Edición n° 2924 . 23/11/2024

México quiere vencer a EEUU en la lucha por el maíz, «pero el consenso científico está comprado»

La virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, planea conseguir para su país la prometida autosuficiencia alimentaria, pero no será fácil: hay en curso una batalla legal con EEUU en la que México podría perder, ya que alejarse del maíz transgénico parece una tarea complicada porque hay intereses desde Washington difíciles de eludir.

( Ricardo Pérez / Sputnik )Actualmente, existe una alta probabilidad de que México pierda la batalla legal contra Estados Unidos para demostrar que el maíz genéticamente modificado daña la salud de las personas, considera en entrevista con Sputnik Ana de Ita, directora del Centro de Estudios para Cambio en el Campo Mexicano, una organización en defensa de la soberanía alimentaria.

Históricamente, México ha sido el principal comprador de maíz de Estados Unidos. Solo en 2021, China se convirtió en el mayor importador, pero el país latinoamericano ha seguido aumentando sus importaciones de maíz a niveles récord, con más de 17 millones de toneladas al año. El 90% de este maíz es genéticamente modificado, aunque solo un 30% se usa para consumo humano, el llamado grano blanco, utilizado en productos alimenticios como las tortillas.

Ante esa situación, el 1 de julio, el próximo secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de México, Julio Berdegué Sacristán, resumió en cinco puntos la política sobre el maíz del eventual Gobierno de Claudia Sheinbaum:

No se permitirá el cultivo en México de maíz transgénico, de ningún tipo, y para ningún uso.

Seremos autosuficientes en maíz blanco no transgénico para el consumo humano. No necesitamos importar el maíz que es la base de nuestra dieta.

Promoveremos la producción en México de maíz amarillo no transgénico. Si producimos más, importaremos menos maíz amarillo.

Adherimos al decreto del presidente López Obrador, donde dice que «se podrá otorgar autorizaciones de maíz genéticamente modificado para alimentación animal y de uso industrial».

Por ser de interés nacional y mundial, promoveremos la conservación, producción y utilización de nuestros maíces nativos, así como el bienestar de las comunidades campesinas e indígenas que los cuidan, conservan y cultivan.

Luis Fernando de Haro, director de Consejo Nacional Agropecuario, un organismo que, según sus propias cifras, aglutina a 1,8 millones de productores agrícolas, ganaderos, lecheros, avicultores, porcicultores y otros, entre los cuales están varios de los consumidores de las más de 19 millones de toneladas de maíz amarillo transgénico que se importaron al país en 2023, pidió más claridad al próximo secretario de Agricultura.

Berdegué Sacristán contestó días después. «Reitero, para que se entienda: seguiremos siendo autosuficientes en maíz blanco no transgénico e impulsaremos todo lo posible la producción nacional de maíz amarillo no transgénico».