Por primera vez, trabajadores de diferentes fabricantes de automóviles en Estados Unidos se unen para hacer un paro de labores.
En plena recuperación por la crisis de la pandemia, ahora la industria del automóvil se puede ver gravemente afectada por la huelga de trabajadores de General Motors, Ford y Stellantis.
Desde hace unos días, más de 10,000 trabajadores de tres plantas de montaje en Estados Unidos se declaran en huelga contra los grandes fabricantes de automóviles sindicados: General Motors, Ford y Stellantis.
Sin lugar a dudas es algo inaudito, ya que por primera vez en la historia de Estados Unidos surge una huelga en la industria automotriz con trabajadores de tres fabricantes de forma simultánea.
Esta huelga, que se ha producido después de que los tres fabricantes no ofrecieran lo exigido por el sindicato, ha sido denominada por el propio sindicato como “Stand Up”.
Las razones de la huelga
Según define el propio sindicato, esta huelga consiste en convocar algunos parones locales e ir sumando cada vez más, lo que proporciona máxima influencia y flexibilidad en la lucha por conseguir un contrato justo en cada uno de los tres grandes fabricantes de automóviles.
En sí, la convocatoria a huelga se ha producido debido a que los trabajadores piden a General Motors, Ford y Stellantis recuperar beneficios perdidos hace más de una década, cuando las empresas carecían de liquidez y estaban al borde de la quiebra.
Según el sindicato, Ford, GM y Stellantis obtuvieron en conjunto un cuarto de trillón de dólares en ganancias en América del Norte durante la última década. Pero los miembros del trabajadores nunca obtuvieron su parte justa.
Así, el sindicato ha rechazado aumentos salariales de dos dígitos con la intención de materializar sus ambiciosas reivindicaciones respecto a los salarios, prestaciones y protección de empleo en un contexto en el que los “Tres Grandes fabricantes” han registrado enormes beneficios.
Las plantas en huelga, por el momento
Esta huelga iniciada por la United Auto Workers (UAW), ha sido secundada por las plantas de montaje de General Motors en Wentzville (Missouri), con 3,600 trabajadores, Ford en Warren (Michigan), con 3,300 trabajadores y Stellantis en Toledo (Ohio), con 5,800 trabajadores.
A pesar del elevado número de trabajadores en huelga, en los días previos se esperaba que hasta 145,000 miembros del sindicato se unieran a la huelga.
