Edición n° 2893 . 23/10/2024

La industria textil, en medio de una tormenta perfecta: 10.000 despidos y cierres de pymes

Sumado a la caída del consumo y a la apertura de las importaciones, el sector atraviesa una crisis sin precedentes y reclama condiciones de competencia leal.

(Micaela Piserchia) Un informe de la Fundación Pro Tejer reveló un panorama desolador: producto de la recesión, la industria textil ya registró 10.000 despidos en lo que va del año. Eso va de la mano de una enorme cantidad de cierres de pymes y comercios que se dedican a la venta de indumentaria.

La cifra brindada por la organización es estimada teniendo en cuenta que la publicada por el SIPA fue de 7.735 para el mes de junio. El escenario es aún más alarmante si se considera que el sector enfrenta una crisis en varios frentes, encabezado principalmente por la caída del poder adquisitivo, que derivó en el desplome del consumo.

En la misma línea, desde Pro Tejer alertaron sobre una falsa creencia alrededor de relación inversa que existe entre la apertura de las importaciones y la baja de los precios, ratificando que es la principal causa de la retracción de los precios dentro de la industria. La disminución de la demanda produce inevitablemente una baja en la producción y, por ende, la suba del costo unitario del producto dañando así la rentabilidad del producto, lo que se refleja principalmente en las pymes y en el empleo.

«La ropa es un bien que se deja de comprar cuando no tenés plata porque en todo caso seguís usando lo que tenés. Los alimentos, por más que suban lo que suban, no vas a dejar de comprarlos porque necesitas vivir», contó Luciano Galfione, presidente de la Fundación Pro Tejer.

La tendencia a la baja se acentuó durante 2024 en medio de un contexto de crisis que obligó al sector a bajar sus precios de venta y, por ende, a incrementar su rentabilidad negativa. Y en el eterno debate de la rivalidad entre la industria nacional y los productos importados, el sector continúa profundizando su panorama caótico registrando el récord de importación mínima durante este año. Hoy en día la relación entre nacional-importado está entre el 55% y 45%, aunque aclaran que no se habla de importado como producto terminado, sino de prendas que cuentan con hilados o componentes importados.

«Necesitamos condiciones de competencia leal. Hay muchas cosas que el empresario no maneja, como los costos. Lo que reclamamos son reformas estructurales que nos habían prometido en campaña, pero como no hay plata, no hay presupuesto para llevarlas a cabo y así convertir a la industria argentina en competitiva«, agregó Jorge Sorabilla, Secretario de la fundación.

Desde Pro Tejer exigen endurecer el diálogo con el Gobierno para tener mayor protección ante los importadores.

Desde Pro Tejer exigen endurecer el diálogo con el Gobierno para tener mayor protección ante los importadores.

La volatilidad cambiaria hace su juego dentro del sector, ya que afirman que el tipo de cambio también genera fuertes vaivenes en la cuestión de las ventas. En ese sentido, Pro Tejer advirtió sobre el panorama futuro contemplando un contexto en el que cada vez se fabrican menos telas dentro del país, a la vez que lamentó las consecuencias de dejar todo librado a las importaciones. Si bien este factor no necesariamente termina siendo más barato para el consumidor, sí impacta fuertemente en el empleo nacional y la productividad.

La ropa, lo que menos creció desde 2016 respecto del resto de la canasta básica y la inflación

Desde Pro Tejer aseguran que las mediciones que colocan a la indumentaria y el calzado como uno de los rubros que más aumenta mes a mes son erróneas dado que el IPC (Índice de Precios al Consumidor) no es preciso por varias razones. Entre ellas, no discrimina entre productos nacionales e importados y tampoco tiene en cuenta los cambios de hábitos de los consumidores.

El índice pondera mayormente la incidencia de los shoppings de hace 20 años atrás, situación que hoy cambió, a la vez que deja por fuera a elementos como la venta online y el deterioro del salario real. En la actualidad, la venta en shoppings representa solamente un 7% del total del volumen de la comercialización textil.

Adentrándose en los números que componen el precio final que paga el consumidor en la tienda, solo el 8,5% es percibido al 100% por la industria. Más de la mitad, como contrapartida, está consumido por los impuestos teniendo en cuenta la cadena de producción de las prendas, que está compuesta por al menos 7 eslabones y en casi todos de ellos deben abonar, por ejemplo, Ingresos Brutos dependiendo de la cantidad de provincias por la que pase el producto.

El costo de una prenda tiene cargado más de un 50% de impuestos

El costo de una prenda tiene cargado más de un 50% de impuestos

Es por ello que Pro Tejer afirmó que los precios de la ropa se mantienen por debajo de la inflación y también crecen por debajo del índice general a nivel histórico. Sobre todo teniendo en cuenta que años de servicios y bienes regulados se transformaron en la explicación de por qué hubo momentos en los que la ropa se colocó por encima del índice general.

En tanto, las políticas macroeconómicas que impone el Gobierno a partir de un crawling peg del 2% y una inflación que roza el 4%, generan que al día de hoy las industrias sean cada vez más difíciles de sostener, poniendo en peligro su propia existencia.