Edición n° 2882 . 12/10/2024

Fuentes Seguras. Lazos y rupturas

Capitalismo: guerra interior. Amo y esclavo. El blues de Misisipi. Trump. Africa, en marcha. El Papa en Portugal

El vínculo y el quiebre entre capital financiero y capital productivo. La acción de los Estados. Las tecnologías y el aprendizaje. ¿Qué financiar? Nuevos informes sobre la crisis humanitaria en los Estados Unidos. Donald Trump. Africa: Niger, Mali, Burkina Faso. El Papa en Portugal: millones.

Por Gabriel Fernández *

Las reuniones destinadas a establecer nexos entre el poder corporativo occidental y los emergentes multipolares en el marco de un proceso de cambios indetenible puede concretarse porque esos intereses existen y -pese a la progresividad de uno y el deterioro del otro- controlan partes del globo. Esto fue apuntado aquí en varias ocasiones, aunque el interés de los preocupados por la política internacional detonó en el artículo anterior de la saga. Es que la imagen de Henry Kissinger y Xi Jinping dialogando franca y amablemente impacta y permite situar la vibración del presente en su justa medida.

LA GUERRA INTERNA DEL CAPITALISMO. Tras ese texto y alguna irrupción audiovisual este periodista recibió tres llamados del misterioso Gauchito Gil. Entusiasmado, este sabio moderno desplegó su mirada sobre la cuestión: resultó demasiado interesante como para guardarla en vez de compartirla. Pero ¿qué aportes son estos que ameritan su inclusión en nuestras Fuentes Seguras? Asómese, lector.

Al decir del columnista oculto, “el capital financiero no está desacoplado al capital productivo. Cuando le presto plata a alguien, sea una tasa usuraria o no, lo que necesito es que ese alguien produzca algo, lo venda, saque ganancia, para poder re pagarme, porque si no gana plata, no me paga. El circuito financiero requiere un circuito productivo anexo que lo complemente. ¡Qué sucedió en las últimas décadas? La internacionalización de la producción”.

Sobre esta base, cuya descripción no debe cristalizarse sino ayudar a desplegar la comprensión de las transformaciones, fue hacia atrás, y luego hacia adelante: “El capital financiero de un país podía estar entrelazado con el capital productivo de otro país. Esto empezó antes de China, empezó con Japón, Corea, Taiwán. Con la idea de bueno no financiemos la producción en nuestros países, sino que financiemos a terceros países en el sudeste asiático así sacan más ganancias y esas ganancias nos la quedamos nosotros bajo la forma de usura”.

“A esto hay que agregarle la cuestión de la moneda”, precisó. “Es fácil, más barato y eficiente financiar desde un centro emisor de moneda internacional; no es lo mismo que financiarlo con moneda local, periférica, o con mercados de capitales menos desarrollados. Una especie de división del trabajo, dicho de alguna manera, conde unos países se encargan de algunas cosas y otros, de otras”.

Como suele suceder con sus irrupciones radiales en La Señal, cuando parece que todo está oscuro, surge la comprensión. “La emisión de moneda y la protección de las relaciones de propiedad dentro de las inversiones, son el principal objetivo de la Defensa. porque el comercio no requiere Defensa, no requiere de alguien que defienda militarmente los intereses de tu comercio. Vos vas intercambiás con alguien, y se acabó. Lo que necesitás es una industria militar fuerte para sostener tus inversiones extranjeras en esos países. Para que acepten tu moneda”.

Entonces, “el complejo militar industrial va con el capital financiero porque es el garante de los derechos de propiedad y de la validez de la moneda internacional. Así se comprende el porqué de esta diplomacia militar que están proponiendo los Estados Unidos; es importante para los Estados Unidos y para el sistema financiero, para Wall Street. Para que ese circuito se cierre, los que están del lado productivo tienen que aceptar estar en ese rol. Eso es lo que ya no están aceptando”.

