Edición n° 2952 . 21/12/2024

Música por la Ciencia o cómo llevar el arte al laboratorio

La música Clara Cantore y la bioquímica Andrea Gamarnik idearon un ciclo online para que artistas vayan a los lugares donde se investiga y visibilicen el trabajo de los científicos regalándoles canciones.

Hubo un tiempo de oscuridad y temor: aquel en el que el coronavirus se había instalado en Argentina y nada se sabía del famoso enemigo invisible con el que había que lidiar.

Hablar de vacunas era una quimera y el país no había desarrollado aún un test propio para detectar la presencia de la covid en un cuerpo humano.

Fue la época en la que la investigadora Andrea Gamarnik decidió dejar de lado su investigación de décadas sobre dengue y puso el laboratorio a disposición de la investigación de la nueva amenaza mundial.

Trabajó junto con su equipo sin descanso, llegaron a estar 15 horas por día en el laboratorio, muchas veces también los fines de semana. Y no fue en vano: lograron desarrollar el primer test serológico 100 por ciento industria argentina

En medio del frenético proceso pasó algo marvilloso. La música Clara Cantore, que conocía a Andrea, estaba en Unquillo desesperada por ayudar de algún modo a los investigadores que lo estaban dejando todo. Y su manera de colaborar fue hacer lo que sabe: tocar y cantar. Todas las mañanas se levantaba y le mandaba canciones a Andrea. 

En esta etapa inicial del proyecto, los «regalos» musicales se escuchaban en el laboratorio que Andrea dirige. “Era un mimo, por ahí eran las 11 de la noche, íbamos a comprar queso para comer algo y volvíamos y nos poníamos a escuchar lo que nos había mandado Clara”, cuenta la bioquìmica doctorada en Virología que desde hace más de 20 años estudia el dengue y otras enfermedades desatendidas.

Crece desde el pie

Charlando, se dieron cuenta de que la ciencia y la música no eran compartimentos estanco y que, muy por el contrario, la juntura de ambos mundos podía visibilizar tanto la labor de los científicos como el trabajo de los artistas.

Y empezaron a pensar en cómo convertir la idea un producto que contara con la participación de músicos consagrados que ayudaran a difundir el proyecto. Estaba naciendo Música por la Ciencia.

Las primeras experiencias

Al principio, un artista le mandaba una canción a un científico o científica y éste se la dedicaba a un colega. Con el tiempo, se les ocurrió hacerlo en vivo. En el último capítulo, que todavía no se estrenó, Sandra Mihanovich, que fue de las primeras artistas en interesarse por la idea desde su etapa embrionaria, interactuó con la química Daiana Capdevila en el laboratorio.

“Vi una maqueta gorda de cómo es un coronavirus. Entrar a un laboratorio es una cosa exótica, está lleno de heladeras. Pero a la vez, para los investigadores es su lugar sagrado de trabajo y es conmovedor ver cómo se rodean de los objetos que les hacen bien, de las fotos de sus familias”, dijo a Télam Sandra Mihanovich. Este capítulo tal vez sea el más logrado en el formato que diseñaron con el tiempo y está cerca de estrenarse en youtube.

Hoy se puede visitar la página de Música por la Ciencia, informarse del proyecto y hasta hacer donaciones.

«Nunca me imaginé que iba a compartir una experiencia así con Sandra, hablamos de un desarrollo que estamos haciendo de autotest para covid», dijo Capdevila. Para la investigadora, lo que tienen en común ambos trabajos es el «enamoramiento» a la hora de encararlos y la sensación de que lo que se hace puede tener un impacto, lo tiene la música de Sandra y vaya que lo está teniendo en esta etapa la tarea de los científicos.

Capdevila es química recibida en la UBA, investigadora del Conicet en el área de Ciencias Biológicas y de la Salud, trabaja en el Instituto Leloir y dirige el Instituto de de Físicoquímica de Enfermedades Infecciosas.

En el equipo interdisciplinario que lideran Cantore y Gamarnik trabajan 15 personas, desde antropólogos hasta gente que se ocupa de las redes sociales.

Para Mihanovich, pilar del proyecto, lo más interesante es que es “antigrieta”: “no importa cómo pienses ni a quién votes, esto nos une a todos porque se trata de la salud y nadie puede estar en contra”, dijo.

Gamarnik en los teclados para la foto con colegas y Lito Vitale Foto VIctoria Saavedra
Gamarnik (en los teclados, para la foto) con colegas y Lito Vitale. (Foto: VIctoria Saavedra).

Por una cuestión de desconocimiento, Mihanovich dice que hay una tendencia entre los artistas a considerar que son los únicos privilegiados porque hacen lo que les gusta y les pagan. Ella descubrió que nada más lejano. “Conocí a Gabriel Rabinovich, un científico que publicó en Twitter la foto de su lugar paradisíaco. No era una isla del Caribe, era un laboratorio”, cuenta Sandra entusiasmada.

QUIÉN ES ANDREA GAMARNIK

Andrea Gamarnik es unabioquímica egresada de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA. Es directora del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires, IIBBA-Conicet y jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir. Hizo un posdoctorado en Virología en la Universidad de California en San Francisco.

“Lo que estamos visibilizando es un modo de construir que no tiene que ver ni con la ciencia ni con la música. Se puede construir un ecosistema desde lo que se ama. Tanto me interesa Música por la Ciencia que mi proyecto musical quedó desplazado”, dijo Cantore.

Para Lito Vitale, la presencia de Clara, a quien respeta y admira, fue una garantía para sumarse al proyecto. “Finalmente la ciencia y la música tienen en común que son actividades pasionales y los que logran algunos mojones en esas áreas son, claro, personas muy pasionales”, reflexiona.