( por Raúl Hutin) Las cosas pueden salir mal, pero cuando hay intencionalidad la angustia es ilimitada. Aguantamos:
1) La pérdida del mercado interno debido a la caída del salario real a lo que se suma la cantidad de despedidos que, lamentablemente se siguen sumando
2) La ola de importaciones en condiciones desequilibrantes para la industria nacional
3) Contrabando de todo tipo e informalidad tanto por: fronteras, sistema puerta a puerta, por los valijeros, y en todos los casos sin ningún tipo de control del Estado.
4) Seguimos soportando tasas bancarias, necesarias para mantener el capital de trabajo, de hasta tres veces la inflación mensual.
5) La falta de políticas sectoriales, el no contar con interlocutores válidos y con respuestas. El permitirle a la aduana hacer la vista gorda en el control de los contenedores, el control sanitario permitirlo en origen sin saber si fue hecho o simplemente presentan un papel. El liquidar a precio vil la mercadería retenida. Todo es un combo que termina con nuestra industria