En esta narración se puede absorber, si se piensa un rato (despojados de prisa), cómo nuestro apasionante presente puede devenir sendero multipolar y negociación permanente en base a los registros “objetivos” que cada protagonista puede mostrar. Claro que la dificultad salta a la vista. Aquella frase “Todo mundo piensa en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo” se puede aplicar al núcleo duro del capital financiero. De allí que los esfuerzos occidentales recaigan sobre las encorvadas espaldas de Kissinger, quien no comparte el perfil ofrecido por Davos ni por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), como nos apuntó el especialista Walter Formento en un breve mensaje a raíz del mismo texto. Mientras Xi es un representante genuino, directo, del espacio multipolar, su interlocutor debe hacer uso de toda su experiencia para sostener la puerta entre abierta.

Sigamos con el Gauchito“Los que aceptaban la moneda internacional, aceptaban las inversiones extranjeras y aceptaban que su plusvalía se fuera en pagos financieros: ya no lo están aceptando. Lo que empieza a suceder es que ese circuito global se está cortando. Por lo tanto el capital financiero se está achicando a nivel global, particularmente en Occidente. Entiendo que lo que ves como una guerra contra el capitalismo productivo tiene que ver con ese achicamiento”.

¿Cuál es el sentido entonces? “Es una cuestión de por lo menos garantizar que a pesar de ser más pequeños logren garantizar su hegemonía dentro de las decisiones de los países occidentales. Que crezca el capital productivo en los países occidentales, por ejemplo que crezca Alemania, es un problema para este sector, porque se va achicando mientras el otro va creciendo. El establishment de tu país, el círculo rojo, está cambiando. Cada vez hay menos sillas para los que financian y más sillas para los que producen. Eso no les resulta conveniente”.

Así, los síntomas pueden ayudar a comprender el trasfondo. “Hay una guerra interna, se ve claro en la guerra contra Donald Trump, y en que las políticas proteccionistas que adoptan son muy parciales y específicas, vinculadas a la Defensa, en especial los microchips. Piensan ´con esto me garantizo el uso de la violencia a nivel mundial, el monopolio del uso de la moneda a nivel global, lo impongo, y sigo siendo el financista del mundo. Suprimo a quienes quieren desafíar eso dentro del propio estado occidental´. En síntesis, estos capitales asumen una posición conservadora que los lleva a ser la cola del león. Es una posición muy peligrosa”.

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EL AMO, EL ESCLAVO Y EL APRENDIZAJE. Desde ese trampolín interpretativo, asentado en hechos, el columnista misterioso se suelta. “Hay algo de dialéctica del amo y el esclavo en todo esto. Cuando el esclavo se da cuenta que en realidad mantiene y le da status al amo, hay algo de tomar de conciencia burguesa dentro del capital productivo. Sobre todo en Oriente y en el Sur global: no podemos abastecer con ganancias surgidas de la producción a esta gente que nos está esquilmando, por la moneda y por los préstamos. Muchos de los países que adoptaron esa división del trabajo, y no sólo China, o los BRICS, sino también Corea, Taiwán, Indonesia, Malasia, Tailandia, todos empezaron con inversiones extranjeras, muchas norteamericanas, y financiamiento externo, y fueron creando empresas propias con esos mismos conocimientos que iban obteniendo a través de la producción, e iban desarrollando la necesidad de separarse de ese capital financiero para tener una identidad propia, productiva”.

Ese párrafo es clave, y enlaza con el que viene:

“Lo que sucede es que hoy por hoy las inversiones extranjeras en China son importantes, pero son mucho menos importantes que hace 30 años. Y el capital productivo sigue pujante, solo que en manos chinas. Así podríamos revisar casi todos los países del Sudeste asiático y varios países del Sur global. Al rebelarse y tomar identidad, ese capital productivo ya no abastece a ese capital financiero, ocurren las crisis financieras, los crash bursátiles, las crisis de deudas; se emiten papeles, títulos, que después no tienen correlato concreto sobre la ganancia real. Defaults, reestructuraciones, desapalancamientos, ejecuciones hipotecarias”. Lo que vemos, y en cierto punto, padecemos.

