La represión se dio cerca de las vallas que ordenó colocar cerca del departamento de Cristina Fernández de Kirchner, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
La Policía de la Ciudad de Buenos Aires reprimió con palos, agua lanzada desde camiones hidrantes y gases lacrimógenos a militantes que se habían congregado en cercanías del domicilio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en el barrio de Recoleta para darle su apoyo.