Edición n° 2953 . 22/12/2024

«La persecución judicial es la forma de institucionalizar los discursos de odio»

(Por Estefanía Cendón) La abogada y directora de Asuntos Jurídicos del Senado, Graciana Peñafort, participó del ciclo de charlas que coordinan Motor Económico y la Revista ZOOM en el Espacio Pichuco de Almagro. «Cuando hay discursos de odio se destruye el tejido social. Primero te estigmatizan, luego te culpan de algo y, en función de eso, por pertenecer a ese colectivo, te privan de garantías», definió.

Espacio Pichuco abrió nuevamente sus puertas para la quinta edición del ciclo de charlas que desarrolla mensualmente Motor Económico, con el apoyo de la Revista digital ZOOM. Raúl Dellatorre fue el encargado de coordinar el encuentro con la participación de Carlos Benítez, director de la Revista ZOOM. En esta ocasión Peñafort fue convocada para dialogar a fondo sobre el lawfare (persecución judicial), el rol de la política y la dirigencia en la actualidad.

En el marco de una “charla distendida entre compañeros”, como supo definir Benítez, la letrada agradeció la invitación y elogió “la belleza y comodidad” del Espacio Pichuco. La jornada de debate contó con los intervalos musicales a cargo del bandoneonista Julio Coviello, quien deleitó al público con un repertorio de tangos, también acompañado por Dellatorre, director de Motor Económico, al finalizar el encuentro.

Al iniciar la charla Peñafort sostuvo que «Cristina Kirchner tiene una centralidad política impresionante, por eso se la estigmatiza. La persecución es parte de ese discurso que intenta quitarle relevancia y legitimidad». Asimismo, la letrada definió: «La persecución judicial es la forma de institucionalizar los discursos de odio. La vieja política donde no había enemigos, sólo contrincantes o contendientes, ya no existe. Los políticos de la actualidad tienen intereses».

«En toda sociedad siempre habrá conflictos de intereses. Yo no creo que sólo con charlar logremos llegar a acuerdos, más aún en una sociedad donde existen enormes desigualdades. No se resuelven con diálogo, sí con acciones concretas», distinguió Peñafort, quien también describió la cronología detrás de la persecución judicial: «Cuando hay discursos de odio se destruye el tejido social. Primero te estigmatizan, luego te culpan de algo y, en función de eso, por pertenecer a ese colectivo, te privan de garantías».

Táctica y estrategia

Dellatorre realizó un llamado de atención con respecto al abordaje político y comunicacional de este fenómeno: «Las persecuciones políticas no son algo nuevo, la historia del peronismo está vinculada a la persecución política. Lo que debemos resolver es si estamos acertando al explicar o dar un discurso desde lo político para discernir una campaña política de lo que es la persecución. ¿Roba un dirigente que es empresario y no se lo cuestiona?, ¿cómo desarmamos ese discurso? Necesitamos tener en claro qué se defiende y por qué”.

El periodista abrió el juego para profundizar el análisis: «Naturalmente no existe el consenso entre todos. Del otro lado van a pelear por imponer esos intereses propios como criterio general». A lo que Peñafort respondió: «El odio tiene muchas razones. La persecución judicial es una de sus máximas expresiones y, sí, realmente no es nueva. El macrismo instaló los discursos de odio. Los discursos de odio a su vez se basan en nuestros prejuicios, por ejemplo que a través de la política se roba, por lo  es muy difícil pensar contra nosotros mismos».

«¿Que ganan odiando a Cristina? Puedo entender por qué odiaban al peronismo, ya que le otorgó un espacio a un actor social que hasta ese momento nadie tenía en cuenta: el laburante, el obrero», sostuvo la jurista. Siguiendo la línea de pensamiento Peñafort esgrimió: “¡Cuanto desclasado apoyó al macrismo sabiendo que no lo iban a invitar a esa fiesta! Pienso en los jóvenes que fueron parte del atentado a Cristina Kirchner, cómo el odio los hace creer de que son parte de una fiesta a la que no son invitados».

Disputa discursiva

Quien supo alcanzar un rol vital en la creación de la Ley de Medios promulgada en 2019 declaró que “a lo largo de nuestra vida todos vamos a pasar por el poder judicial. Es mentira que los temas judiciales no le interesan a la sociedad, eso es parte del engaño”. “No nos logramos apropiar de estos temas. Al Movimiento Nacional y Popular le hacen falta intelectuales, necesitamos que todos repensemos y reflexionemos para no caer presos de un discurso”, enfatizó Peñafort.

La abogada aseguró que “la persecución también es una forma de disciplinamiento”. “Si tocás intereses, te van a perseguir. Amado Boudou estuvo preso porque no le toleraron la insolencia de romper ciertas reglas: las AFJP eran un negocio para unos pocos y no se lo perdonaron, no querían que nadie más toque esos privilegios», declaró. 

Por su parte, Dellatorre aportó un ejemplo: “Algunos plantean que la oferta argentina por el endeudamiento era una insuficiente para los acreedores privados. Si el gobierno de Macri nos metió en este conflicto: ¿cómo se plantea la idea de que debemos generar confianza en los acreedores? Esto es parte de una disputa discursiva, no debemos aceptar este tipo de conceptos que nos hacen perder la pelea de entrada”, señaló Dellatorre.

«Hay que separar los discursos de odio de la persecución judicial. La derrota empezó el 10 de diciembre de 2019, cuando no pudimos imponer las prioridades de este gobierno. Una de las prioridades tendría que haber sido la Justicia, empezamos un gobierno con Milagro Sala presa», distinguió Benítez. 

Justicia y dirigencia(s) política

«La causa Cuadernos avanzó en base a fotocopias. Una semana antes de las elecciones quemaron los cuadernos… ¡qué casualidad! Esa fue la prueba con la que pusieron preso a medio empresariado argentino. Me hubiese encantado una investigación seria sobre la corrupción en la obra pública, se debería conocer cuáles son las empresas que pagan coimas. La idea de la causa cuadernos no fue iluminar o sanear la corrupción, sino perseguir”, aseguró Peñafort.

La titular de Asuntos Jurídicos del Senado definió a la Justicia como «una antorcha que te permite ver hacia adelante, hacia el futuro”, añadiendo que “la persecución judicial apagó ese eje de luz”. “Frente al poder lo que no hay que tener es miedo. Necesitamos gobernantes con capacidad de insolencia, ser insolentes es bajar los cuadros como lo hizo Néstor. Piensen en el costo enorme que pagó Cristina, la persecución y el agobio porque nunca le tuvo respeto al poder”, confirmó.

«Todavía hay una parte de la sociedad que cree en las políticas de los buenos modales. Veo demasiados dirigentes que quieren pertenecer al poder, la sociedad tiene que aprender a diferenciar», declaró Peñafort. En sintonía, Dellatorre cerró el encuentro con una reflexión: “Graciana nos habló de un poder económico tan fuerte que tiene cooptada a la Justicia. Este ciclo de charlas debe ser una oportunidad para identificar cuál es el poder con el que nos enfrentamos y los intereses contrapuestos”.