Es que “al fin y al cabo esa es la situación. Uno podría decir por qué si el capital financiero pierde su capital productivo en China no desarrolla el capital productivo en Occidente para competir con China. Esto pasó. En los años 80, cuando los coreanos competían en electrónica a los Estados Unidos. Los superaban. Los japoneses, también. En ese momento se desarrollaron muchas políticas industriales para salvar al sector y lo lograron: la era de las computadoras la lideraron, finalmente, los Estados Unidos”.

Para aprehender la observación que se avecina recomendamos considerar el concepto de desterritorialización que insertamos en nuestro libro Fuentes Seguras.

“Por entonces el poder financiero era más débil. Permitió todas estas políticas, que llevaron a los Estados Unidos a ganar esa carrera. Hoy eso se ve más difícil. Lo que se ve es que el capital financiero no está dispuesto a ceder poder dentro de los propios estados. Se ve con Alemania, se ve con Trump, se ve con las tensiones entre espacios productivos y la Unión Europea. El capital financiero no hace ninguna autocrítica de todo esto. Va al foro de Davos y habla siempre de lo mismo. De propiedad intelectual, de la internacionalización del capital, de la internacionalización del trabajo, del fin del trabajo. Esto es muy loco, porque nunca hablan del fin del trabajo de los tailandeses, hablan del fin del trabajo de los daneses. Parece que las máquinas afectan distinto a los países” explica el Gauchito.

El problema para todos, y la carga para las espaldas encorvadas del centenario estratega, es que “el capital financiero mantiene esta estrategia. Probablemente esté planteando es no lo hacemos en China, lo hacemos en India, no lo hacemos en Vietnam lo hacemos en Pakistán, no lo hacemos en Rusia lo hacemos en Argelia, y demás. Pero el problema no son China y Rusia, el problema es que donde vos invertís el capital productivo le das las capacidades a ese país, ese país crea sus propias compañías, desarrolla su tecnología, y termina diciendo la verdad que no me conviene depender de estos que me explotan financieramente solo por que trajeron la inversión inicial. Ya puedo con mis capacidades hacer mis propias cosas”.

Imagine el lector el fervor de quien escribe al escuchar esos conceptos a través del Samsung (empresa que tensiona a Vietnam con China, pero esa es otra historia). Y del aire de familia que percibió al recorrer el fragmento siguiente.

“Esto no pasaba en el Imperio Británico. Ese imperio tenía capital financiero, te expoliaba, pero te facilitaba para producir materias primas mientras se quedaba con la tecnología para modificarlas, industrializarlas. Quedabas atrapado en esa lógica. Eso no sucede hoy. Porque hoy no es que los Estados Unidos tienen todas las tecnologías para producir las cosas y que China, India, Bangladesh, tienen que ir a pedirles que les presten la tecnología en base a una relación de subordinación. No. El caso extremo, de los últimos chips, China no los tiene aún, los Estados Unidos tampoco, los hace una empresa holandesa y ¡los Estados Unidos presionan a la empresa holandesa para que no le venda a los chinos!”

¿Encarna un indicador? Claro. “Eso marca la debilidad productiva que tienen los Estados Unidos: el país potencia mundial de los últimos cien años, no tiene la capacidad de producir la tecnología más avanzada. Esa es la gravedad del asunto. Me parece que no se va a resolver. Solo pueden migrar algunas empresas a países del Sur global o de Medio Oriente, los cuales en pocos años van a sumarse a los emergentes que no quieren ser explotados. Este proceso va a terminar sumando más gente al club de los que no quieren el capital financiero. A menos que por presiones políticas, ese capital ceda. Pero, hoy por hoy, todo parece que se obtiene en base al conflicto”.

