En abril, se registró el primer índice de inflación de un dígito desde octubre del año pasado. ¿Cómo se comportó cada rubro y por qué desde Economía miran más la evolución de la inflación núcleo?
Dentro del índice de inflación de 8,8% promedio de abril hay rubros como el de Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles que viajó al 35,6% mensual, mostrando el impacto del ajuste de tarifas; y otros como el de alimentos y bebidas sin alcohol que desaceleró al 6%. ¿Cómo se comportó cada rubro y por qué desde Economía miran más la evolución de la inflación núcleo?
La división de mayor aumento en el mes fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (35,6%), debido a los incrementos en las tarifas de gas, agua y electricidad. Le siguieron Comunicación (14,2%), por las subas en servicios de telefonía e internet, y Prendas de vestir y calzado (9,6%), por cambios de temporada. Por último por encima del índice general quedó Salud (9,1%), con el conflicto en medio de las prepagas.
Por el contrario, rubros que venían «pasados» con la inflación pegaron un freno fuerte en abril también víctimas de la caída del consumo y de lo perecedero de sus bienes. Bebidas alcohólicas y tabaco (5,5%), Bienes y servicios varios (5,7%) y Alimentos y bebidas no alcohólicas con una variación del 6%. Por el peso específico de los rubros de alimentación dentro del índice hizo un buen contrapeso con el fuerte aumento de las tarifas.
Por encima de la inflación nacional también estuvo Educación, con el 8,6%. Por debajo de ese nivel quedaron Restaurantes y hoteles (7,3%), Recreación y cultura (7,1%), Equipamiento y mantenimiento del hogar (6,5%), todos rubros impactados por la recesión, el freno de la economía y un menor poder adquisitivo general. Transporte subió 6,3% y fue uno de los rubros que pospuso los aumentos en sus tarifas.
En lo que va del año, la división que más aumentó fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (110,5%), seguida por Comunicación (106,5%). Dos rubros con fuertes desregulaciones y actualizaciones de precios.
En lo que respecta a alimentos y bebidas, a diferencia de otros meses, no hubo tanta volatilidad en las variaciones de precios en general. Las mayores subas y bajas se dieron en productos estacionales como el tomate redondo x kilo, que aumentó un 72% o la lechuga que bajó un 26,6%.
Como la inflación núcleo no tiene en cuenta, entre otras cosas, las variaciones estacionales ni los precios de los servicios públicos (regulados), es un número que entusiasma más a mirar, pero claro está, los aumentos en las tarifas y los reacomodamientos de precios de los servicios deben hacerse aún.
Veremos en mayo, cuánto más puede llegar a bajar la inflación, y si eso es perdurable en el tiempo, ya que las correcciones de tarifas pospuestas en mayo, deberán ocurrir tarde o temprano.
Los conflictos con las empresas de colectivos y la UTA, donde impacta el boleto de colectivo, o con las deudas de Cammesa y las generadoras de energía, donde falta aún actualizar tarifas, están sobre la mesa.