Edición n° 2874 . 04/10/2024

Milei se reúne con las élites tecnológicas en Estados Unidos y Bullrich habilita el ciberpatrullaje

(*Emilia Trabucco/Especial Motor Económico)

El presidente Javier Milei protagonizó esta semana un nuevo viaje a Estados Unidos. En una nueva agenda extraoficial, se reunió con la élite tecnológica de Silicon Valley, llevando promesas de un paraíso desregulado para las inversiones extranjeras, con el fin de convertir a Argentina en “un polo mundial de inteligencia artificial”, según declaraciones de Luis Caputo, el ministro “rockstar” de economía, que formó parte de la comitiva.

Las autoridades argentinas se reunieron en San Francisco con Sam Altman, CEO de Open AI -una de las empresas que encabeza el desarrollo de Inteligencia Artificial-, Sundar Pichai, jefe de Google, Timothy Cook, director ejecutivo de Apple y Mark Zuckerberg, dueño de Meta, entre otros. Estos encuentros despertaron sorpresa de funcionarios norteamericanos, ya que los magnates no suelen recibir a líderes políticos, quienes han hecho una excepción seducidos por “las ideas” del presidente argentino. Desde Casa Rosada anuncian la puesta en marcha de la estrategia de “la tecnopolítica”.

Aunque el gobierno no ha alcanzado la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal en el Congreso -la llave para lograr convertir al país en una paraíso fiscal-, el nuevo jefe de gabinete Guillermo Francos avanzó en obtener dictamen en las comisiones del Senado, tras reemplazar a Nicolás Posse y asumir una postura más acuerdista ante los señalamientos de los bloques “dialoguistas”. La aprobación del megaproyecto legislativo y el levantamiento del cepo cambiario son las promesas que están esperando las empresas tecnológicas más grandes del mundo.

La completa “libertad de mercado” que busca la administración de la gestión libertaria no es lo único que transforma a Argentina en un destino más que apetecible para los capitales globales. Argentina ya es considerado un polo tecnológico en América Latina y el Caribe, junto con Brasil y México.

Nuestro país es líder regional en economía del conocimiento, con más de una decena de unicornios tecnológicos como Mercado Libre, Globant, Despegar, Olx, Auth0, Aleph, Vercel, Mural, Bitfarms, Ualá, Tiendanube y Satellogic gracias a los beneficios fiscales que tiene el sector para la promoción de su desarrollo, principalmente durante la presidencia de Néstor Kirchner desde 2003. Además, se destaca por la alta calificación y formación de profesionales, consecuencia directa del nivel de las Universidades Públicas y su sistema científico y tecnológico.

Paradójicamente, un proyecto que busca la destrucción absoluta del Estado, está buscando catapultar su proyecto pro empresario en la capacidad instalada lograda en este siglo por un proyecto político encabezado por Néstor y Cristina Kirchner, que mediante políticas estatales desarrollaron el entramado productivo nacional y llevaron adelante un plan estratégico de conectividad en todo el territorio nacional, que incluyó el fortalecimiento del sistema educativo público y la socialización de herramientas tecnológicas, como fue el plan Conectar Igualdad, por ejemplo.

Aquel proyecto de soberanía nacional y crecimiento con inclusión social se opone diametralmente al programa que Milei volvió a defender en su discurso en el Instituto Hoover de la Universidad de Stanford en San Francisco, donde explicó “las virtudes” del sistema capitalista: “¿ustedes se creen que la gente es tan idiota que no va a poder decidir?”, “va a llegar un momento que se va a morir de hambre, con lo cual, digamos, o sea, va a decidir de alguna manera para no morirse. Entonces no necesito que alguien intervenga para resolverme la externalidad del consumo, porque a la postre alguien lo va a resolver”.

Consecuente a su discurso, la administración Milei avanza en su plan de desfinanciamiento de las 60 Universidades Nacionales y del sistema científico tecnológico argentino, llevando los salarios de docentes e investigadores bajo la línea de la pobreza. Y destruyendo el Estado en general, desmantelando áreas enteras y ejecutando cientos de despidos. Mientras tanto, desde Estados Unidos llegan noticias de acuerdos para utilizar la Inteligencia Artificial para terminar de ejecutar una profunda transformación del Estado, que llaman “modernización”.

El sentido de dicha transformación ya tuvo su primer “muestra gratis” en el ministerio de Seguridad, de la mano de Patricia Bullrich, quien el 28 de mayo habilitó el ciberpatrullaje en internet para las fuerzas policiales y federales. El repetido discurso de “libertad” esgrimido desde el gobierno se pone en jaque nuevamente, ante la instrumentación del Estado para llevar adelante un plan de vigilancia y censura “2.0”.

La medida, que fue anunciada en el Boletín Oficial, explicita que las fuerzas pueden realizar tareas “en sitios web de acceso público y fuentes digitales abiertas, mediante el uso de softwares o cualquier dispositivo o herramienta tecnológica de tratamiento de la información automatizada basada en inteligencia artificial, aprendizaje automático, sistema experto, redes neuronales, aprendizaje profundo o cualquier otra que en el futuro se desarrolle”.

Mientras la ministra habilita el uso de Inteligencia Artificial para vigilar ciudadanes en Argentina, Europa está regulando el sector tecnológico y Estados Unidos lo está analizando en el Congreso. La Unión Europea, por ejemplo, prohibió por ley las herramientas y los sistemas de inteligencia artificial que tengan fines manipuladores o engañosos, que busquen explotar las vulnerabilidades de la gente para influenciar en su comportamiento y la compilación de bases de datos de reconocimiento facial.

Puede entonces preverse cuales serán las consecuencias de lo que la ministra llama “ciberpatrullaje”, donde mediante la excusa de combatir el terrorismo y el narcotráfico, habilitará la modernización de mecanismos para reprimir cualquier expresión de oposición a su proyecto político y económico, amplificando aún más un discurso de criminalización de las organizaciones populares con el uso deliberado de las redes sociales. Y ya no solo de las organizaciones, sino de todo aquel que piense distinto.

Resulta útil mirar el programa que viene desarrollando Nayib Bukele en El Salvador, quien inicia su segundo mandato como presidente. Milei fue invitado al acto de asunción, finalizando así su gira internacional. En septiembre de 2023, Bukele firmó una «asociación estratégica» con Google, que prevé una inversión de 500 millones de dólares para convertir al país en “un polo de innovación”. Un presidente que viene llevando adelante un programa represivo, con mega cárceles, enarbolando un discurso que se parece mucho al que viene construyendo el gobierno argentino hace cinco meses.

*Psicóloga, Magíster en Seguridad de la Nación. Analista del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE) Argentina. Directora del Área de Universidad, Género y Trabajo del IEC-CONADU.