Hay un proceso y hay un riesgo. Como un lobo solitario, el Gauchito Gil se llamó a silencio y desapareció de la escena.

Una pintura de acuarela de un paisaje urbano con el horizonte de la ciudad al fondo. | Foto Premium

EL BLUES DE MISISIPI. El signo de los tiempos queda evidenciado en situaciones más visibles. El amigo de este espacio periodístico recordará las consideraciones acerca de la crisis humanitaria en los Estados Unidos. Pocos días atrás The economist ofreció nuevos informes sobre el patético cuadro de situación.

Por caso, vale precisar que la mortalidad infantil resulta creciente. Ya llega a 5,43 bebés de cada mil mueren antes de cumplir el año, frente a los 3,2 de la Unión Europea. El estado con menor mortandad infantil, California, con 3,92, está por detrás de casi toda Europa occidental. El peor país europeo, Bulgaria, con 5,6 muertes por mil, está al nivel de estados de riqueza media como Pensilvania o Nebraska. Y el peor estado de EEUU, Misisipi (8,12) está por detrás incluso de Ucrania (7,2), con lo que ello implica. Es un resultado claro de lo apuntado aquí sobre el no sistema de salud norteamericano. Las personas que no tienen seguro médico no pueden permitirse pagar un hospital ni seguir un control de salud postparto para la madre ni para el bebé.

En línea, el porcentaje de jóvenes (15 a 24 años) que mueren en la nación del Norte es muy alto: el triple que en Reino Unido y muy por encima de Canadá. Y lo peor de todo es que esa cifra no está cayendo, como en el resto de países, sino que se mantiene estable. Las causas de esa diferencia son variadas y todas remiten a la cultura reinante en el faro de la democracia: la gran cantidad de armas en circulación facilita crímenes y suicidios. Estos últimos son la segunda causa de muerte en esas edades, junto a la conducción temeraria y otras actividades arriesgadas.

Vale destacar que, mientras la mayor parte del mundo se enfrenta a un envejecimiento general,  a una escasez de bebés, los Estados Unidos siguen registrando tasas de fertilidad promedio (1,66 bebés por mujer, superiores a las de la mayoría de Europa y Asia, equilibradas con América latina), que se explican por la cantidad de migrantes que arriban al país con el anhelo de prosperar. El desencuentro estructural es ostensible: la pirámide demográfica se asemeja a la de un país en guerra con muchos mayores pero falta de jóvenes. En especial, faltan hombres: en 6 estados no llegan ni a los 70 años de vida media. En Europa, eso solo ocurre en cuatro: Bulgaria, Letonia, Lituania y Rumanía.

Los datos dentro del país son bastante gráficos. Los distritos con menor esperanza de vida coinciden con el Sur profundo: Alabama, Kentucky, Misisipi, Luisiana, Arkansas, Tennessee. Se trata de estados donde se dan los mayores niveles de pobreza, ausencia plena de salud pública y tenencia de armas, entre otros. Puede imaginar el lector cuál es el espacio político que lidera los sondeos electorales en esas regiones. Pensar que una semana atrás el director de Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet, sugirió que Donald Trump obtuvo y sostiene su popularidad en base al manejo de las redes sociales. ¿O será por su llamativa cabellera?

Pero hay más. El diseño urbano de gran parte del país, pensado para los automóviles y carente de un esquema de transporte público adecuado, obliga a la mayoría de la población a conducir a todas partes. Como frutilla en la crema, la idea instalada mediáticamente sobre el transgresor libertario que viola las normas de velocidad, niega el cinturón de seguridad y se permite tomar el volante en estado de ebriedad, ha derivado en la cifra de 13 muertes por 100.000 habitantes, casi tres veces más que las 3,38 víctimas registradas en Europa. Y en los estados del sur, las cifras se disparan, hasta las 26,2 en Misisipi. Incluso los dos estados más seguros (los norteños Rhode Island y Nueva York, con 5,7 y 5,8 muertes por 100.000 habitantes, respectivamente) superan con creces las cifras de la mayor parte de las naciones.

