Edición n° 2953 . 22/12/2024

La incorporación de flotas de robots marca el presente y el futuro del mundo laboral

La automatización de tareas llegará a todo tipo de profesiones, aunque afectará más a los trabajos industriales y logísticos. Esto destruirá empleos, pero a la vez generará otros que antes no existían, en menor medida.

El futuro del empleo: sobre la robotización del trabajo de cuidados |  OpenMind

Los avances de la industria robótica generan en los seres humanos, a nivel general, una paradójica percepción. Por un lado, la tecnología se considera una aliada, pero por otro, las máquinas y su capacidad para realizar labores que incluso exigen un esfuerzo cognitivo generan cierta desconfianza.

Esta inseguridad no viene dada porque mucha gente piense que los robots puedan rebelarse y tratar de eliminar a los humanos como en los relatos de Isaac Asimov, sino porque creen que esto puede poner en riesgo su puesto de trabajo. Así lo refleja la macroencuesta realizada en 2020 por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt) y publicada el pasado mes de julio. A la pregunta sobre el balance de riesgo-beneficios de las aplicaciones de la robotización y de la inteligencia artificial en el mundo laboral, el 34% señaló que las ventajas superan a los inconvenientes, mientras que el 53% opinó lo contrario. Y ambas partes tienen argumentos a los que agarrarse.

Según las estimaciones del Foro Económico Mundial, la automatización de tareas con la implantación de robots destruirá 85 millones de puestos de trabajo, pero a su vez generará 97. Un balance positivo de 12 millones que, en principio, parece beneficioso. «El problema es que los trabajos que ahora se automatizan desemplean a un perfil de trabajadores que no van a poder asumir los nuevos puestos que se crean», explica Senén Barro, director del Centro Singular de Investigación en Tecnologías Inteligentes de la Universidad de Santiago de Compostela y catedrático en Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial.

Actualmente, España cuenta con un total de 113 robots autómatas por cada 10.000 puestos de trabajo, como señala un estudio de la Federación Internacional de Robótica, lo que la sitúa como el decimoquinto país del mundo. Y, teniendo en cuenta otras estadísticas de esta organización, la flota seguirá creciendo y cada vez a mayor ritmo. En su anterior estudio, de hace solo cinco años, eran 73. Esto obligará a muchos trabajadores a reinventarse, en especial a aquellos que tengan trabajos más industriales o logísticos, las dos tareas más sencillas de automatizar.

«Los perfiles de personal más vulnerables serían los que realizan tareas repetitivas que tienen un impacto pequeño en los procesos de producción , como movimiento de elementos en la factoría, pero también los que tienen una alta dependencia de procesos analógicos», puntualiza Sergio de los Santos, director de Laboratorio e Innovación de Telefónica Tech.

El exagerado miedo a los robots: solo el 12% de los empleos está amenazado

A pesar de esto, confía en que la llegada de los robots generará un ecosistema de convivencia equilibrado. «Más que quitarnos el trabajo, nos obligará a pensar y formarnos de manera diferente. Pero no solo es la robótica la que afecta esta visión. La digitalización ya lleva consigo un cambio para todos en nuestros puestos de trabajo y nuestras propias capacidades», explica De Los Santos. «Sigue siendo necesaria la labor humana en la visión de Industria 5.0 y su relevancia sigue siendo similar, pero ahora los perfiles y las capacidades avanzan de lo analógico hacia lo digital».

FORMACIÓN Y RECICLAJE?

Trabajo del presente y del futuro: las nuevas profesiones que se crearon y  nadie predijo (y las que vendrán) - Infobae

Para evitar que muchos de los afectados por la incursión de la inteligencia artificial queden desamparados, la formación continua en competencias digitales será importantísima. Si no, los trabajos generados no podrán asumirlos los que más los necesitan, ya que en la mayoría de casos no cuentan con los conocimientos indispensables para adaptarse a estas labores.

«La formación, tanto en los centros educativos como en las propias empresas, será fundamental para que estos trabajadores se reciclen. Pero no será menos importante la labor social de los estados, que no pueden dejar abandonadas a estas personas», complementa Senén Barro.

Por norma general, se piensa que las máquinas solo terminarán haciendo trabajos de logística o de producción, pero esta idea está muy lejos de la realidad. «Hasta en lugares como los bufetes de abogados utilizan robots para la gestión de documentos y la comparativa de sentencias que ahorran muchísimas horas de trabajo», argumenta Barro con este ejemplo.

Como comenta el catedrático, incluso los programadores e informáticos encargados de crear estos robots, verán cómo parte de las tareas que realizan terminan automatizándose. «Bien por apoyo de software o bien porque ya hay un desarrollo que va más allá del lenguaje de programación, parte del código se crea ya de forma automática».

Por tanto, aunque la inteligencia artificial nunca va a sustituir a los humanos en muchos trabajos, los tentáculos de la automatización llegarán a todo tipo de profesiones. A algunas en un futuro todavía lejano. En otras es ya una realidad. Todo el mundo sin excepción deberá adaptarse a estos nuevos ecosistemas laborales en los que en mayor o menor medida será necesario convivir con robots.

La guerra fría entre China y Estados Unidos por ser la mayor potencia económica del mundo también ha llegado a la robótica. Y por el momento, los americanos están en cabeza. Su inversión anual en desarrollo de inteligencia artificial llega a los 45 millones de euros según datos del Banco Europeo de Inversiones. China se queda en unos 20