Edición n° 2952 . 21/12/2024

Las tres claves que explican el festival de importaciones

Por Natalí Risso

El aumento de las compras externas se explica por el alza internacional del precio de la energía, por especulación como cobertura ante una eventual aceleración de la devaluación del tipo de cambio y por el crecimiento de la economía.

Con el discurso de Cristina Fernández de Kirchner todavía retumbando en los despachos oficiales, Alberto Fernández recibió en la mañana de este martes en Olivos a los ministros de Economía y Desarrollo Productivo, Martín Guzmán y Daniel Scioli, y al presidente del Banco Central, Miguel Pesce. El foco de la reunión estuvo puesto en la administración de las importaciones. Los funcionarios ya venían trabajando en este tema y se juntaron con el Presidente para analizar alternativas. «La reunión ya estaba agendada», aseguran en el Gobierno para despegar a la reunión de una posible reacción a las palabras de la vicepresidenta.

«Festival de Importaciones» es la frase que inisistió en mencionar Cristina Fernández de Kirchner, situación que se corroborará este miércoles cuando el Indec comunique la cifra histórica de las importaciones de mayo, que se calcula estará cerca de los 9000 millones de dólares.

Desde el Gobierno atribuyen, como una de las explicaciones clave de este comportamiento, al aumento de las importaciones de energía, que se triplicaron con respecto al año pasado, aunque también admiten la existencia de importaciones especulativas y un crecimiento a raíz de la propia actividad.

Crecimiento exponencial

Los principales focos del debate económico están puestos en el nivel de las importaciones. Tanto que desde el Gobierno, así como a veces abren el paraguas unos días antes de que salga el dato de la inflación, deslizaron de la misma forma la cifra de importaciones de mayo. Podrían llegar a los 8900 millones de dólares, suma que significaría un aumento de 73 por ciento con respecto a mayo de 2021.

Estos números se convierten en tendencia si se analizan los datos hacia atrás: desde que empezó el año todos los meses se importan por lo menos un 30 por ciento más que el mismo periodo del año anterior, y llega a ser el doble en algunos casos. Si se sigue con la trayectoria actual, se llegaría a diciembre con 85 mil millones de dólares en importaciones, cuando el promedio anual desde 2015 es de 58 mil aún contando el 2020 que, por su parate, tira para abajo el promedio.

Dada la dinámica industrial y de exportaciones, se necesitarían importar 74.000 millones de dólares para cumplir con los objetivos de acumulación de reservas este año. Es decir deberían mantener un número de 6000 millones mensuales de mayo a diciembre.

Diagnóstico

En el Gobierno asumen que el aumento de las importaciones tiene su origen en tres motivos: el aumento de los precios internacionales de la energía, la recuperación de la actividad industrial que, a medida que produce más, demanda más dólares, y finalmente lo que se conoce como «importaciones especulativas».

La importación de energía y combustible son partida imposibles de reducir dados sus destinos, se triplicó en mayo de este año con respecto al 2021: pasaron de 852 a 2480 millones de dólares.

Por su naturaleza, no hay dimensión numérica acerca de las importaciones especulativas para la acumulación de stock para protegerse de una posible devaluación. Es una de las tareas para el flamante titular de la Dirección General de Aduana. Teniendo en cuenta que existe un universo de 600 empresas que concentran el 75 por ciento de las importaciones del país, esta misión debería ser abordable.

La recuperación de la actividad industrial demanda más importaciones con la consecuente activación de la restricción externa: cuando la economía crece demanda dólares para importar insumos y bienes de capital que no se producen en el país, generando problemas en el sector externo.

Este crecimiento está dado principalmente por bienes intermedios y de capital: el 70 por ciento del crecimiento de las importaciones de este año está concentrado en energía y combustibles, insumos químicos, partes para productos electrónicos de Tierra del Fuego, autopartes, agroquímicos y productos farmacéuticos. Los bienes finales como calzado, textiles, heladeras, tractores y autos bajo licencias no automáticas, en cambio, representan apenas el 10 por ciento del total importado y se encuentran en descenso.

Sábana corta

Dado este panorama, y descontando que se ejercerá un especial control a las importaciones especulativas, el Gobierno se encuentra ante un dilema de «sábana corta». Ante la imposibilidad de recortar energía y combustibles, teniendo los bienes de consumo ya limitados y con baja representatividad en el total de las importaciones – y con la amenaza de la judicialización en caso de extenderla a más productos-, restringir las importaciones significa afectar al crecimiento industrial.

Por otro lado, sostener «el festival de importaciones» presiona sobre el valor del dólar con un efecto que puede tener consecuencias negativas para toda la población. Fueron 24 las veces que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner nombró la palabra importaciones en su discurso del lunes en el acto de la CTA. 

Fuente: Pagina 12