En Argentina, la energía eléctrica se produce mayoritariamente a partir de gas natural, un recurso que en 2022 significó cerca del 60% de esa matriz de generación, de acuerdo a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA).
A nivel país, la producción restante surge desde fuentes renovables, entre las que sobresalen la hidroeléctrica, con más del 21% de contribución, y la nuclear, que aporta más del 7%. En comparación con el mundo, una de las características diferenciales de la matriz nacional es la escasa generación eléctrica a partir del carbón, recurso que suma apenas un 1%.
En el escenario internacional, la descarbonización constituye uno de los objetivos máximos de la transición energética. Este combustible provoca emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), que absorben la radiación infrarroja del sol, retienen y aumentan el calor en la atmósfera, agravando el calentamiento global.
El carbón es el elemento principal en la matriz de generación China, con una participación que ronda el 57%. En tanto, Estados Unidos registra un aporte en torno al 12%, mientras que el gas natural ocupa un 32%, el petróleo un 36%, las renovables 12% y la nuclear 8%.
En efecto, la Argentina es un país que recorre una senda de plena transición, con el gas natural como recurso emblemático de este proceso. La utilización del hidrocarburo se consolida como puente hacia las energías menos contaminantes. Dibuja un horizonte sustentable, al que se acerca con cada avance conquistado en materia de renovables como la energía hidráulica.
Haciendo una comparación con países vecinos, Brasil cuenta con una participación superior al 60 por ciento en energía hidroeléctrica, siendo su principal fuente de generación. Le sigue la termoeléctrica que acapara alrededor del 20 por ciento de su matriz.
El aporte hidráulico en la Argentina
De cara a la transición energética tanto el Gobierno nacional como actores de peso dentro del ámbito privado proyectan un incremento sustancial de la potencia instalada en materia de energía hidráulica.
Esta fuente provoca bajas tasas de emisión de GEIs, además de que muestra mayor eficiencia y vida útil en comparación con otras tecnologías, de acuerdo a la información oficial.
En virtud de ello, trabajan de cara a ampliar la contribución en torno al 20% que la hidroenergía logró dentro de la matriz de generación, con el potencial de seguir incrementando ese aporte a la luz de nuevas obras, como en el caso del Proyecto de Aprovechamiento Hidroeléctrico del Río Santa Cruz.
A través de esta megaobra se apunta a poner en marcha las centrales hidroeléctricas Presidente Néstor Kirchner y Gobernador Jorge Cepernic, de una potencia instalada de 950 MW y 360 MW, respectivamente.
Los trabajos también contemplan la construcción de una línea de Extra Alta Tensión de 170 km que conectará ambas generadoras al Sistema Argentino de Interconexión (SADI).
“Entre las dos centrales, sumarán una potencia instalada de 1.310 MW, por lo que se logrará ampliar en un 11,4% el total disponible de energía generada por el agua en todo el país”, explicó Juan Manuel Pereyra, presidente de Eling Energía, empresa dedicada a la ingeniería y construcción de grandes obras de generación y transporte de energía que está a cargo del proyecto.
De acuerdo a Pereyra, el Aprovechamiento Hidroeléctrico del Río Santa Cruz traerá aparejada una serie de beneficios vinculados con el cuidado ambiental, por caso la reducción en un 6% del volumen de emisiones del SADI. Además, según adelanta, “se logrará un 2% en ahorro de combustible, teniendo en cuenta el consumo nacional actual, lo que equivale a 2,6 millones de m3 de gas natural diarios”.
Las tareas que encara Eling Energía, que cuenta con más de 45 años de experiencia acumulada en este frente, impulsarán una cadena de valor que incluirá la creación de 6.000 puestos de trabajo directos y 15.000 indirectos, así como otras 100 vacantes especializadas una vez que las centrales se encuentren en pleno funcionamiento.
Por último, en alusión al alcance del proyecto, Pereyra sostiene que dará lugar a un promedio anual en generación de electricidad de 5.283 GWh, una mejora que “afianzará la contribución de esta fuente, además de beneficiar a 1.100.000 hogares argentinos en total”.