(Por Estefanía Cendón) El editor general de Motor Económico y Motor de Ideas , el periodista y analista de medios ,Héctor Sosa, analizó la actualidad argentina desde un enfoque económico, social y cultural en una entrevista con «Canto Maestro», el espacio radial de CTERA conducido por Miguel Demichelis . «Pedirle al gobierno que priorice la solidaridad y un Estado presente en la educación, en la salud o en la cultura, es pedirle clemencia al verdugo. Se debe trabajar mucho ante una sociedad que hoy está fragmentada», aseguró el periodista y analista de medios
«Hoy Argentina se ha convertido en un laboratorio social/cultural , donde se está aplicando una política ultra conservadora y con ciertos perfiles fascistas en el plano cultural. En lo económico el enfoque es clásico y ortodoxo, aunque algunos quieren vender que hablamos de un formato de economía distinto» inició la charla Sosa, diferenciando que al evaluar la situación del país es necesario distinguir tanto aspectos económicos como «la batalla cultural que se está desarrollando a nivel local y en el mundo».
«En el caso de Argentina y con Milei observamos una continuidad en la irrupción de espacios neoliberales, donde es el mercado el que define gran parte de la vida de la sociedad. Es así que existen unas 40 empresas ligadas a la alimentación, la industria, la cultura y me refiero a un mercado monopólico que impone el precio de los bienes y alimentos básicos. Te define la vida que vas a tener», describió el comunicador.
El editor de la revista digital Motor de Ideas incursionó en la definición del contexto actual y el impacto social que genera: «En este laboratorio se trata de combinar, con el apoyo de las élites, una economía a ultranza de mercado con una acción cultural, social y de seguridad con profundidad fascista. Esto significa que se impone un modelo y un tipo de sociedad que se busca alcanzar».
«Argentina hoy es un país que se proyecta como liberado totalmente al mercado, con ausencia del Estado, atravesado por una batalla cultural en donde se reivindica a la persona y las acciones individuales como hacedoras de lo que puede ocurrir en un país», indicó el analista de medios, a lo que añadió una perspectiva que se desprende de este enfoque: «Vos fracasás o triunfás porque sos un triunfador o un fracasado. Generalmente este tipo de políticas y gobiernos coloca al fracasado en las capas populares y al triunfador en las capas altas«.
¿Cómo abordar la actualidad?
«Hay una parte importante de la sociedad que aún en esta crisis le brinda apoyo al gobierno de Milei ( se asegura que varía entre un piso del 39% y un techo del 48%), lo que evita que haya una implosión o explosión social.
¿Cuánto se prolonga una situación donde la política de un gobierno no cambia?:
Hoy el proceso represivo que en su momento implantó la dictadura ha sido reemplazado por un trabajo importante y audaz, pero no bien estudiado por las clases dirigentes, con fuerte hincapié en la comunicación. La comunicación como constructora de relatos y sentido. Y allí la batalla cultural-por ahora- la va ganando el gobierno de ultraderecha», contextualizó el periodista.
«Tenemos que replantearnos por qué se llegó a esta instancia. Por qué existe ese 40% que es fuerte, sobre todo, en los sectores medios bajos, como también en parte de la clase media urbana. Cabe destacar que esos sectores que sostienen a Milei son jóvenes subocupados o desocupados», observó el docente.
Con respecto a cómo abordar el contexto actual, expresó el especialista en medios populares: «Le exigimos al verdugo que no accione la guillotina cuando debería ser al revés: tenemos que replantearnos por qué llegamos a este punto. Pedirle al gobierno que haga lo que nosotros creemos que es una sociedad donde se prioriza la solidaridad y un Estado presente en educación, en salud o en la cultura, exigir o pedir eso es pedirle clemencia al verdugo».
«Ni Martínez de Hoz iba a cambiar en su momento, ni Domingo Cavallo. Tampoco va a a cambiar Sturzenegger, Caputo, Milei o Macri. Durante 2024 desarrollamos un proceso de capacitación desde Motor Económico, con motivo de los 8 años que cumple el medio, y entendemos que exigirle o pedir eso al gobierno es pedirle al verdugo clemencia», indicó Sosa.
Acerca de qué acciones es importante desarrollar, definió el entrevistado: «En primer lugar, es necesario estudiar seriamente cómo han desarrollado el concepto del odio; como segundo punto es importante comprender por qué existe ese 40% fuerte, que si uno lo tendría que ubicar lo haría en los sectores medios-bajos, una parte de la clase media urbana, chicos que están subocupados o desocupados, y que son los sectores que sostienen a Milei».
Desentrañar la estrategia
«Para la construcción del odio también es importante definir sectores a quiénes odiar. No sólo ocurre con Milei, porque esto se desarrolló hace muchos años pero se observa con más fuerza desde el macrismo en adelante», observó Sosa, para luego plantear: «¿Cuáles fueron los años en los que hubo mayores niveles de distribución de la riqueza o mayores niveles de apoyo a la cultura, de construcción de hospitales, universidades, etc.? Vamos a ubicarlo durante los 12 años de kirchnerismo». Siguiendo el razonamiento, distinguió el editor de Motor Económico: «Por lo tanto, partiendo de ese razonamiento, es importante ubicar como algo malo al proceso kirchnerista y señalar a sus líderes como los que robaron, los que se llevaron un PBI, los que definieron la ruta del dinero K. Todo eso forma parte de la batalla cultural y es algo que han construido bien. Esa parte de la comunicación, la creación de sentido, la han hecho bien».
«La pelota está en nuestro campo. Es necesario reconstruir un modo de explicar que si no hay un Estado presente, si no hay una construcción del relato que contenga y comunique de manera sencilla a una parte importante de la juventud que no contar con un Estado presente, no tener educación o un espacio de atención de salud dificulta seguir adelante», explicó el especialista.
Sosa planteó una estrategia para enfrentar la situación analizada: «¿Hasta dónde puede llegar una política como esta? La batalla cultural va más allá de lo económico, aunque lo incluye. Hay una etapa de recepción en donde debemos revisar cuáles fueron los errores cometidos, pero no para hacerlos públicos en los sets de televisión, sino para hacerlo con profundidad y entender cómo hacer un proceso de actualización de un mundo que cambió».
«Este es otro mundo, un mundo distinto y multipolar. Ahora estamos en una etapa de resistencia, más allá de que hay una parte de la juventud que sigue sosteniendo a Milei. A los jóvenes que votaron a Milei, casi el 65% de nuestros jóvenes, cuando se les pregunta si están de acuerdo con que haya escuela primaria, secundaria y universidades públicas te dicen que sí. Si les consultan si los hospitales deben seguir siendo públicos, asienten también. La contradicción radica en que se vota a Milei, pero cuando te dirigís a segundas y terceras preguntas quieren lo público. Se debe trabajar mucho ante una sociedad que hoy está fragmentada», concluyó el editor de Motor Económico.