( Especial para Motor Roxana Yattah/ Psiconalista) Macri– mufa se encuadra dentro de la viveza criolla: decirle a alguien a quien se odia, pero frente a quien se siente impotencia, decirle mufaes una ocurrencia popular, una cachada. Como hace unos años lo fue Macri lpmqtp. Así,Macri mufa, re-yeta no es una superstición, ¡es un sentimiento!
La expresión perfecta del rechazo hacia este personaje nefasto de nuestra historia viva, que sigue haciendo estragos en nuestra (mala) suerte como país.
Son modos nuevos de nombrarlo, nos dan placer y nos divierten y entusiasman.Ocurrencias populares que brotan del sentimiento de impotencia, frente a un poder omnímodo que nos arrebata lo que más queremos en este momento, torciendo el rumbo de elecciones libres.
Poder cínico, desfachatado, impúdico.
En este caso, está perfectamente justificada usar la expresión y propagarla, porque se trata de una invención popular, viene con la fuerza de lo reprimido, de tanto sufrimiento sofocado a diario. Lo criollo le gana a lo gringo hostil, y esto es lo que más le duele al gringo, quedar en el lugar de la cargada, de ser excluido del grupo, de la diversión.
Así funcionó sociológicamente cuando surge y se consolida la viveza criolla (primeras décadas del siglo XX), fue la descarga de los locales frente a una inmigración que venía a arrebatarles lo propio, con desprecio y arrogancia.Fue un mecanismo de defensa que funcionó, porque después de todo el gringo ya estaba en estas tierras y se beneficiaba de ellas; de sus riquezas, de su generosidad y bonhomía. Pero lo hacía a costa de la desvalorización de lo local.
AYER LPMQLP
En aquel momento (¡cómo olvidarlo!) esta expresión se viralizó porque expresaba en forma sencilla, en breves letras un sentimiento profundo de ser perjudicados hasta límites insospechados por quienes estaban en el gobierno. Sin duda ese fue el caldo de cultivo, allí se inició la bronca contenida. Bronca que se potenció y creció hasta formar un NO A MACRI. Y, desde allí, la derrota electoral estrepitosa; que demuestra que todo el dinero del mundo no puede comprar la voluntad popular, cuando ésta logra plantarse para ganar, para no ser derrotada.
Lpmqtp, a veces lpmqtrmp fueron las letritas mágicas que cambiaron el curso de una historia, la nuestra.
Estas simples palabras pueden abrirnos nuevamente camino para deschavar a quienes nos endeudan, nos asfixian económicamente y pretenden volver. Sepan que nuestra intención es bajarlos de un hondazo. ¡Tenemos que lograrlo una vez más!
Roxana Yattah/ psicoanalista
