por Manlio Dinucci
Mientras los pueblos de Europa sufren las consecuencias de la inflación, más banqueros vinculados a Estados Unidos siguen llegando al poder en ese continente.
Mientras se agrava la crisis, en Europa se fortalece el «gobierno de Goldman Sachs», el poderoso banco de negocios estadounidense –o sea, en los altos cargos gubernamentales europeos aparecen cada vez más políticos provenientes del mundo de la alta finanza y de alguna manera vinculados a él.
En efecto, después de la llegada de Mario Draghi a la jefatura del gobierno en Italia, ahora vemos a otro «hombre de Goldman Sachs» promovido a la categoría de jefe del gobierno británico. Experto en fondos especulativos, el nuevo primer ministro británico, Rishi Sunak, está casado con la hija de un multimillonario indio, quien puso a Sunak en la dirección de una de sus firmas financieras. De hecho, la carrera de Sunak es muy similar a la del presidente francés Emmanuel Macron, quien se formó en el banco de negocios de los Rothschild.
Esos políticos y otros como ellos que también ocupan puestos claves en la Unión Europea, están haciéndole el juego de Washington y con ello arrastran a toda Europa hacia el abismo de la crisis. La inflación en la eurozona acaba de romper otro record al elevarse al 10% en septiembre. Su origen está en el desmesurado aumento de los precios del gas, resultado de las sanciones contra Rusia.
En este momento la Unión Europea está sustituyendo el gas natural ruso que compraba a bajo precio por el costoso gas natural licuado (GNL) que compra a Estados Unidos basándose en el precio de referencia que se decide en la Bolsa de Ámsterdam… la cual se halla bajo el control de una gran firma financiera estadounidense.
Simultáneamente, Italia se ve imposibilitada de importar el petróleo y el gas que podría adquirir a bajo precio en Libia. ¿Por qué? Porque el gobierno italiano «reconoce» y financia el gobierno títere de Trípoli mientras que declara «ilegal» el verdadero gobierno libio, que tiene su sede en Bengasi.
En una entrevista realizada por Michelangelo Severgnini, un importante representante político del gobierno de Bengasi –Abdul Hadi al-Huweej, ex ministro de Exteriores del gobierno de al-Thani, el secretario del Partido del Futuro Libio– declara que el gobierno de Bengasi puede garantizar a Italia su aprovisionamiento en petróleo y gas a precios muy inferiores a los del mercado y que además puede ofrecer a las empresas italianas grandes oportunidades de trabajo en Libia.
Es por consiguiente necesario que Italia anule las sanciones contra Rusia, que reanude la importación de gas ruso y que además concluya un acuerdo económico con Bengasi. Para eso Italia tendría que salirse de la guerra –militar, económica, política, mediática e ideológica– que está afectando gravemente nuestra vida.
Ese es el objetivo vital de la campaña ITALIA FUERA DE LA GUERRA. Iniciada hace sólo unos días, esa campaña está obteniendo un creciente apoyo.
Fuente: Voltaire net