramienta eficaz, el FDT todavía no logró consolidarse como una coalición política en el sentido de poder tener sus reglas de juego, más al estilo del Frente Amplio Uruguayo o el Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, pero versión criolla.

Este contexto cuenta con una particularidad y es que falta ese proceso de institucionalización del FDT, a pesar de que siguen teniendo mucha potencia y vigencia los actores que lo construyen. Actores que no sólo son los líderes políticos, sino los movimientos sociales, los movimientos sindicales, los colectivos feministas, los distintos grupos culturales, la militancia y los activismos.

ME: ¿Cómo analiza el comportamiento de la(s) derecha(s) y sus formas de intervención en el contexto político?

NS: La derecha en el último tiempo se ha corrido más a la derecha. Luego del intento de magnicidio a la vicepresidenta se rompió el pacto democrático en nuestro país. De hecho, una de las principales líderes opositoras, Patricia Bullrich, hasta el día de hoy no lo condenó.

Considero que después de la pandemia asistimos a un proceso global de radicalización de las extremas derechas, tanto en Europa como en América Latina, y en nuestro país tuvo un capítulo con Milei, lo tuvo también con grupos como Revolución Federal y espacios más marginales, pero no por eso menos peligrosos. De alguna manera toda la narrativa, incluso de Juntos por el Cambio, se ha vuelto mucho más agresiva de lo que era en 2019. Explícitamente es una narrativa que apela a confrontar contra los sectores populares, contra quienes reciben un plan social, contra las feminismos y que plantea abiertamente la idea de una reforma jubilatoria, de la pena de muerte, la venta de órganos, etc.

Nahuel Sosa Director de Génera.

Al observar los distintos discursos, sin dudas los discursos de la derecha se han vuelto mucho más reaccionarios, lo que hace que dentro del propio Juntos por el Cambio, lo que alguna vez se denominó como “ala blanda”, en realidad quede cada vez menos de ala blanda y ha asumido un discurso reaccionario.

ME: Precios y salarios se sitúan entre las mayores preocupaciones de los argentinos. ¿Qué políticas se requieren para combatir la concentración económica, una de las principales causas de la creciente inflación?

NS: Disputar la concentración económica en este sentido es clave. La coalición de gobierno ha tenido como grandes virtudes lo que fue poner en el centro las políticas de cuidado en plena pandemia, la obra pública récord en nuestro país, el turismo y el PreViaje, los avances en Ciencia y la inversión realizada. Sin embargo, la mayor deuda del FDT, desde mi punto de vista, es la distribución, la inflación y lo que tiene que ver con combatir la concentración económica.

Considero que Vicentin fue uno de los grandes errores que ha tenido este gobierno porque inauguró una práctica posibilista y de no transformación, justamente en uno de los factores que más determina la inflación que es la concentración económica. Es decir: desmonopolizar, ir a fondo contra los capitales financieros que acumulan a partir de la fuga de capitales y la especulación es la clave. En ese sentido, considero que algunas de las acciones que hay que tomar en los próximos meses son acciones ligadas a una suma fija para mejorar los ingresos, a un nuevo impuesto a la renta extraordinaria, un nuevo impuesto a las grandes fortunas, pensar también la nacionalización del litio, como un recurso para el país y poder hacer la nacionalización, enviar el proyecto de ley. Creo que estas son algunas de las medidas que hay que tomar de manera urgente.

«La mayor deuda del FDT, desde mi punto de vista, es la distribución, la inflación y lo que tiene que ver con combatir la concentración económica.«

ME: ¿En qué términos debe renovarse el contrato social pensando en el futuro del país?

NS: El contrato social sin dudas debe renovarse porque el gran problema es que se desvirtuó la idea original del acuerdo social. El acuerdo social no quiere decir que no exista el conflicto, el acuerdo social es una síntesis del conflicto. Una cosa es un acuerdo para enfrentar las políticas de derecha, para volver a ordenar aquello que el neoliberalismo había desordenado (lo que fue el origen de ese acuerdo social), y otra cosa es el acuerdo social como un pacto de tolerancia posibilista y donde se pone en el mismo nivel a quien está en una situación dominante y a quien está en una situación de dominado. Por lo tanto, no hay una equivalencia entre dominadores y dominados.

ME: ¿Cuáles son los acuerdos sociales necesarios de cara a la finalización del actual mandato?

NS: Me parece que el acuerdo tiene que ser con los sectores que más han sufrido estos últimos años. Por lo tanto, el acuerdo social debe ser en función de profundizar nuestra democracia tanto en términos políticos como económicos, un acuerdo que tiene que ser un “nunca más” a contraer una deuda externa como la que contrajo Mauricio Macri con el FMI; nunca más a la violencia política, como fue el caso del intento de magnicidio; un acuerdo que también de cuenta de los sectores estratégicos de nuestro país, como Vaca Muerta, hidrocarburo, gasoductos, industria del conocimiento y cómo el Estado tiene la soberanía de esos recursos. El acuerdo debe contemplar estos puntos, incluso cuando en ese acuerdo no participen todos los actores sociales porque algunos se vean afectados.

ME: ¿Qué representa Cristina Kirchner en el proceso de reorganización del FDT de cara a las próximas elecciones?

ME: Cristina Kirchner es la identidad política del proyecto, por lo cual el rol de Cristina como siempre es un rol determinante. Es una estadista y, por lo tanto, las definiciones que tome tienen que ver con una mirada de muy largo plazo que la caracteriza, lo que está asociado a qué proyecto de país se necesita, qué modelo político y económico. A su vez, cuenta con la audacia de tomar definiciones muy concretas que hacen que se transformen las coyunturas rápidamente. Por ejemplo, la definición de 2019 de colocarse como vicepresidenta y convocar a Alberto que fue una de las decisiones más audaces en términos de estrategia electoral, al menos desde el retorno de la democracia. Me parece que vamos a atravesar un proceso en el cual Cristina tiene la centralidad de la acumulación del campo popular.