Edición n° 2725 . 08/05/2024

La guerra en Gaza entra en una nueva fase e Israel se prepara para desmantelar el sur

  • El Ejército israelí expandió sus operaciones a toda la Franja, mientras los civiles no saben adónde huir después de que abandonaran el norte y se refugiaran en la mitad sur del enclave palestino

Javier Biosca Azcoiti / Francesca Cicardi

Tras ordenar una polémica evacuación de más de un millón de civiles que vivían en el norte de la Franja –incluida la totalidad de los residentes de Ciudad de Gaza, considerada por el Ejército israelí como el centro de operaciones de Hamas–, Israel inicia ahora una nueva fase de la guerra para desmantelar una de las grandes ciudades del sur, Jan Yunis, ordenando de nuevo la salida de miles de personas, muchos de ellos desplazados por segunda vez en un mes.

“El 3 de diciembre, el Ejército designó un área que cubre alrededor del 20% de Jan Yunis para su evacuación inmediata”, señala la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU. “Antes de las hostilidades, vivían en esta zona 117.000 personas. La zona también incluye 21 refugios con alrededor de 50.000 desplazados internos, la mayoría de ellos ya desplazados anteriormente desde el norte”.

De hecho, las autoridades israelíes cortaron la que hasta ahora había sido la principal ruta de evacuación para los civiles hacia el sur, indicada por el propio Ejército: la carretera de Salah al Din, la principal arteria que une el norte y el sur de Gaza. “Los combates y el avance militar de las Fuerzas de Defensa de Israel en la zona de Jan Yunis no permiten el movimiento de civiles a través de Salah al Din en el norte y este de la ciudad”, señaló un portavoz militar en árabe.

“En esta parte, el eje de Salah al Din constituye un campo de batalla, por lo que es extremadamente peligroso llegar hasta él”, dijo el portavoz. En su lugar, los militares habilitaron una supuesta ruta segura para que los ciudadanos huyan todavía más al sur a través de una carretera paralela a la costa mediterránea de la Franja.

Sin embargo, el Ejército confirmó el fin de semana que lanzó varias oleadas de ataques contra Jan Yunis (sur) y Deir al Balah (centro), parte de ellos realizados por la Marina contra infraestructura y equipos de las fuerzas navales de Hamas, así como contra el fondeadero en la primera localidad.

Los folletos lanzados desde el aire el viernes pedían la evacuación de los gazatíes a los refugios en Rafah, ciudad fronteriza con Egipto, pero el director para Gaza de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) –principal agencia humanitaria en la Franja– denunció este lunes que “incluso en Rafah, donde se está forzando a la gente a huir, el sonido de las bombas interrumpe el día”. “La gente pide consejo sobre dónde encontrar seguridad. No tenemos nada que decirles”.

A casi dos meses del inicio de la ofensiva en Gaza, los bombardeos israelíes dejaron 15.899 muertos, el 70% de ellos mujeres y niños, según el último recuento del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamas. Los heridos ya son 42.000 y sólo pocos centenares pudieron ser evacuados para recibir tratamiento fuera de la Franja, a través del paso fronterizo con Egipto. “El nivel de sufrimiento humano es intolerable”, señaló este lunes la presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja, Mirjana Spoljaric. “Es inaceptable que los civiles no tengan un lugar seguro al que ir en Gaza”.

“El destino de los terroristas será peor”

Jan Yunis fue una de las zonas más bombardeadas desde el domingo y periodistas y testigos locales informaron este lunes de la presencia de decenas de tanques a las afueras de la ciudad. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, señaló que “el Ejército empezó a trabajar en el sur de la Franja” y que “el destino de los terroristas en los batallones de Hamás será el mismo que en el norte o incluso peor”.

“Israel ahora tiene mucha prisa porque la presión de Estados Unidos le va marcando límites”, explica a elDiario.es Jesús A. Núñez, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH). Este sábado, la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, pidió a Israel que “haga más” por proteger a los civiles y aseguró que Washington no va a permitir “el desplazamiento forzoso de palestinos”. Por ello, Israel “va a golpear todavía de forma más brutal, concentrando su atención en el sur, sin olvidar el norte, donde se trata de ir eliminando objetivos que hayan localizado y que necesiten ser destruidos con explosivos, básicamente”, detalla Núñez.

Según el militar retirado, las tropas israelíes “en el sur van a seguir la misma táctica que siguieron en el norte y que consiste básicamente en ataques artilleros y aéreos, combinados con incursiones terrestres”. Afirma que esta nueva fase puede durar “varias semanas”, sin embargo, el experto no cree que provoquen “la eliminación total de Hamás por la vía militar”, que es el objetivo declarado de la ofensiva iniciada tras los ataques perpetrados por el grupo islamista el pasado 7 de octubre.

