El premio Nobel de Economía advirtió al FMI que «a esta altura todos deberían saber que la austeridad fiscal es contraproducente» y resaltó los números conseguidos por la Argentina. Le recordó al FMI la herencia desastrosa que dejó Macri con su respaldo.
Joseph Stiglitz es mentor del ministro de Economía, Martín Guzmán. . Imagen: AFP
“La recuperación de la economía argentina es sorprendente”, dijo el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, en su última columna de opinión en el portal Project Syndicate. El economista planteó que la recomposición del mercado interno argentino es resultado de las políticas del Estado para fortalecer la economía real. “Dado el lío que heredó, el gobierno del presidente argentino Alberto Fernández a fines de 2019 parece haber logrado un milagro económico”, consideró.
Según Stiglitz, el Fondo Monetario cometería un error si le pide a la Argentina que avance en un nuevo programa de ajuste que frene la recuperación de los últimos meses. “El FMI ha ganado un nuevo respeto por respuestas efectivas a las crisis globales, desde la pandemia y el cambio climático hasta la desigualdad y la deuda. Si se invirtiera este rumbo con anticuados requisitos de austeridad a la Argentina, las consecuencias para el propio Fondo serían graves”, dijo el economista.
“El gobierno de Fernández ha señalado que está abierto a cualquier programa que no socave la recuperación económica y aumente la pobreza”, recordó Stiglitz, quien es mentor del ministro de Economía, Martín Guzmán.
El desastre que dejó Mauricio Macri
El profesor de la Universidad de Columbia muestra otra vez su apoyo a la estrategia local de no aceptar un programa de ajuste que lesione la producción y el empleo. “Si bien todos deberían saber a estas alturas que la austeridad es contraproducente, es posible que algunos estados miembros influyentes del FMI aún la defiendan”, consideró Stiglitz.
El Nobel mencionó, no obstante, que es necesario alcanzar una renegociación con el FMI luego de los desequilibrios generados en la gestión anterior. “Dado el enorme tamaño del préstamo que debe refinanciarse, un acuerdo que simplemente amplíe el plazo de amortización de 4,5 a diez años no es suficiente para aliviar las preocupaciones sobre la deuda de Argentina”.
“El FMI reconoce ahora que su programa no logró los objetivos económicos que había establecido. La evaluación expost del Fondo atribuye gran parte de la culpa al gobierno de Macri. Limpiar el desorden financiero generado en el gobierno anterior llevará años. El próximo gran desafío es llegar a un acuerdo con el FMI sobre la deuda de la era Macri”, agregó.
Los números que impresionaron a Stiglitz
“Desde el tercer trimestre de 2020 hasta el tercer trimestre de 2021, el crecimiento del PBI alcanzó el 11,9 por ciento, y ahora se estima que haya sido del 10 por ciento para 2021, casi el doble de lo pronosticado para los Estados Unidos, mientras que el empleo y la inversión se han recuperado a niveles superiores a los de cuando Fernández asumió el cargo”, resumió Stiglitz, al enumerar algunos de los datos clave de la recomposición del mercado interno.
El economista continuó que “las finanzas públicas del país también han mejorado, implementando incluso una política de recuperación contracíclica, dada por el fuerte crecimiento económico, tasas impositivas más elevadas y progresivas sobre la riqueza y la renta de las empresas y la reestructuración de la deuda de 2020”.
“También ha habido un crecimiento significativo de las exportaciones, no solo en términos de valor sino también en volumen, luego de la implementación de políticas de desarrollo diseñadas para fomentar el crecimiento en el sector transable”, agregó. “Estas incluyen reformas a las políticas crediticias; una reducción a cero de los derechos de exportación para los sectores de valor agregado, junto a tasas más altas para productos primarios e inversiones en infraestructura pública e investigación y desarrollo”.
Crítica a los mercados
Stiglitz planteó que “a pesar de este importante avance en la economía real, los medios financieros han optado por centrarse totalmente en temas como el riesgo país y la brecha cambiaria. Esos problemas no son de extrañar. Los mercados financieros están mirando la montaña de deuda tomada con el FMI que está por vencer”, dijo.
El economista consideró que la crisis de la Argentina no fue un resultado exclusivo del efecto de la pandemia sino de los desequilibrios financieros previos. “Tengamos en cuenta que la Argentina ya estaba en recesión cuando la golpeó la pandemia, debido en gran medida a la mala administración económica del anterior presidente Macri”, apuntó.
“Todos ya habían visto esa película. Un gobierno de derecha que favorecía los negocios se había ganado la confianza de los mercados financieros internacionales. Pero las políticas de esa administración resultaron ser más ideológicas que pragmáticas y favorecieron a los ricos y no a los ciudadanos comunes”, indicó.