Edición n° 2874 . 04/10/2024

HOY VOTA BRASIL SU DESTINO / EL RESULTADO MARCARÁ TAMBIÉN A TODA AMÉRICA LATINA

Serán las elecciones presidenciales y de gobernaciones, quedando para el 30 de octubre una posible segunda vuelta. Las principales encuestas arrojan intención de voto de 47 % / 50 % para Lula, y 33% / 38 para Bolsonaro. Aunque la verdad estará en el conteo real de votos. Brasil en la mira del mundo. Los candidatos.

Hoy millones de votantes d Brasil definen el perfil de país que quiere para los próximos años
  • Con una población alrededor de 212 millones de personas, hay 156 millones de electores habilitados para los comicios de octubre. Este domingo 2 es el primer turno, quedando para el 30 de octubre un eventual balotaje. Este padrón tiene 9,1 millones de votantes más que la última elección de 2018, incluidos 2,1 millones de jóvenes de 16 y 17 años que se inscribieron voluntariamente para votar (el doble que en 2018). Hay 700 mil inscritos para votar en el exterior.
  • Son 11 las candidaturas que participarán de la disputa presidencial. Además de los cargos a presidente y vicepresidente se votan los gobernadores de las 27 unidades de la federación (corre la misma regla de mayoría, de primer turno y eventual balotaje en las mismas fechas), la renovación completa de la Cámara de Diputados, una renovación parcial de la Cámara de Senadores (1/3), y la composición de las Asambleas Legislativas de los Estados.
  • Según Datafolha, el 12 % de los votantes de 2018 decidió su voto el último día antes de la elección. A poco más de una semana de esta nueva contienda, el 80 % ya ha decidido su voto. Sin embargo, en esta elección hay un aspecto agudizado respecto a la anterior, y es que muchos electores se niegan a expresar públicamente su intención de voto (entre los electores de Lula, el 61 % dice tener “cierto miedo” en decir a quién va a votar), en parte debido a la creciente violencia discursiva y las agresiones de los seguidores de Bolsonaro.
  • El pasado lunes, el presidente volvió a agitar el fantasma de fraude desde Londres señalando que, si en segunda vuelta no ganaba por el 60 % de los votos, era porque “algo anormal ocurrió en el Supremo Tribunal Electoral”. Dicho organismo, asimismo, desmintió que las Fuerzas Armadas estuvieran autorizadas a hacer un recuento paralelo, resaltando que sólo le compete a la Justicia Electoral. Las Fuerzas Armadas participarán, junto con otras instituciones como el Ministerio Público y la Orden de los Abogados de Brasil, en el proceso de fiscalización.
  • Cabe recordar que esta es la sexta campaña electoral de Lula: perdió tres (1989, 1994, 1998), ganó dos (2002, 2006); en 2018, cuando comenzaba a recorrer el país, primero le balearon la caravana y luego lo pusieron preso, quitándolo de la contienda.

Últimas proyecciones

  • Según la última encuesta de Datafolha, la más grande hecha por la encuestadora en los últimos meses, Lula presenta condiciones de vencer en el primer turno. Hoy tiene el 47 % de las intenciones de voto, Bolsonaro 33 %, Ciro Gomes 7 % y Simone Tebet 5 %. Traducido a voto válido, Lula obtendría el 50 % de los votos (Bolsonaro un 35 %). De haber segunda vuelta, Lula ganaría con 54 % y Bolsonaro obtendría 38 %. Cabe tener en cuenta que dicha encuestadora ha estimado con precisión los resultados de las últimas dos segundas vueltas (+/-2 %), pero no así en las primeras. En 2018 Bolsonaro obtuvo 6 puntos menos que lo previsto (Haddad 4,3) y en 2014 la encuestadora le dio a Aécio Neves 7,5 puntos más de lo que finalmente obtuvo (y 2,4 puntos más a Dilma).
  • En cuanto a los niveles de rechazo, Bolsonaro tiene un 53 %, mientras que los de Lula son del 38 %. Desagregando, entre las mujeres el rechazo a Bolsonaro es del 56 % (36 % a Lula), el 62 % de los jóvenes declara que “nunca votaría a Bolsonaro”, y entre los más pobres el rechazo a su figura llega a 59 % (la distancia entre los dos candidatos es de 33 %). Si bien Bolsonaro ha mostrado una recuperación en un segmento de 2 a 5 salarios mínimos (donde han impactado algunas medidas que redujeron la inflación, o ciertos subsidios específicos), también es un segmento popular donde suelen verificarse movimientos de “voto útil” de fin de campaña.
  • El crecimiento de Bolsonaro se ha concentrado en dos segmentos: los evangélicos y aquellos electores vinculados con las regiones del agronegocio. En la región Centro-Oeste, Bolsonaro pasó del 37 % a principio de este año a 47 % en septiembre, quedando adelante de Lula por 17 puntos (aunque es la región menos populosa del país, con el 7,5 % del padrón). Entre los evangélicos la diferencia, que era muy pequeña a principio de año, pasó a 10 % en abril, y luego de 16 % pasó a 23 %, con cifras hoy de 50 % a favor de Bolsonaro (y 28 % de Lula). Tener la mitad del voto evangélico, siendo que el 27 % del país se reconoce en esa religión, no es un dato menor, aunque claramente no es definitorio.