En un video difundido por el Ejército israelí, se puede ver al comandante del Comando Sur, el general Yaron Finkelman, arengando a las tropas que se encuentran desplegadas en Gaza. “Chicos, vamos a continuar en Shuyaiya, en otra parte, en Yabalia, y en el sur. Este combate continúa, vamos a seguir golpeándoles con toda nuestra fuerza, por tierra, aire y mar. En los próximos días, no vamos a parar. Buena suerte”, les desea (según la transcripción en inglés de sus palabras en hebreo).

El domingo, el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Herzi Halevi, se reunió con reservistas y confirmó que, aunque la operación en el norte aún no terminó, “empezamos el mismo movimiento en el sur de la Franja. No será menos poderoso que este y no tendrá menos resultados que este. Los comandantes de Hamas se enfrentarán al Ejército en cualquier parte y de manera muy fuerte”. 

Horas antes, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, dijo en una rueda de prensa que había ordenado a los militares atacar Gaza con “fuerza creciente” en esta nueva fase iniciada tras la ruptura de la tregua y repitió que el objetivo de su país es eliminar a Hamas como fuerza política y militar. “Ciudadanos de Israel, estamos en medio de una guerra difícil y amarga, pero no hay guerra más justa. Es una guerra por nuestro hogar”, dijo Netanyahu. “Aún nos espera una guerra difícil, pero al final saldremos victoriosos”.

Los hospitales sureños no dan abasto

El director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, denunció que el organismo recibió una notificación del Ejército Israelí para sacar sus suministros de dos almacenes médicos en el sur de Gaza en las próximas 24 horas “porque las operaciones terrestres los dejarán fuera de uso”. “Pedimos a Israel que retire la orden y que tome todas las medidas necesarias para proteger a los civiles y la infraestructura civil, incluidos los hospitales e instalaciones humanitarias”.

La guerra se aproxima también a los hospitales de Jan Yunis, que registraron un aumento del flujo de heridos. “No podemos absorber a más pacientes y siguen llegando”, declaraba a la BBC Paul Ley, cirujano en el Hospital Europeo de Jan Yunis, miembro de un equipo del Comité Internacional de la Cruz Roja. 

“Además de pacientes [desplazados] desde el norte, tenemos nuevos casos que vienen de los combates, que muchas veces son muy cercanos”, decía Ley. “El hospital está lleno de desplazados, entre 6.000 y 7.000 personas en los pasillos y en las afueras del hospital. El personal local está bajo ataque en sus hogares y opera con cirujanos evacuados desde el norte y que viven con otros refugiados en tiendas de plástico. Nunca salimos del hospital y nuestra presencia fue notificada a los israelíes, pero llegó metralla hasta el centro. Hasta ahora el sistema de notificación funcionó, no vemos los combates, pero los escuchamos”.

El periodista de Al Jazeera Tareq Abu Azzoum, refugiado en el Hospital Al Nasser de esa ciudad sureña, dice que desde el final de la tregua se escuchan bombardeos que no se habían escuchado antes. “Los ataques se acercan mucho más y esto da una clara señal de que los ataques en Jan Yunis aumentarán en las próximas horas”.

La ONG Médicos Sin Fronteras también informó del aumento de los heridos en el centro y sur de la Franja, y de las dificultades para atenderlos en los dos hospitales apoyados por esta organización, el de Al Aqsa, en la zona central, y el de Al Nasser. “Oímos bombardeos a nuestro alrededor, día y noche”, dice Katrien Claeys, jefa del equipo de MSF en el centro de Gaza. “En las últimas 48 horas, llegaron a urgencias del hospital Al Aqsa más de 100 muertos y más de 400 heridos. Algunos pacientes fueron llevados a cirugía de inmediato”, agrega en un comunicado.

Mientras, en el hospital Al Nasser de Jan Yunis, los desplazados aumentaron notablemente desde el sábado pasado, con nuevos refugios instalados en todos los rincones del aparcamiento, y el hospital recibe “múltiples pacientes gravemente heridos casi cada hora”, según relata Chris Hook, coordinador médico de MSF en esa localidad. “Con la situación como está en el hospital –donde ya no hay espacio disponible– asistimos a una situación terrible. Todo el mundo está realmente preocupado por lo que vendrá después”.

Los equipos de MSF tuvieron que cerrar en los últimos días dos clínicas de atención primaria, porque estaban en los barrios de Jan Yunis que Israel ordenó evacuar, lo cual conlleva que cientos de personas no dispondrán de asistencia médica. Una de esas dos clínicas había atendido a 1.800 pacientes en una semana, el 54% desplazados y el 20% menores de 5 años.