La Cancillería rusa prometió una respuesta «fuerte» y «dolorosa» a las sanciones finacieras de Washington, que este miércoles anunció que va a penalizar a las empresas que participaron en la construcción del estratégico gasoducto Nord Stream 2.
Por Guido Vassallo
El Parlamento ucraniano aprobó este miércoles por amplia mayoría la declaración del estado de emergencia nacional al considerar como una «agresión armada» el reconocimiento por parte de Rusia de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk. La medida, propuesta por el presidente Volodimir Zelenski, fue votada horas después de que Rusia iniciara la evacuación de su personal diplomático en Kiev y de que Ucrania llamara a sus ciudadanos a abandonar territorio ruso.
Las esperanzas de una salida diplomática a la crisis parecieron desvanecerse luego de que Estados Unidos y sus aliados acusaran a Rusia de violar la soberanía de Ucrania al reconocer la independencia de las dos provincias separatistas del este ucraniano y ordenar al Ejército ruso «mantener la paz» en ellas. Estados Unidos calificó esto como un «inicio de invasión», impuso sanciones a entidades financieras rusas y personas cercanas al Kremlin y reposicionó tropas adicionales en el flanco este de la OTAN. La Cancillería rusa, en tanto, prometió una respuesta «fuerte» y «dolorosa» a las sanciones de Washington.
¿Qué implica el estado de emergencia?
El decreto de Zelenski establece que el estado de emergencia entra en vigor a partir de la medianoche del 24 de febrero por un período de 30 días en 22 regiones de Ucrania (todas menos las de Donetsk y Lugansk) y su capital Kiev. La medida contempla la prohibición de reuniones masivas y huelgas, el cambio de domicilio de militares y reservistas, y la regulación especial de las comunicaciones, Internet y televisión.
Además supone la evacuación de los habitantes de lugares peligrosos, el control de documentación de los ciudadanos y la posibilidad de plantear la prohibición de las actividades de partidos políticos y organizaciones sociales en interés de la seguridad nacional y el orden público. En caso de necesidad, el estado de excepción permite restringir la libertad de desplazamiento, el registro de medios de transporte y las pertenencias de los ciudadanos e implementar un toque de queda, decisión que delega en las autoridades regionales.
Las autoridades de Kiev adoptaron otras medidas, entre ellas el llamamiento a los reservistas, que empezó este miércoles para los adultos de entre 16 y 60 años, mientras siguen los entrenamientos de las unidades de defensa territorial y de civiles listos a defender su país de la supuesta amenaza rusa. En paralelo, la Rada Suprema dispuso la primera lectura un proyecto de ley sobre el derecho de los civiles a portar armas de fuego.
Rusia defiende la independencia de Donetsk y Lugansk
El presidente ruso, Vladimir Putin, justificó su decisión de reconocer la independencia de Donetsk y Lugansk ante su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan. En una conversación telefónica entre ambos, Putin dijo que se trató de una «necesidad objetiva» e insistió en que fue una decisión motivada por la «agresión ucraniana» y el incumplimiento por parte de Kiev de los acuerdos para el arreglo del conflicto en el Donbass.
Además, el mandatario ruso se quejó de que Estado Unidos y la OTAN hagan caso omiso de las «preocupaciones y las legítimas demandas» de Moscú en materia de garantías de seguridad, ya que Rusia exige que la alianza atlántica no se amplíe más al este y no incorpore así a Ucrania en su seno.
La situación en los territorios rebeldes
En una rueda de prensa Denis Pushilin, el líder de los prorrusos de Donetsk, aseguró: «En este momento aquí no hay tropas rusas. Pero en caso de una agresión de Ucrania esto es posible. Los documentos que firmamos nos permiten solicitar esa ayuda». Pushilin señaló que «la ampliación de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk hasta sus fronteras históricas puede resolverse por sí misma, pero preferiríamos que fuera por medio pacíficos».
Tanto los prorrusos de Donetsk como los de Lugansk denunciaron una intensificación de los ataques contra las localidades que controlan. Según Pushilin, por primera vez en mucho tiempo la ciudad de Donetsk fue atacada con cohetes GRAD, unsistema lanzacohetes múltiples. «Por lo visto es la reacción al reconocimiento de nuestra independencia», comentó el líder de la quinta ciudad más poblada de Ucrania.
