El gobernador bonaerense conmemoró 1° de mayo y visitó el edificio de la calle Azopardo. El rechazo a la ley bases y el apoyo a la central sindical.
Axel Kicillof participó este miércoles de la movilización del 1° de mayo, organizada por la Confederación General del Trabajo (CGT) para conmemorar el Día Internacional de los trabajadores. “Estamos aquí para apoyar la unidad del movimiento obrero en un momento muy difícil para nuestro país: estamos ante una nueva embestida contra los derechos de las y los trabajadores, que busca llevarnos hacia un modelo de país primario, agroexportador y sin soberanía», dijo el gobernador de la provincia de Buenos Aires en ese marco.
El mandatario se refirió también a la Ley Bases que obtuvo media sanción en la cámara de diputados el pasado martes y destacó que se trata de un hecho de mucha gravedad «por los métodos y, sobre todo, por el contenido: no se trata de nada novedoso vinculado a la escuela austriaca, sino de una reforma laboral que apunta contra los salarios y los derechos«, apuntó. Agregó además que «el impacto ya se siente en la industria nacional y en las pymes bonaerenses: el éxito de las políticas del Gobierno nacional implica la derrota de los trabajadores, de los jubilados y de las grandes mayorías populares».
Respecto de su participación en la convocatoria, de la que también formó parte el ministro de Trabajo bonaerense Walter Correa, Kicillof señaló: «Siempre vamos a estar presentes, sin especulaciones, porque el destino de la provincia de Buenos Aires está atado al destino del movimiento obrero y la industria nacional«.
Los gordos y el gobernador
Una vez desconcentrada la convocatoria y antes de la conferencia de prensa que funcionaría de corolario, Kicillof se acercó para reunirse con los dirigentes al frente de la CGT en el edificio de la calle Azopardo. Si bien no se conocieron detalles sobre la cumbre, Héctor Daer, secretario general del organismo, dijo que el gobernador les transmitió el saludo de los bonaerenses y a su vez quiso saludar a los trabajadores.
En la reunión estuvieron presentes, además de Kicillof y Correa, el propio Daer, el ministro de Gobierno de la Provincia, Carlos Bianco, su par de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, los dirigentes cegetistas Pablo Moyano y Carlos Acuña y los sindicalistas, Abel Furlán de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y Gerardo Martínez de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), entre otros.
La base es bajar la Ley Bases
Tras la media sanción que la norma recibió en la cámara baja, el gobernador pidió al Senado que rechace la versión reducida de la ley ómnibus. “El Senado tiene que rechazar la Ley Bases de Milei”, publicó el bonaerense en sus redes sociales, aduciendo que es una norma “que institucionaliza la deserción del Estado Nacional de sus obligaciones más elementales, que consagra privilegios, deteriora derechos, resigna soberanía y profundiza la desigualdad”. Y agregó que «la ley de Milei sienta las bases para desintegrar el Estado y que en Argentina impere la ley de la selva”. Y destacó que “Para nosotros, las bases de una sociedad mejor, las bases de un futuro en común son otras: la solidaridad, la soberanía, la producción, la industria, la cultura, la ciencia, el desarrollo y los derechos”.