( por Raúl Hutín / Especial para Motor Económico ) Nadie ya pone en duda que todos los parámetros de la economía del primer semestre de mandato del nuevo Gobierno son profundamente negativos. A la caída del salario real de los trabajadores activos y pasivos, se le suma peligrosamente el aumento de la desocupación y la vertiginosa caída de la actividad. Pero lo más preocupante es la incertidumbre que representa la falta de propuestas para salir de semejante crisis.
El armado de un nuevo Ministerio a medida para Sturzeenegger, grandilocuentemente llamado “Para la transformación del Estado” que las PyMES conocemos, basados en experiencias anteriores de este mismo personaje, que solo se trata de abrir negocios a empresas internacionales, vender todo lo que es vendible propiedad del Estado o sea del Pueblo de la Nación y dejar tierra arrasada.
Frente a este panorama y a la intransigencia del Sr. Presidente dispuesto a morir con las botas puestas pero a no modificar ni un ápice su política anarco-capitalista, lo que debemos hacer los argentinos y en nuestro caso los micro, pequeños y medianos empresarios, es armar un programa alternativo que enamore a la sociedad: cumplible, transparente, con metas cuantificables y con tiempos de ejecución claramente estipulados, tal que se puedan introducir las acciones correctivas necesarias.
Tampoco nadie duda que la fuerza del trabajo y la producción está básicamente concentrada en nuestro sector, ya que representamos al 98% de las empresas del país y ocupamos al 75% de la mano de obra activa privada. Pero además tenemos un sentido de pertenencia arraigado, tanto con nuestra territorialidad, con nuestro vecindario y con nuestras propias raíces. Tenemos la voluntad inquebrantable de construir un país mejor para el conjunto de ciudadanos que componemos la Patria, con equidad, con justicia social y con mejor calidad de vida.
Por lo antes expuesto y sobre la gravedad del porvenir entendemos necesario declarar la emergencia productiva para las MIPyMEs, tanto las productivas como las comerciales o de servicios, con alcance sobre el tratamiento tarifario, el impositivo, el laboral y el crediticio. Que abarque todo el país por un año a partir del 1° de julio, (ya que las promesas de recuperación en V se corrieron para el año próximo) y prorrogable en la medida que sigan corriendo el arco.
Es indispensable frente a la aprobación de la “Ley Bases” que las PYMES contemos con herramientas que equilibren la inequidad competitiva y para ello estamos trabajando en medidas relacionadas con el comercio exterior, donde entendemos que hay mucho por hacer para que nuestros productos sean competitivos en terceros mercados, pero a la vez no sea nuestra producción interna atacada con mercaderías de contra-temporada, que venga sub-facturada o a precio de dumping, o que entren los contenedores sin la verificación necesaria tanto en cantidad como en calidad, en este caso no solo del producto sino lo relacionado al riesgo de salud.
En el caso específico de la energía y más precisamente el costo del gas y de la luz para nuestras empresas, también entendemos que es mucho lo que tenemos para discutir. Ya que es absolutamente ilógico que un país con autoabastecimiento energético como es Argentina cobre la misma tarifa que aquellos países que deben importar todo su consumo y más en estos momentos donde los conflictos internacionales hicieron que los precios se elevaran notoriamente.
En el tema impositivo, venimos reclamando hace demasiado tiempo la segmentación. No puede ser que una pequeña empresa pague proporcionalmente más que una gran empresa y esto sigue sucediendo, amen que la gran empresa tiene siempre herramientas elusorias y profesionales para su armado que las PYMES carecemos. Nos prometieron bajar los impuestos y en la práctica los subieron estrepitosamente y esto provoca la caída del consumo por alza de precios artificialmente provocado.
El remanido tema de igualdad ante la ley debería demostrarse en los hechos, por eso proponemos frente a las ventajas comparativas que propone el RIGI que las PYMES cuenten con líneas de crédito para inversiones productivas subvencionadas y de acceso no burocrático. Mientras que las inversiones en bienes de capital puedan descontar el pago del IVA y demás gastos de importación de la posición mensual de impuestos.
En resumen, las PYMES tenemos intacta la vocación de producir, de formar más y mejores trabajadores, de construir un país donde puedan vivir dignamente todos y cada uno de los argentinos, que sea un orgullo para nuestros hijos y nuestros nietos vivir en esta tierra y estamos seguros que podemos y sabemos cómo hacerlo. No somos gobierno y tampoco somos escuchados por los funcionarios de las áreas que corresponde. Tal vez pronto se den cuenta que la Patria es de todos y para todos.
Raul Hutin/Secretario de la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN)