«Ella no habla si no tiene algo importante para decir», dicen en el Senado. Disertará sobre los temas que más le preocupan: «Estado, mercado y precios, producción, trabajo y política social en una Argentina bimonetaria». La participación se gestó después de un encuentro con la CTA.
Por Melisa Molina ) La vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, volverá a aparecer públicamente este lunes a las 16 y dará un discurso en el marco de un plenario de la CTA sobre los temas que más le preocupan en este momento –«y que le preocuparon siempre», agregan desde su entorno– : «Estado, mercado y precios: producción, trabajo y política social en una Argentina bimonetaria». El lugar elegido por la vicepresidenta fue el municipio de Avellaneda y la antecederán en la palabra el secretario general de la central, Hugo Yasky, y el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat –y exintendente del municipio– Jorge Ferraresi. En el entorno de la presidenta en el Senado reina el hermetismo sobre el contenido de su alocución, pero todos aseguran que «ella no habla si no tiene algo importante para decir». Alberto Fernández hará más temprano en el Centro Cultural Kirchner donde encabezará un acto de promesa de lealtad a la bandera con más de 2000 estudiantes de cuarto grado.
Desde sectores que se referencian con la vicepresidenta insisten con los cuestionamientos al ministro de Economía, Martín Guzmán, y se muestran preocupados por las distintas medidas que fue tomando el gobierno en el último tiempo como el aumento de tarifas –no están conformes con el modo en el que se implementará la segmentación. También con la suba de las tasas de interés en un momento de alta inflación y salarios a la baja y, entre otras cuestiones, por el aumento del precio del combustible. Algo de todo esto podría ser parte del discurso.
El secretario general de la CTA, Hugo Yasky, en la antesala del evento, comentó que «hay señales positivas como que podamos empezar a discutir la renta inesperada o una ley para que paguen la deuda los que la fugaron, todos proyectos que encrespan a la derecha porque no quieren ni hablar de tocar un centavo a los que ganaron en este contexto, pero eso hay que complementarlo con medidas prácticas que apuntalen a mejorar el poder adquisitivo del salario». Además, agregó que «hay que volver sobre el tema de los formadores de precios y terminar con la idea de que el libre mercado resuelve las cosas porque ya vimos a Federico Braun riéndose de que remarca los precios todos los días. En ese punto el gobierno tiene que dar señales más claras, tiene que meterse en el fango porque nuestro pueblo está esperando que haya definiciones«.
La CTA forma parte de un grupo denominado Espacio de Producción y Trabajo que se conformó en 2020 y que nuclea a sectores que, según detallan «apuntan hacia el desarrollo de la industria nacional, a fortalecer el mercado interno, a generar empleo y a una desconcentración de la producción de alimentos, para lograr un verdadero desarrollo de la Argentina autónoma y con justicia social». Además de la CTA participan de ese espacio la Corriente Federal de los Trabajadores, el grupo de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino (Enac), la Mesa Nacional de Unidad Pyme, empresas recuperadas, entre otros.
Este grupo tuvo una reunión hace unas dos semanas con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Hang, donde le plantearon los ejes centrales de sus reclamos. Sin embargo, no fue el único que se interesó por los planteos de esos sectores, Cristina se reunió con representantes de la CTA para conversar de los mismos temas. Allí surgió la idea de hacer un encuentro ampliado con todos los delegados de la central, que son unos 1800. A ella, cuentan, también le preocupa la necesidad de reactivar la producción y generar más empleo, y la pérdida que existe del poder adquisitivo de los salarios.
«Hay graves problemas que afectan a los sectores populares y tenemos un gobierno peronista que tiene el mandato y el compromiso para resolver esos problemas. Hemos logrado garantizar que baje el desempleo, garantizar hasta cierto punto el crecimiento de la economía, pero en términos de distribución de la riqueza no hemos avanzado del cuadro desastroso que dejó Mauricio Macri«, dijo Yasky. Además, comentó que desde la CTA piden que el gobierno convoque a las centrales sindicales para discutir «un aumento para todos los trabajadores del país desde una suma fija que levante a los que están más abajo». Desde ese sector, más allá de cuestionar a Guzmán, critican al ministro de Trabajo, Claudio Moroni, porque dicen que «tiene un rol imparcial y mira desde lejos como la clase trabajadora viene perdiendo por goleada».
En diálogo con Página12, Roberto Baradel, secretario de Relaciones Internacionales de la CTA, y uno de los que participará mañana del evento en Avellaneda, comentó que «planteamos que se necesita un aumento general de los salarios por parte del gobierno porque, más allá de la paritaria que tenemos sectorialmente, hay otros sectores que no las pueden tener o no en las mismas condiciones». Como segundo punto agregó que «también que tiene que mejorar el salario mínimo vital y móvil y las jubilaciones porque con la escalada inflacionaria esos valores quedaron muy por debajo de lo necesario para que una familia pueda sustentarse«. En tercer lugar, al igual que Yasky, marcó que «es clave es tener políticas y decisión para enfrentar a los formadores de precios».
Baradel opinó que «los ciudadanos votamos al FDT para transformar la realidad, no para administrar lo que dejó el macrismo. Por eso es importante trabajar para terminar con la pobreza y no para administrarla». «Nuestro planteo es todo lo contrario a lo que planteó el presidente de la Corte, Carlos Rosenkrantz. Nosotros creemos que donde hay una necesidad nace un derecho y ellos que donde hay una necesidad hay un negocio. Eso no lo podemos permitir. Todo eso seguramente estará presente en el acto«, concluyó.