Los datos referidos a homicidios alcanzan niveles inimaginables en el resto del orbe. El número de muertes violentas multiplica por 10 la cifra registrada en el Viejo Continente: 6,52 víctimas por 100.000 habitantes. En sintonía, algo sobre lo que este narrador advirtió tiempo atrás: el grave problema de drogas. En muchos de estados, una parte importante de la población depende de los tranquilizantes destinados a combatir la depresión; se han revelado mucho más adictivos y problemáticos de lo que aseguraban los laboratorios, que no son obligados a rendir cuentas al respecto y se siguen enriqueciendo con un boom de ventas. La rockstar del momento es el fentanilo, una droga de la misma familia de la heroína, pero 50 veces más fuerte; por estas horas su fama se ahonda en base a una extensa lista de muertes por sobredosis.

Instrucciones para identificar a los grandes pintores - Cultura Colectiva

ESTADO PROFUNDO. Los factores señalados explican por sí mismos el malestar interno de la vida política norteamericana. A medida que se acercan las elecciones presidenciales previstas para noviembre del año venidero, se incrementan las acciones político jurídicas contra el ex presidente Trump. Como una buena parte de la Justicia norteña adscribe de modo directo al poder globalista y es parte del desmembramiento padecido por esa nación, la posibilidad de una condena -por revisar documentos oficiales en su residencia de Mar-a-Lago, por instar al fraude durante los comicios previos, por convocar a la movilización en el Capitolio, o por lo que fuera- está abierta. Es difícil pues implicaría forzar los argumentos y adoptar sospechas como pruebas, pero es una baraja inserta en el mazo.

Aquí el problema es la consecuencia. Una cosa es condenar -e inhabilitar- a un dirigente importante y otra es condenar -e inhabilitar- a quien encabeza las preferencias populares con vistas a ocupar el Poder Ejecutivo. Guste o no, esas masas desposeídas y enojadas han adoptado al rubicundo como su referencia. Ni siquiera los republicanos que lo apoyan (Ron Desantis“un jurado en Washington condenaría a un sándwich de jamón si es un sándwich de jamón republicano”) ni los demócratas que asemejan su discurso al generado desde el trumpismo (Robert Kennedy Jr.: “Biden perdió su camino y está alejado de las necesidades y prioridades reales del pueblo estadounidense”) catalizan las esperanzas generales.

Entre la inocultable catástrofe humanitaria, la notoria ausencia de derechos sociales y la proscripción de quien mostró otro camino en los hechos -desde la Casa Blanca-, se puede hacer crujir el esquema hasta quebrarlo. Los Estados Unidos se han re politizado en los años recientes, justamente debido a la irrupción de Trump. Así, el ladero conceptual del crackerStephen Miller, se permitió señalar dos días atrás que quienes lo atacan “están criminalizando la libertad de expresión, están criminalizando la resistencia contra el Estado Profundo, están criminalizando un cuestionamiento a un resultado electoral”. La expresión, denota. Hace menos de una década la referencia al Estado Profundo quedaba circunscripta a la descripción de quienes nos ocupamos de la información internacional, y a nadie se le hubiera ocurrido comunicarse de ese modo con un votante promedio norteamericano.

Hoy, los trumpistas, pese a sus disfraces y sus estilos restallantes, saben de qué habla Miller.

9/11 Sculpture; "Lunch Time on Top of the Skyscrapers"

LOS OJOS NEGROS, BIEN ABIERTOS. Mientras una parte del pueblo norteamericano duerme con agitación gracias al consumo desenfrenado de drogas, los pueblos africanos vuelven a abrir esos grandes ojos que los caracterizan. En Níger la guardia presidencial depuso la semana pasada al jefe de Estado, Mohamed Bazoum en el palacio. Los soldados reconocieron al general Abdourahmane Tchiani como máximo responsable de la nación. Mientras los Estados Unidos y la Organización de las Naciones Unidas condenaron lo que calificaron como golpe de Estado, la República Popular China y la Federación de Rusia no definieron posición y llamaron a los protagonistas a resolver las diferencias sin violencia.

