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El ultraderechista puso en dudas el resultado del 22 de octubre y aprovechó para convocar a sus militantes a fiscalizar el balotaje. Por qué los números desacreditan la versión de Milei.
Javier Milei decidió correr un límite: no confiar en el sistema democrático. Eso es lo que se destacó de su última declaración, en una entrevista endulzada con Jaime Bayly, en la cual puso en dudas los resultados de la elección nacional del 22 de octubre. «No fueron limpias», comentó y dijo que no aceptaba el resultado.
Es la primera vez que Milei levanta la bandera del fraude que sus voceros intentaron instalar semanas atrás. Ante la pregunta si efectivamente el conteo fue modificado, el ultraderechista dijo que «hubo irregularidades de semejante tamaño que ponen en duda el resultado» y cuestionó la conformación de la Cámara Nacional Electoral. «Ese poder está muy influenciado por el poder político. Quien cuenta los votos es el que lo controla todo», agregó.
Quien contrapone a la fake news de Milei son, justamente, los números. Un informe de Centro de Investigación para la Calidad Democrática (CICad) muestra, de acuerdo con información de la Dirección Nacional Electoral, que Unión por la Patria, Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza tuvieron una cantidad similar de telegramas electorales que arrojaban «cero votos» en la jornada del 22 de octubre.
Según el informe del CICaD, en la primera vuelta electoral el partido La Libertad Avanza tuvo «cero votos» en 1.669 telegramas electorales, mientras que Unión por la Patria obtuvo el mismo resultado en 1.652 telegramas y Juntos por el Cambio en 1.675. La organización que busca promover la participación ciudadana en los procesos electorales, explicó por qué ocurren estas comunicaciones de los resultados electorales.
En su informe «Microfraude, telegramas con cero votos, escrutinio definitivo y confusión», el conteo de votos comienza cuando la urna se abre y el presidente de mesa, junto a su auxiliar y con la observación de los fiscales, cuentan los sobres en la urna y los comparan con el número de votantes. Finalizada esta tarea, se cuentan los votos emitidos por cada agrupación política.
Tras el conteo de los resultados, cada mesa confeccionan tres documentos claves: un acta de escrutinio, un certificado de escrutinio y un telegrama. Este último es el que se entrega al Correo, que lo transmite a la Justicia Electoral y a la Dirección Nacional Electoral, para realizar el escrutinio provisorio y la difusión de los resultados electorales en la misma noche de la elección.
Sin embargo, este escrutinio no tiene validez legal y nunca cubre el total de las mesas, ya que existe una pequeña proporción de telegramas que no llegan a ser enviados, que tienen errores de confección o que quedan sin completar. Luego se abre el tiempo del escrutinio definitivo, que se realiza sobre el acta de escrutinio, y lo lleva adelante la Justicia Nacional Electoral de forma descentralizada, es decir, está a cargo de los jueces federales en las PASO y de las juntas electorales en las generales y el balotaje.
Además, tras el proceso electoral, las denuncias por parte de los voceros de la ultraderecha no cesaron y que ahora Milei agita en televisión, entonces fue la Cámara Nacional Electoral la que emitió un comunicado desmintiendo las denuncias y advirtiendo que se trató de «invocaciones de fraude sin fundamento que en estos días desinforman a la opinión pública y socavan a la democracia como sistema de creencias compartidas».