En sólo seis meses el sector privado destruyó 162 mil empleos. El empleo público se redujo en 61 mil puestos de trabajo. La Construcción aportó 75 mil bajas y la industria 26 mil.
Desde la asunción de Javier Milei al frente del gobierno y a partir de su política económica de shock que combinó una fuerte devaluación y un gigantesco ajuste fiscal, se produjo una fuerte contracción económica. Según el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE-INDEC), en los primeros cinco meses del año, la caída de la actividad, acumula un 2,9%. El consumo en supermercados, a la vez y según la misma fuente, acumula en los primeros cinco meses del año un derrumbe del 12,4%.
De la crisis al empleo
Semejante desplome tuvo su correlato en el mercado formal de trabajo y, claro, también en el sector informal. Según los datos que dio a conocer la Secretaría de Trabajo basados en los registros oficiales de la AFIP (SIPA), entre diciembre de 2023 y mayo de 2024 se produjeron 180.300 bajas de puestos de trabajo en términos netos. Las mismas, sin embargo, incluyen poco más de 70 mil altas de monotributistas y 28 mil altas de trabajadores autónomos que, las estadísticas oficiales, consideran empleados registrados.
Del otro lado, en el empleo registrado de convenio se registraron 222 mil bajas de las cuales 162 mil corresponden a trabajadores del sector privado. Se trata de 38 bajas por día que equivalen a una baja cada un minuto y medio. Además, hubo 61 mil bajas de empleados públicos y 18 mil entre las trabajadoras de casas particulares registradas.
Si se contabilizaran también las 38 mil bajas del monotributo social que contiene a, entre otros, los trabajadores de los programas Potenciar Trabajo la cifra de destrucción de puestos de trabajo registrados llega a la cifra 279 mil.
De ese total, una cantidad indeterminada podría haberse reconvertido a monotributista aceptando una forma más precaria de empleo o absorbiendo el sobre costo ante la decisión contenida en la ley de paquete fiscal de discontinuar la modalidad social del monotributo.
Tomando todas las bajas en términos netos (podrían ser más despidos en caso de que se hubieran integrado nuevos empleados en otros sectores), en seis meses, se destruyeron 1.550 puestos de trabajo por día a razón de 65 empleos por hora, algo más que uno por minuto.
Sector por sector
A la vez, la radiografía pormenorizada de los despidos también da cuenta de la sintonía fina de la política económica del gobierno en tanto el ajuste fiscal implicó el congelamiento de la obra pública. Por eso el sector de la Construcción es el que más puestos de trabajo resignó tanto en términos absolutos (75.200) como también en términos relativos (-17%). La industria, mayormente orientada al mercado interno, por su parte destruyó en seis meses de gobierno de Javier Milei y Luis Caputo 26 mil puestos de trabajo que equivalen al 2,17% de los existentes en noviembre de 2023.
La lista sigue con el sector inmobiliario en el que se perdieron 22,2 mil puestos (2,46%) seguido por Comercio que perdió 14.100 al igual que el sector hotelero y gastronómico que representan una caída del 1,14% para el primero y del 4,9% en el segundo.
Luego el sector de transporte perdió 12.500 puestos (-2,35%) y el de servicios destruyó 9.200 puestos equivalentes al 2,43% del total del sector. De doce sectores relevados solo uno, el de explotación de minas y canteras, logró incrementar los puestos de trabajo en un número de apenas 800 (0,8%).
El perro que se muerde la cola
El informe de trabajo registrado que difundió hoy la cartera laboral también arroja datos sobre la evolución de los salarios en el sector privado registrado. También basados en datos de AFIP y por lo tanto de los aportes efectivos que realizan las empresas en función de los salarios que pagan, surge que el salario promedio se contrajo un 4,7% mientras que la mediana del salario (el punto en el que se divide la muestra en dos partes iguales) cayó un 5,9% entre noviembre de 2023 y mayo de este año.
Con cada vez menos empleos y peor remunerados es de esperar que la actividad económica siga en su raid contractivo que, a la vez, generará un mayor número de despidos.