El ministro habló en la mañana de este jueves en un seminario de seguros. Lo hizo para tranquilizar a los mercados tras varias semanas de volatilidad
El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó que el gobierno de Javier Milei le pidió al Fondo Monetario U$S 20.000 millones y que, además, gestiona préstamos del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por otros U$S 10.000 millones. El objetivo, dijo, es que las reservas del Banco Central alcancen los U$S 50.000 millones.
Caputo aseguró que se trata de un «acuerdo» ya alcanzado con el staff técnico del FMI, y que ahora se espera que ese pacto vaya al directorio del organismo internacional para su aprobación.
El ministro hizo estas aclaraciones en un seminario organizado por una compañía de seguros en la mañana de este jueves. Agregó que convino con el FMI la difusión de estos números para intentar detener la volatilidad que afecta el valor del peso y derivar en una corrida cambiaria, con su impacto en la inflación. En las últimas dos semanas el BCRA perdió más de U$S 1400 millones en sus reservas.
Caputo no dio más definiciones que saldaran las dudas que dejó. En primer lugar, los condicionamientos que pedirá el Fondo Monetario a cambio de ese monto, que cabe recordar es nueva deuda externa que se suma al ya abultado stock de préstamos. Tampoco detalló cómo serán los plazos para la entrega de esos fondos.
Se sabe que el FMI reclama una modificación del régimen cambiario, que se podría sintetizar en la eliminación del «crawling peg» (devaluación del 1% mensual) y el reemplazo por una banda cambiaria con piso y techo; la eliminación del dólar blend (20% de las exportaciones se liquidan en el mercado financiero y no ingresan al Banco Central); y la liberación parcial del cepo.
Además, al hablar del dinero proveniente del Banco Mundial y del BID aclaró que eran «de libre disponibilidad», es decir no atados a proyectos de desarrollo o sustentabilidad, que es para lo que habitualmente prestan esos organismos, aunque, a renglón seguido, aclaró que se emplearán «también» para reforzar las reservas del Banco Central.
De esta manera, el gobierno apunta a prepararse para el incremento de la demanda de dólares que vendrá por el cambio del régimen cambiario del que derivaría una suba del precio del dólar hacia un nuevo nivel que algunos analistas ubican en torno de los $ 1300 por dólar.
En otras palabras, la fiesta financiera que alimentó los bolsillos de la especulación durante 15 meses y que está concluyendo en estos días, será pagada con más deuda que pagarán las actuales y las futuras generaciones.
Por: Randy Stagnaro