El voto útil del final de la campaña electoral

  • La principal apuesta de la candidatura petista para ganar en primera vuelta es poder captar el movimiento de intenciones de voto que ocurre generalmente en la última semana de campaña, esperando que una onda hacia el “voto útil” quite de 2 % a 4 % a las intenciones de Ciro Gomes y Tebet, y estos pasen a Lula. Con ello, el umbral del 50 % de votos válidos se pasaría con claridad. La potencial “afinidad” lulista entre los votantes de Gomes y de Tebet  se respalda en el hecho de que en esos electorados el rechazo a Bolsonaro está por encima del 65 % y que 1 de cada 5 de sus electores admite la posibilidad de “voto útil”.
  • En las dos últimas elecciones presidenciales estas migraciones de último momento ocurrieron. En 2014, días antes del primer turno, los votos migraron de Marina Silva hacia Aécio Neves. En 2018 hubo un “voto útil” por partida doble: en las últimas semanas fueron hacia Bolsonaro los apoyadores de centroderecha de Geraldo Alckmin y Henrique Meirelles, y Fernando Haddad logró más fuerza con migraciones provenientes de la propia Marina Silva y Ciro Gomes.

Hacia un cuadro institucional fragmentado

  • Hace varias legislaturas que el Congreso Nacional se caracteriza por una altísima fragmentación política. El próximo presidente tendrá que interactuar con un Parlamento tan o más fragmentado que el actual. Hay un dato inquietante: de los 513 diputados actuales, 446 se presentan a reelección (un 87 %) incentivados, precisamente, por las transferencias otorgadas por el Poder Ejecutivo para uso discrecional del Congreso (para detener cualquier avance de impeachment en su contra), dejando en el camino un paquete fiscal complejo para el próximo Gobierno y una reorganización de los grupos políticos.
  • El espacio político del MDB, PSDB y otros partidos ha sido desplazado por agremiaciones más directas al propio bolsonarismo como el PL, PP y Republicanos (el principal partido evangélico), 3 de los 4 principales partidos de la Cámara en cantidad de diputados. Así, habrá un bolsonarismo parlamentario en un cuadro de alta dispersión: ninguno de los 27 partidos que hoy tienen representación en la Cámara llega hoy a 1/5 del total, y es muy probable que el próximo domingo se repita. De allí la insistencia de Lula para ampliar y fortalecer (antes de la elección) su base parlamentaria de Gobierno futuro. Las tendencias a nivel de los estados tampoco parecen muy alentadoras: hoy hay 12 partidos diferentes gobernando los 27 estados de la Federación, ninguno de los cuales controla más de 4 estados. Las estimaciones indican un panorama similar después de octubre.

Elecciones Brasil 2022: candidatas y candidatos a la presidencia

1.- Jair Bolsonaro (Partido Liberal)

El líder ultraderechista, de 67 años, se presenta a la reelección, aunque las encuestas lo sitúan lejos de esa posibilidad. El capitán retirado del Ejército fue concejal en Río de Janeiro y diputado federal por 28 años.

Ha pasado por diez partidos a lo largo de su trayectoria política. Se ha casado tres veces y es padre de cinco hijos, tres de los cuales son también políticos.

Candidato a vicepresidente: el general retirado Walter Braga Netto.


2.- Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores)

Es el favorito. Será la sexta vez que disputará las presidenciales. El ex tornero mecánico de 76 años ganó dos de sus intentos, en 2002 y 2006, ambos en segunda vuelta.

Para estas elecciones ha conseguido el apoyo de diez partidos. Pasó 580 días en prisión entre 2018 y 2019 por dos condenas por corrupción anuladas en 2021 por la Justicia.

