El destacado escritor y cineasta argentino falleció a los 85 años. Autor de obras literarias galardonadas como “La novia de Odessa” y “Lejos de dónde”, y creador de películas emblemáticas como “La Guerra de un solo hombre” y “Ronda nocturna”, Cozarinsky dejó una huella profunda en el ámbito cultural.
El mundo de las letras y el cine despide hoy a Edgardo Cozarinsky, una figura clave en la cultura argentina y latinoamericana. El multifacético autor, dramaturgo, cineasta y actor falleció a los 85 años, según confirmaron fuentes de Infobae Cultura.
Edgardo Cozarinsky, nacido en Buenos Aires en 1939, pasó varias décadas de su vida en París antes de regresar gradualmente a su ciudad natal. Su obra literaria abarca una amplia gama de géneros, desde relatos y ensayos hasta novelas premiadas.
Descendiente de inmigrEantes judíos ucranianos que arribaron a Argentina desde Kiev y Odessa a finales del siglo XIX, Cozarinsky estudió literatura en la Universidad de Buenos Aires. Desde sus años de estudiante, comenzó a escribir para revistas de cine tanto en Argentina como en España.
Entre sus libros más destacados se encuentran “Vudú urbano”, “La novia de Odessa” (que le valió el Primer Premio de la Ciudad de Buenos Aires 2001-2004), “El rufián moldavo”, “Maniobras nocturnas”, “Lejos de dónde” (galardonada como mejor novela por la Academia Argentina de Letras en el período 2009-2012), “La tercera mañana”, “Dinero para fantasmas” y “En ausencia de guerra”. Además, sus ensayos y crónicas, como “El pase del testigo”, “Milongas”, “Palacios plebeyos” y “Blues”, son una muestra de su vasta erudición y aguda observación de la realidad.
En el ámbito cinematográfico, Cozarinsky fue igualmente influyente. Sus trabajos audiovisuales se caracterizan por una innovadora mezcla de ficción y documental. Entre sus películas más destacadas se encuentran “La Guerra de un solo hombre” (1981), “Citizen Langlois” (1994), “El violín de Rothschild” (1996) y “Ronda nocturna” (2005). Estas obras fueron objeto de retrospectivas en prestigiosas instituciones como el Musée du Jeu de Paume en París, la Cinémathèque Suisse en Lausanne, la Cinemateca Portuguesa en Lisboa y el Robert Flaherty Seminar en Estados Unidos. En 2012, el festival de Jeonju en Corea del Sur le rindió un homenaje, consolidando su reconocimiento internacional.
A partir de 2010, Cozarinsky emprendió una nueva etapa en su carrera cinematográfica con una serie de “films de cámara”. Entre estos se incluyen “Apuntes para una biografía imaginaria” (2010), “Nocturnos” (2011) y “Carta a un padre” (2013). Estas obras reflejan su capacidad para innovar y reinventarse constantemente, explorando nuevas formas narrativas y visuales.
AB con información biográfica de filba.org.ar.