Edición n° 2875 . 05/10/2024

Hito histórico: circula por La Plata el primer colectivo eléctrico del país

Su desarrollo requirió 250.000 dólares de inversión, la mitad de lo que cuesta un importado. Se trata del primer ómnibus con baterías de litio desarrollado en Argentina. Fue reconvertido gracias a una alianza público-privada financiada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología

Por Natalí Risso

Silencioso, sin vibraciones ni emisión de dióxido de carbono comenzó a circular este mediodía por la ciudad de La Plata el primer colectivo eléctrico del país. El vehículo tenía originalmente un motor convencional y fue reconvertido gracias a una alianza público-privada entre la empresa de transporte público de pasajeros Nueve de Julio y la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Plata (UNLP). Su desarrollo requirió 250.000 dólares de inversión, la mitad de lo que cuesta un importado. Se trata del primer ómnibus con baterías de litio desarrollado en el país, en un momento de debate clave sobre la explotación del recurso en el país. 

Fueron 18 meses de trabajo para reconvertir un vehículo que originalmente tenía un motor convencional en uno a propulsión eléctrica con baterías de litio. Es el primero en su tipo en Argentina y tiene una autonomía de 200 km. Una vez que se instale la máquina lectora de tarjeta SUBE para habilitar su circulación como transporte público, va a estar transitando por las calles de la ciudad como parte del servicio de la línea universitaria, que conecta las distintas facultades de la Universidad Nacional de La Plata.

«El mercado global cada vez nos exige más condiciones para poder competir, muchas vinculadas al cuidado del medioambiente. Nosotros trabajamos con una mirada en el futuro, estratégicamente, con esa perspectiva”, explicó el ministro de Ciencia, Tecnología e Investigación (Mincyt) Daniel Filmus durante el acto de la puesta en marcha que en La Plata calificaron como «hito histórico».  Y añadió: “Con la UNLP compartimos muchos proyectos que son un ejemplo en materia de transferencia del conocimiento al servicio de la mejora calidad de vida del pueblo”.

A través de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico, el Mincyt financió gran parte del proyecto a través de un Aporte no Reembolsable Asociativo “Movilidad Eléctrica. El financiamiento permitió que los estudiantes de ingeniería de la facultad puedieran sacarle al vehículo 0 kilómetro que aportó la empresa platense el sistema de propulsión a combustión, el motor, el tanque de combustible y los sistemas de refrigeración para hacer lugar y colocarle la batería de ion-litio, que fue importada de China. Los técnicos de Nueve de Julio realizaron las terminaciones.

Alejandro Epifanio, estudiante de Ingeniería Electrónica, destacó que durante las pruebas realizadas con el colectivo eléctrico en funcionamiento fue muy notable el contraste con un micro de combustión en relación al ruido: “Advertimos que nadie levantaba la voz para hablar”, aseguró. De acuerdo a las mediciones realizadas sobre el nivel del ruido en el coche eléctrico se registraron 66 decibeles en promedio, que es considerado como el ruido ambiente, mientras que en un coche a combustión se llega a los 87 decibeles, lo que resulta perjudicial para el ser humano. 

Otra de las ventajas tiene que ver con la ausencia de vibraciones en los micros eléctricos. “El ser humano tiene un límite máximo de vibraciones diarias que puede soportar y un chofer de colectivo supera los límites. Absorbe muchas vibraciones con su cuerpo propias del motor. En cambio, en un coche eléctrico estas vibraciones no existen porque tiene sólo una pieza móvil que es el rotor y no vibra. Entonces para el chofer y para los ocupantes es un viaje mucho más placentero y mucho menos perjudicial”, expresó el estudiante de Ingeniería Electromecánica Javier Eguren.

Agregar valor

«Patria sí, colonia no», fue una de las consignas que dejó la multitud que colmó una Plaza de Mayo lluviosa durante el último discurso de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Le respondían a ella que, acompañada por referentes políticos de su espacio y aliados, militantes de derechos humanos y su familia, marcó las bases del programa de gobierno futuro. Una de ellas: cómo administrar los recursos estratégicos, como el gas de Vaca Muerta y el litio del norte, sin perder soberanía y agregándoles valor. «Debemos tener una mirada estratégica para que vengan a explotarlo”, jerarquizó de esta manera la vicepresidenta un debate fundamental de cara a las elecciones nacionales de este año.