Viudo en dos ocasiones y padre de cinco hijos, Lula contrajo de nuevo matrimonio en mayo con la socióloga Rosângela da Silva.

Candidato a vicepresidente: el liberal y ex gobernador de San Pablo Geraldo Alckmin.


3.- Ciro Gomes (Partido Democrático Laborista)

Este abogado de 64 años lo ha sido casi todo en política: desde alcalde hasta ministro pasando por gobernador y diputado.

Buscará por cuarta vez ser presidente, aunque los sondeos solo le atribuyen un 10 % de los apoyos. Referencia del centroizquierda, fue un antiguo aliado de Lula, con el que se enemistó después.

Candidata a vicepresidenta: la vicealcaldesa de Salvador, Ana Paula Matos.


4.- Simone Tebet (Movimiento Democrático Brasileño)

Es la primera vez que se presenta a las presidenciales esta senadora de centro-derecha, de 52 años, si bien los sondeos le atribuyen apenas un 2 % de los votos.

Inició su carrera política en 2002 en Mato Grosso do Sul, región fuertemente vinculada al sector agropecuario, cuyos intereses defiende asiduamente en el Congreso. De familia de ascendencia libanesa, es formada en Derecho y tiene dos hijas.

Candidata a vicepresidenta: la senadora Mara Gabrilli.


5.- Vera Lúcia Salgado (Partido Socialista de los Trabajadores Unificado)

Única candidata que se declara afroamericana, en 2018 también luchó por la Presidencia. Graduada en Ciencias Sociales, fue directora de la Central Única de los Trabajadores (CUT) y de la Federación Nacional de los Trabajadores del Ramo Textil.

A sus 54 años, antes disputó las alcaldías de San Pablo y Aracaju, así como el Gobierno de Sergipe.

Candidata a vicepresidenta: la líder indígena Raquel Tremembé.


6.- Felipe D’Avila (Nuevo)

Empresario, politólogo e ingeniero de formación, es la primera vez que disputa un cargo electivo. Tiene 58 años. En 2008 fundó el Centro de Liderazgo Publico, una plataforma sin ánimo de lucro dedicada a la formación de líderes políticos.

De pensamiento liberal, defiende la privatización de todas las empresas públicas.

Candidato a vicepresidente: el diputado federal Tiago Mitraud.


7.- Soraya Thronicke (Unión Brasil)

Senadora de 49 años. Esta abogada y empresaria se zambulló en la política en 2013 con las protestas contra la ex presidenta Dilma Rousseff (2011-2016). Ella y su familia son propietarios de una red de moteles en la ciudad de Campo Grande.

Propone eliminar los fueros de los congresistas y crear un tribunal anticorrupción.

Candidato a vicepresidente: el economista Marcos Cintra.


8.- José María Eymael (Democracia Cristiana)

Con 82 años, es el aspirante más veterano. Como Lula, luchará por sexta vez por la Presidencia. Es abogado y fue diputado federal por tres mandatos.

En el primero de ellos participó en la elaboración de la Constitución de 1988. Entre sus compromisos está “proteger los valores éticos de la familia”.

Candidato a vicepresidente: el economista Joao Barbosa.


9.- Léo Péricles (Unidad Popular)

Su candidatura es la única formada de manera integral por personas afroamericanas. Tiene 40 años, es mecánico de profesión. Vive en una ocupación de la periferia de Belo Horizonte y entró en la política a través del movimiento estudiantil.

Recientemente denunció haber recibido graves ataques de cuño racista en las redes sociales.

Candidata a vicepresidenta: la dentista Samara Martins.


10.- Sofia Manzano (Partido Comunista Brasileño)

Esta economista de 51 años ya disputó los comicios de 2014, cuando fue candidata a vicepresidenta. Dirigió la Unión de la Juventud Comunista e imparte clases en una universidad de Bahía. Defiende una jornada de trabajo de 30 horas semanales.

Candidato a vicepresidente: el periodista Antonio Alves.


11.- Roberto Jefferson (Partido Laborista Brasileño)

Aliado de Bolsonaro. También lo fue de Lula. A sus 69 años, se encuentra en prisión domiciliaria dentro de la causa que investiga la existencia de “milicias digitales” dedicadas a socavar la credibilidad de las instituciones.

En 2012, este abogado fue condenado por su participación en una trama de sobornos en el Parlamento. Fue diputado federal durante seis mandatos consecutivos.

Candidato a vicepresidente: el religioso ortodoxo Kelmon Luís da Silva.