Edición n° 2952 . 21/12/2024

Más de la mitad de las informaciones periodísticas sobre migración omiten la palabra «persona»

Por Enric Llopis

A partir del análisis sobre el tratamiento mediático de las migraciones en España, el reporte concluye emitiendo una “alerta” por la deshumanización de las informaciones.

Diferentes medios de comunicación europeos –como el canal de televisión británico Sky News o el de Radiodifusión pública de Alemania ARD- hicieron público el pasado 5 de diciembre un vídeo en que aparecía un joven migrante herido de bala, disparada desde la zona de Bulgaria en la frontera de este país con Turquía; además, vecinos de la zona denunciaron que se produjeron devoluciones en caliente -de personas migrantes- que habían atravesado el área fronteriza, informó la agencia Europa Press.

El 10 de enero comenzó en el Tribunal de Apelaciones del Egeo Norte -en la isla griega de Lesbos-, el juicio contra dos trabajadores voluntarios de salvamento: Sean Binder y Sarah Mardini. Amnistía Internacional calificó de “absurdo” el juicio, y pidió a las autoridades de Grecia que retiraran todos los cargos a los que se enfrentan los activistas “por ayudar a personas refugiadas y migrantes en peligro de ahogarse en el mar”. Otras 22 personas de la misma ONG de salvamento afrontan este proceso judicial.

¿De qué modo informar sobre hechos de estas características? Una posible guía es el informe Inmigracionalismo, realizado por la federación de ONG Red Acoge, que el 15 de diciembre presentó la edición de 2022.

A partir del análisis sobre el tratamiento mediático de las migraciones en España, el reporte concluye emitiendo una “alerta” por la deshumanización de las informaciones (más del 80% no incluyen voces migrantes; el 51,4% no utilizan el sustantivo “persona” y cerca del 20% se caracterizan por un lenguaje “alarmista”, “beligerante” o “criminalizador”).

Respecto a la metodología, en el documento han participado más de 40 periodistas y profesionales de la comunicación, y 44 personas migrantes ajenas al periodismo; además, 450 personas han tomado parte en la encuesta online dirigida a la ciudadanía; para obtener la conclusiones, la Red Acoge ha analizado –durante un semestre- 2.619 piezas informativas (de 24 periódicos) relacionadas con los procesos migratorios.

Las fuentes de las que proceden las informaciones analizadas son –de manera muy mayoritaria- “institucionales” o “políticas” (71,9%); seguido de las que tienen como origen las organizaciones de la sociedad civil (21,3%); las personas migrantes (19,6%) y las fuentes policiales/militares (14,3%).

¿A qué obedece el escaso número de noticias que tiene como origen a las personas migrantes? La respuesta depende del actor al que se pregunte; según los profesionales de la información, la causa principal radica en la “inmediatez” y la “precariedad” que afecta actualmente al periodismo; si se entrevista a las personas migrantes, éstas constatan que se les “infravalora” como fuente, lo que genera “deshumanización”, “descontextualización” y dificulta una representación de la diversidad.

Durante los ocho años que la Red Acoge elabora el Informe, ha constatado usos del lenguaje que dan lugar a prejuicios y estereotipos; así, en 1.348 informaciones analizadas en 2022 no se utiliza el término “persona”; en 510 los periodistas hacen uso de un lenguaje metafórico, beligerante o hiperbólico; en 168 se da cuenta –de manera injustificada- de la nacionalidad; y en 120 los informadores emplean el calificativo “ilegal” en relación con las personas migrantes o las migraciones.

La investigación también señala, de manera crítica, las referencias a las llegadas de personas migrantes a España como “oleada”; y el uso en los medios de las expresiones “invasión” o “asalto” respecto a la entrada por las vallas de Ceuta y Melilla.

El pasado 29 de diciembre más de 150 organizaciones denunciaron que la Fiscalía española archivara las investigaciones por la muerte de al menos 40 personas –el 24 de junio- en la frontera entre Melilla y Nador; además, más de 77 personas migrantes continuaban desaparecidas, según la ONG Caminando Fronteras.

Con la citada resolución, “el Ministerio Público descarta la participación de España en la muerte y desaparición de decenas de personas, en contra de las evidencias publicadas desde el momento de los hechos”, alertaron las ONG.

Sobre este episodio de represión y muerte en la frontera, el periódico El Mundo publicó el 25 de junio una información con el siguiente titular: “Marruecos repele un asalto ‘violento’ a la valla de Melilla que acaba en una tragedia con decenas de muertos” (en los dos primeros párrafos se utilizaban los términos saltoasalto y choques).

En mayo de 2021 la página Web de Onda Cero informó –en relación con lo que definía como crisis migratoria en Ceuta– del modo siguiente: “El presidente de Ceuta, desesperado tras la oleada de inmigrantes: ‘Fue una invasión, la población tiene miedo, está asustada’”; además, uno de los enlaces de la emisora remitía a la “llegada masiva de inmigrantes, hoy, en directo” (a Ceuta y Melilla).

¿Por qué se omite el término “persona” en más de la mitad de las informaciones? Los profesionales de la información lo atribuyen –principalmente- a la “economía del lenguaje”, habitual en la redacción de los titulares; en cuanto a los usos “alarmistas” y “metafóricos”, los periodistas hacen referencia a la reproducción de los teletipos de agencia. Cuestión diferente es el calificativo “ilegal”, cuyo origen atribuyen al discurso político y del que reconocen su carga conceptual.

En caso de preguntar a las personas migrantes, éstas subrayan que omitir la palabra “persona” genera –además de deshumanización y distancia-, una polarización en términos de “nosotros” y “ellos”; también “se destaca el riesgo de priorizar la condición administrativa o migratoria frente a la condición humana”, concluye el reporte; un punto en que las personas migrantes coinciden con los informadores es que los calificativos “beligerantes” fomentan un “discurso preventivo” sobre la migración.

Un apartado relevante del estudio distingue entre la temática de las noticias, atravesadas por una “perspectiva etnocéntrica”, “occidentalista” y por la “inmediatez”; así, el 33,2% de las informaciones periodísticas tienen como contenido principal el asilo, el refugio y los desplazamientos forzosos; seguido por las que se centran en los flujos migratorios hacia España y Europa (29%), principalmente por la Frontera Sur.

Por el contrario, los contenidos con menor peso son la convivencia intercultural (2,5% de las piezas periodísticas analizadas); el género (1,79%); el racismo (1,37%) y LGTBI+ (0,2%).  

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Fuente: Rebelión