A su vez, representantes de los prorrusos de Lugansk acusaron al Ejército ucraniano de atacar 12 localidades con artillería. Las regiones separatistas «piden ayuda al presidente de Rusia para contrarrestar la agresión de las fuerzas armadas de Ucrania», deslizó en ese sentido el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.https://iframely.pagina12.com.ar/api/iframe?url=https%3A%2F%2Fwww.youtube.com%2Fwatch%3Fv%3DFgosOZC6rO4&v=1&app=1&key=68ad19d170f26a7756ad0a90caf18fc1&playerjs=1
Delicada situación diplomática
A las tensiones en el Donbass se sumaron preocupantes señales en el ámbito diplomático entre Moscú y Kiev. Rusia inició la evacuación del personal de todas sus representaciones diplomáticas en Ucrania, decisión que argumentó con la necesidad de garantizar su seguridad. El inicio de la evacuación de los diplomáticos rusos se produjo poco después de que el ministerio de Asunto Exteriores de Ucrania urgiera a sus ciudadanos a abandonar el territorio de Rusia.
Kiev considera que en la circunstancia actual de tensiones militares con Rusia su capacidad de prestar asistencia consular en ese país a los ucranianos puede quedar limitada. Ucrania llamó a consultas a su embajador en Moscú y dijo que considera seriamente romper sus relaciones diplomáticas con Rusia.
EE.UU. rechaza el «teatro diplomático»
Estados Unidos criticó este miércoles el «teatro diplomático» de Rusia, aunque insistió en su disposición de retomar las negociaciones si Moscú muestra «seriedad». Así lo afirmó en una rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, un día después de que el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, cancelara su encuentro, previsto para el jueves en Ginebra, con su homólogo ruso, Serguei Lavrov.
En paralelo el vocero del Departamento de Defensa, John Kirby, dijo en una rueda de prensa que las fuerzas del país en Europa y África (USAREUR-AF) iniciarán a fin de mes maniobras militares con sus aliados, que contarán con 13 mil participantes de 13 países.
Estos ejercicios «se celebran en invierno para demostrar la capacidad de operar en condiciones austeras», apuntó Kirby, que no precisó la localización de los ejercicios. En un principio, según la página web de la OTAN, esas maniobras estaban planeadas entre el 24 de enero y el primero de abril en Estonia, Lituania, Letonia, Polonia, Eslovaquia, República Checa y Noruega. Kirby advirtió además que Moscú envió soldados adicionales a la zona de Donetsk, aunque estos militares no han avanzado más allá de esa zona.
Una respuesta «fuerte» y «dolorosa» a las sanciones
Un capítulo aparte del conflicto entre Rusia y Ucrania es el de las sanciones. Moscú prometió este miércoles una respuesta «fuerte» y «dolorosa» a las penalidades anunciadas por Estados Unidos después de que presidente Putin reconociera la independencia de Donetsk y Lugansk. «Que no haya ninguna duda: habrá una respuesta fuerte a estas sanciones, no necesariamente simétrica, pero bien calculada y dolorosa«, dijo el ministerio ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Estados Unidos había anunciado el martes una «primera tanda» de sanciones para bloquear el acceso de Rusia a los mercados financieros occidentales, advirtiendo que hay medidas adicionales «sobre la mesa» en caso de que haya una escalada en Ucrania. También anunciaron sanciones la Unión Europea, Japón, Australia, Canadá, Alemania y el Reino Unido.
La más contundente fue la decisión de Berlín de congelar la certificación del gasoducto Nord Stream 2, que ya está terminado, y que iba a aumentar el flujo de energía de Rusia hacia Alemania. El presidente estadounidense, Joe Biden, fue más allá este miércoles al anunciar sanciones contra las empresas que han participado en la construcción de dicho gasoducto. La medida afectará principalmente a Nord Stream 2 AG, empresa suiza propiedad del gigante energético ruso Gazprom.