En la práctica, existen tres experiencias importantes que impulsan el agregado de valor desde el sector público. Por un lado, la propuesta formal de la Mesa del Litio, espacio integrado por las tres provincias dueñas de los salares donde se encuentra el mineral (Jujuy, Salta y Catamarca) y representantes del gobierno nacional. Presentarán en junio un proyecto de ley para impulsar la industrialización del mineral a través de la instrumentación de cupos para asignar un porcentaje de entre 5 y 20 por ciento del carbonato de litio extraído para proyectos de industrialización dentro del territorio nacional.

Merece la pena destacar que, en su redacción original, el proyecto de ley contaba con artículos que proponían elevar el techo de 3 por ciento a las regalías que cobran las provincias por la explotación de sus recursos de litio en suelo provincial. Si bien aún no está el texto definitivo, participantes de la mesa aseguran que el debate por la recaudación podría quedar rezagado en este año electoral. 

Por otro lado, se encuentra la planta de desarrollo de celdas y baterías de litio UniLiB impulsada por la alianza estratégica entre la UNLP, YPF-Tecnología (Y-TEC) y el Conicet. Se trata de la primera planta en la región que podrá producir baterías de ion-litio destinadas a abastecer de energía a viviendas, así como también para vehículos de mayor calibre como colectivos. 

Tras dos años de desarrollo, la planta ubicada en La Plata tiene previsto iniciar la producción de celdas nacionales en agosto o septiembre de este año. En un año, prevén llegar a la capacidad instalada total de la planta de 15 Mwh/año, «suficiente para almacenar energía para 2000 viviendas o 300 coches eléctricos por año», asegura entusiasmado en diálogo con PáginaI12 el presidente del Directorio de Y-TEC y de YPF Litio Roberto Salvarezza.

«Nuestras baterías son versátiles pero pueden estar destinadas a almacenar energía eólica y solar para utilización estacionaria de la población que se encuentra fuera del sistema eléctrico y hoy usa generador a gasoil. Podrían reemplazar este combustible que genera dióxido de carbono por un parque solar con baterías de ion litio. Hay una posibilidad de ubicar baterías en este nicho y obviamente también en el caso de provisión de baterías para las Fuerzas Armadas, radares móviles u otras aplicaciones. También es posible pensar en vehículos eléctricos como colectivos urbanos. Nos hicieron llegar el interés empresas que producen los city car, por ejemplo». 

La inversión total para la puesta en marcha fue de 5 millones de dólares, de los cuales 2 millones corresponden a la obra civil que puso la Universidad, 1,5 al equipamiento y materiales adquiridos oportunamente por YTEC que fueron complementados con otros 1,5 millones por parte del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación. El proyecto de litio incluyendo esta planta, la planta piloto de YTEC y los laboratorios implicó una inversión de total de 10 millones de dólares.

«La tecnología se transfirió a una planta que tendrá una capacidad cinco veces mayor que está instalando el gobierno de la provincia de Santiago del Estero en asociación con la Universidad Nacional de esa provincia y de la cual somos socios», continúa Salvarezza. El equipamiento requerido para esa planta demandará 10 millones de dólares. Se encuentra en proceso de compra y esperan que pueda comenzar a operar en 2024. «El interés del gobierno de la provincia es destinarlo para electromovilidad, es decir para fabricar motos, coches eléctricos y autobuses», explica el ex ministro de Ciencia y Tecnología. 

Finalmente, se encuentra en Palpalá, Jujuy, el Instituto del Litio, principal centro de investigación del mineral. Su directora, la doctora en Ciencias Químicas Victoria Flexer, que llevaba doce años investigando sobre el desarrollo de baterías de otros materiales en Bélgica, y decidió repatriarse en 2015 directo a San Salvador de Jujuy. Llegó a un edificio vacío y comenzó a reclutar investigadores de todo el país: «En 2015 el gobierno nacional ni nos miraba. Tuvimos el apoyo enorme de la Universidad de Jujuy y, taladro en mano, los y las investigadoras pudimos instalar los equipos que fuimos consiguiendo gracias a diferentes financiamientos», contaba aPáginaI12 durante una visita al centro.

El Instituto realiza diferentes ensayos vinculados a investigar y desarrollar métodos de extracción alternativos del litio que den una mayor eficiencia en tiempos y aprovechamiento de materiales de uno de los minerales más cotizados a nivel mundial, a la vez que sean sustentables medioambientalmente. 

Fuente: Página 12