Edición n° 2883 . 13/10/2024

Guillermo Oglietti sostuvo que la banca «ha sido cómplice en la fuga de capitales y el endeudamiento público en la Argentina»

El economista Guillermo Oglietti sostuvo que la banca «ha sido cómplice en la fuga de capitales y el endeudamiento público en la Argentina» y propuso aplicarle la misma alícuota impositiva de Ganancias que en Bolivia, de tal manera que en una década se obtendrían recursos adicionales equivalentes a la mitad del préstamo otorgado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Oglietti disertó en la presentación de su libro «La mano visible de la banca invisible» que escribió junto con Sergio Martín Páez, que tuvo lugar en el Centro Cultural de la Cooperación de la Ciudad de Buenos Aires con la presencia de los exvicepresidentes de la Argentina, Amado Boudou, y de Bolivia, Álvaro García Linera.

La investigación realizada para el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) describe una serie de denominadores comunes del sector financiero en América Latina, al que Oglietti consideró en su presentación tanto «sobrevalorado» como «inexpugnable» y «mezquino.



«En tiempos en que la Argentina hace este acuerdo con el oso del FMI, a sabiendas de que el oso tarde o temprano lo va a abrazar, es bueno identificar los orígenes de los problemas», planteó Oglietti, para quien «uno de los orígenes es la banca, cómplice en la fuga de capitales y en el endeudamiento público de la Argentina».

Para el economista, no sólo ese proceso tiene que parar sino que, además, «tenemos que buscar un resarcimiento, porque el sector financiero no sólo debe pagar sino que puede hacerlo».

«La banca argentina es la que más rentabilidad tiene en toda América Latina y a su vez la que menos impuestos paga después de Paraguay», aseguró.

Ese resarcimiento consiste en subir la alícuota de Ganancias a niveles similares a los que paga la banca en Bolivia, del 42%.

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«En Bolivia se les subió la alícuota y no pasó nada, es una de las bancas más eficientes de Sudamérica», puntualizó.

En ese sentido, Oglietti indicó que «si la Argentina le cobrara al sector bancario lo mismo que Bolivia le cobra en impuestos, tendría ingresos equivalentes a casi US$ 2.000 millones adicionales por año».

Es decir que «en una década se obtendrían recursos por casi la mitad de la deuda con el FMI, ese sería el resarcimiento», completó Oglietti, quien presentó a García Linera y Boudou como «los únicos que se atrevieron a tocarle las almorranas al poder financiero en América Latina».

Oglietti detalló «varios patrones» en la banca latinoamericana en la investigación desarrollada para la Celag:

1.- Es un sector sobrevalorado: «se ha demostrado que la contribución del sector financiero al bienestar y el desarrollo es mínima», ya que «el capital que invierten es casi todo de los depositantes, no de los accionistas», indicó.

«Tampoco corre riesgos, porque cuando hay una crisis es el Estado el que sale a respaldarlo, como en Estados Unidos y Europa en la crisis de 2008 y 2009», añadió.

Para Oglietti, «en la Argentina, su contribución al desarrollo y al bienestar no sólo es poca sino directamente negativa», al punto que «la fuga de capitales que hay en el país y en América Latina no podría suceder sin el contubernio de la banca».

2.- Es inexpugnable: «Nadie se atreve a enfrentarla, tiene poder de fuego por sí solo», manifestó, para agregar que «en muchos casos los bancos son propietarios de medios de comunicación o son grandes anunciantes y en otros, tienen un gran poder de ‘lobby’ para que sus intereses estén sobre representados en el Parlamento, el Gobierno y el Banco Central».

«Y si por sí solo ese poder de fuego no fuera suficiente, una parte importante de la banca latinoamericana es extranjera, es decir se le suma el poder de fuego de las embajadas», planteó.

Pero además, advirtió, «se le suma el poder de fuego del FMI, en el que existe una puerta giratoria, porque cuando sus directivos dejan de trabajar en el organismo van a desempeñarse a los grandes conglomerados financieros».

3.- Es mezquino: «toda empresa quiere ganar dinero y está bien que así sea, pero los bancos aportan muy poco y tienen ganancias extraordinarias, es un lucro sin esfuerzo que indigna a los trabajadores y a los empresarios y genera malos incentivos», denunció.

Para Oglietti, «eso explica por qué hay una élite muy financiarizada, especialmente en la ciudad de Buenos Aires, donde la mayoría de los bancos tienen sus sedes centrales».

Al respecto, señaló que «los bancos europeos radicados en la región, más de la mitad de sus ganancias la obtienen en América Latina», donde los beneficios llegan a quintuplicar los que logran en el viejo continente.

4.- Está «vacunado contra la Covid»: «En 2020, durante la pandemia, cuando la economía caía un 10% y cerraban los comercios y las industrias, la banca argentina ganó US$ 4.400 millones de dólares, una ganancia alocada», describió, además de marcar la diferencia con el desempeño de los mismos bancos en Europa.

Al respecto, aseguró que mientras la mayoría de los bancos europeos tuvieron pérdidas en 2020, los balances de los españoles Santander y BBVA fueron favorables, «porque tuvieron ganancias en América Latina que les permitió compensar las pérdidas en Europa».

Asimismo, indicó que la banca extranjera «se lleva de América Latina todos los años ‘una Bolivia'», para graficar que las ganancias giradas a sus casas matrices, de unos US$ 25.000 millones, es equivalente al producto bruto del país del Altiplano.