» Motor económico rescata esta entrevista al historiador/ sociólogo Albreht Ritschl, realizada el año pasado. Por su total vigencia en el contexto actual de un mundo pandémico, en el que se suele disociar crisis sanitaria con la economía . Lor organismos internacionales , los gobiernos y numerosas consultoras mundiales siguen realizando medidas econométricas (Econometría es la aplicación de métodos estadísticos y matemáticos al análisis de datos económicos con el propósito de dar contenido empírico a las teorías económicas y verificarlas o refutarlas) con parámetros pre/pandémicos y sin contar con elementos científicos profundos, serios y con cierta unanimidad de la comunidad científica en lo que respecta a cuándo concluirá esta peste global, y qué afectación real tendrá en la humanidad, ya sea en su economía, hábitos de vida ,salud y futuro», Hector Sosa Editor de Motor Económico y Motor de Ideas.
DW: Usted estudia las crisis económicas desde la perspectiva de la Historia, ¿cuáles son las principales características de una crisis económica?
Albrecht Ritschl: Disminución de la demanda, colapso de la producción, desempleo masivo, crisis financiera, y luego, a menudo, sigue una crisis de deuda pública nacional.
¿En cuál de esas fases estamos en la actual crisis?
Estamos solo al principio de la crisis. La cual puede empeorar tanto que derive en una crisis económica mundial como la de principios de los años 30 del siglo pasado. Ni una disminución del producto interno bruto de un 20 por ciento puede ser completamente descartada. El panorama es sombrío y depende de cuánto tiempo duren las medidas de cuarentena.
La economía está casi completamente congelada, casi todas las actividades están paralizadas. ¿Había ocurrido antes algo comparable?
Cualquier comparación es engañosa. La más precisa es probablemente la comparación con las economías de guerra. Durante las guerras mundiales, restaurantes, pequeñas tiendas y negocios de manufacturas y artesanos fueron cerrados en todas partes. La razón de esto fue, por supuesto, liberar recursos para la economía de guerra. No tenemos eso ahora. Esa es la gran diferencia. Sin embargo, ya podemos decir que algunas áreas podrían reducirse de manera similar a las guerras, en donde la economía se ha reducido en ciertas áreas hasta en un 70 por ciento.
¿Cuánto tiempo puede durar un estancamiento económico de estas magnitudes?
Por supuesto que todos estamos desconcertados por la escasez de algunos suministros o el malestar social que se avecina. Esa es la razón por la que algunos políticos están entrando en pánico en varias partes del mundo. Lo vemos más claramente con el presidente de Estados Unidos, que intenta salvar su pellejo prometiendo volver a poner en marcha la economía después de Semana Santa. Nadie se sabe en qué se basó para llegar a esa conclusión . Pero a menudo se da el caso de que el cálculo político funciona de forma diferente al análisis de un experto.
¿Tiene el Estado el poder de configurar la política económica en tales situaciones?
Lo que ahora vemos es una estrategia comparable a la acción de lanzar dinero desde un helicóptero, como lo que se propone el Gobierno de Estados Unidos. Pero el subsidio por trabajo de corta duración en Alemania no es muy diferente. Esto también es algo que ya conocemos de las guerras mundiales. Esto es básicamente un intento de extinguir el fuego financiero. Es una acción reactiva, pero no un poder real para dar forma a las cosas. La gran incógnita radica en las medidas de contención y sus efectos. ¿No resulta la cura radical peor que la enfermedad? Este dilema está siendo muy debatido en este momento.
El historiador Albrecht Ritschl
Los Estados están gastando mucho dinero, o más exactamente lo están imprimiendo. ¿Es la inflación el resultado inevitable?
Se desconoce si eso realmente ocurrirá: todos los economistas lo predijeron para el período posterior a la crisis financiera de 2008. Y todos nos equivocamos, yo incluido. Mi punto es que no sabemos realmente. Pero asumiendo el riesgo de hacer el ridículo dos veces, insisto: el riesgo está ahí.
¿Cómo transforman las crisis la economía?
El principal efecto es el cambio en la forma de trabajar en sectores como el industrial, por ejemplo. El ejemplo típico es lo que estamos haciendo ahora mismo: el trabajo desde casa. Me puedo imaginar que gran parte de esta forma de trabajar seguirá siendo la misma. Todas las grandes guerras, todas las grandes crisis han llevado a un cambio en la forma de trabajar.
¿Un ejemplo?
Primera Guerra Mundial: fortalecimiento del empleo de la mujer, reconocimiento de los sindicatos, reconocimiento de la jornada de ocho horas, aplicación del sufragio universal. Los años 30 fueron el violento intento de hacer retroceder esos avances. Después de la Segunda Guerra Mundial, vemos entonces la implementación de la producción industrial en masa, el surgimiento de una sociedad de consumo, el acceso masivo a una mejor educación. Todos estos son ejemplos, todos estos fueron cambios después de graves crisis económicas.
¿Existen factores que ayuden a la recuperación de una crisis?
La verdadera fuerza impulsora de la recuperación de una crisis es la deuda pública. Si un país tenía un nivel relativamente bajo de deuda pública antes de que se produjera una crisis —y, por tanto, también opciones de acción para una política fiscal—, entonces será más fácil y rápido salir de la crisis. Los países más endeudados desde antes de una crisis terminaron teniendo que hacer frente a una escalada de la deuda pública. El sur de Europa después de la crisis financiera de 2008 es el ejemplo clásico y lo será de nuevo ahora.
¿Se puede deducir de eso que Alemania está bien preparada?
Con su controvertida política de cero endeudamiento, Alemania, por así decirlo, conservó su munición en buen estado para poder tomar ahora contramedidas a gran escala. En este sentido, Alemania ya está en una buena posición. Pero el problema que tenemos en Alemania es que hoy somos más interdependientes a nivel internacional que la mayoría de las grandes economías. Esto significa que dependemos más que otros de que a nuestros vecinos les vaya bien.
- Albrecht Ritschl es historiador económico. Ritschl es profesor de la London School of Economics desde 2007.
(jov/few)