Desde la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor adelantaron que si no se resuelve la cuestión de los subsidios entre la Nación y la Ciudad de Buenos Aires las frecuencias se verán afectadas. Adelantó que hasta el próximo jueves «no debería ocurrir nada».
Luego del anuncio del Gobierno de que en septiembre quitará parte de los subsidios a los colectivos que circulan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el conflicto se recrudece y desde la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) advirtieron que «si no se llega a una solución, las empresas no tendrán dinero para pagar salarios y va a haber reducción de servicios».
«Todavía no sabemos qué va a pasar la semana que viene. Por lo menos hasta el jueves no debería ocurrir nada, no va a haber aumentos de tarifas», anticipó Luciano Fusaro, vicepresidente de la entidad, en diálogo con Rubén Suárez en La Mañana, por C5N.
Sin embargo, hay una serie de inconvenientes. Uno de ellos es «la diferencia entre Nación y Ciudad respecto a quién financia la totalidad de los subsidios de las 31 líneas que solo circulan por la Ciudad de Buenos Aires, que son el 10% de todo AMBA, 1800 unidades de 18.000». «La Nación le dijo a la Ciudad que se tiene que hacer cargo de todos sus subsidios como de hecho ya lo viene haciendo la Provincia en su jurisdicción», detalló el empresario.
Ante esto, el Ejecutivo porteño le pide al nacional que le transfiera la potestad para poder fijar tarifas. «Si la semana que viene, que hay que pagar salarios, esto no está solucionado y las empresas no reciben los subsidios que cubren lo que no se paga por tarifa, podríamos tener un problema grande», adelantó Fusaro.
En 2024, las empresas redujeron un 5% las frecuencias debido al aumento de los costos de funcionamiento y los retrasos en las tarifas.
«El ingreso total que reciben todas las empresas del AMBA, tanto de jurisdicción porteña, bonaerense y nacional, tienen ingreso congelado desde abril, con una inflación del 4% mensual. Si eso no se actualiza, tu capacidad es cada vez peor para brindar la frecuencia. El último aumento que fue en agosto no repercute en las empresas porque fue para ahorrar subsidios. Por eso sacamos un comunicado de que gradualmente se van reduciendo los servicios porque el ingreso es el mismo«, destacó.
«De no mediar solución, la reducción de servicios se va a ir acentuando en septiembre. Esto se traduce en menos frecuencia, que ya está bajando, hay 5% menos que el año pasado. Cuando la plata alcanza para cada vez menos, se empieza a reducir. Siempre se trata de mantener la hora pico y afectar los servicios nocturnos y en hora valle, para que duela menos», explicó el vicepresidente de AAETA.
Respecto a una suba de tarifas, Fusaro calculó que «en el caso de las líneas de la Ciudad, si se saca la parte que quita la Nación y la Ciudad sigue poniendo su parte, tendrías un boleto de $800, pero el Gobierno de la Ciudad no puede hacerlo porque no tiene potestad para subir tarifas».
El empresario concedió que «el usuario está pagando más por un servicio peor». «La tarifa aumentó 600% porque partimos de un 90% de costo subsidiado, pero ese mayor costo que paga el usuario está destinado a que se reduzcan los subsidios, la plata que recibe la empresa es la misma. Esa tarifa está congelada desde abril y es 15% más baja que hace un año en términos reales. El Estado se ahorra plata pero la economía de la empresa está igual o peor», concluyó.
Luego de que el Gobierno ratificara que el beneficio de la Red SUBE continuará funcionando en el AMBA sólo para los 113 colectivos de jurisdicción nacional y para los trenes, desde la Ciudad de Buenos Aires cuestionaron la decisión y señalaron: «Si sacan el subsidio, deberán tomar la decisión de aumentar las tarifas. No es razonable que le exijan a las empresas continuar brindando la misma calidad del servicio con la tarifa actual, sin contar con el subsidio nacional».
Desde la administración de Jorge Macri subrayaron que «las 31 líneas de colectivos que recorren el territorio de la Ciudad de Buenos Aires dependen directamente en todo del Gobierno Nacional», y remarcaron que quien determina «si mantiene o quita los subsidios, aumentar sus tarifas, cambiar sus recorridos o dar de baja los permisos de circulación» es Nación, por lo que reclaman que la responsabilidad de afrontar los costos del cambio en el beneficio de la Red SUBE no lo tenga que afrontar la Ciudad.
El ministro de Economía, Luis Caputo, se desligó de la situación y aseguró que el tema recae en los gobiernos porteño y bonaerense. «Es un tema de Ciudad exclusivamente, como lo es en todas las provincias», señaló, y expresó que la decisión «iguala la situación que existe en todas las otras provincias del país con Ciudad y Provincia de Buenos Aires». Sobre los subsidios, planteó que «es plata que sí pueden absorber tanto Provincia como Ciudad».
La discusión de ambas gestiones se da en paralelo al conflicto por la coparticipación: el Gobierno porteño denuncia una falta de pagos del Poder Ejecutivo tras el fallo de la Corte Suprema, mientras que Caputo afirmó que se están realizando pagos «todos los viernes».