El gobierno de Bazoum ha sido considerado desde tiempo atrás como uno de los aliados de Occidente. Fue elegido hace dos años en la primera transferencia democrática del poder desde la independencia de la antigua colonia francesa. Las imágenes recibidas desde la nación africana -sin litoral y con gran parte de su territorio sobre el desierto del Sahara– muestran manifestantes que respaldan la asonada y combinan las banderas de su país con las de Rusia. Pero el movimiento tuvo repercusión en las cercanías: las fronteras artificiales impuestas por el colonialismo no evitaron que varias naciones se imbricaran para dar a conocer sus ansias de soberanía.

Níger posee una economía de subsistencia con fuerte pre eminencia de agricultura y pastoreo, pero con un elemento de enorme valor: el uranio. Esto la lleva a ser un espacio codiciado internacionalmente. Por años, fuerzas mercenarias que se presentan como jihadistas fueron sembradas en la zona con el respaldo de potencias occidentales. Algunos de esos núcleos dispararon contra la multitud reunida para respaldar el cambio de gobierno.

Debido al control externo, el comercio de Níger ha estado muy enfocado sobre Francia, quien inició la extracción de uranioPero … en el tramo reciente, se acrecentó el vínculo económico con China.

Tiene una superficie de 1 267 000 km², y una población de 18 045 729 habitantes. La mayor parte de ellos son musulmanes y se concentran en la franja meridional, en particular en la región suroccidental a orillas del río Níger.

Al abordar el tema, nuestro compañero Néstor Gorojovsky brindó detalles sobre la expansión del movimiento. “Ibrahim Traoré es el presidente interino de Burkina Faso, también es el jefe de Estado más joven del mundo, con 35 años. Cuando Traoré nació, en 1988, los franceses, en colaboración con un sector golpista de las fuerzas armadas, llevaban las riendas de su país. Solo un año antes, el líder revolucionario del país, Thomas Sankara, fue asesinado”.

Añadió que “Sankara fue un líder revolucionario que asumió el poder en 1980, después de derrocar a un gobierno pro-francés. Denunció las acciones de Francia en su país y comenzó un ciclo para mejorar la vida de su pueblo. Construyó decenas de escuelas que permitirían la alfabetización de miles de personas, otorgó acceso legal a las mujeres a distintos puestos de trabajo, emprendió una campaña en áreas rurales para vacunar y atender a las personas más vulnerables del país. También, priorizó que la producción de alimentos fuera para cubrir el hambre dentro de su país, y luego para exportar”.

Estimó preciso consignar que “Sankara, que también dió nombre al país (antes de su llegada se llamaba Alto Volta, y pasó a llamarse Burkina Faso que significa ‘País de hombres íntegros’), fue derrocado y asesinado por un golpe de Estado orquestado por Francia”. Bueno, todo está guardado en la memoria.

Ahora, Traoré “es hijo de ese país que volvió a la influencia francesa tras la muerte de Sankara. De hecho, es hijo de un país que tuvo un dictador por 32 años, aliado de París. En ese lapso, el hambre volvió a ser un problema serio, no se construyeron más escuelas, tampoco hospitales y, encima, el extremismo islámico avanzó recortando libertades civiles y sociales. En septiembre de 2022, Traoré y oficiales jóvenes, influenciados por las ideas de Sankara, emprendieron un golpe de Estado para apartar al gobierno que seguía alejado de los problemas comunes”.

Desde entonces, dijo Néstor, las reminiscencias discursivas y visuales de Traoré con el histórico Sankara son indudables. Pero va más allá; recién, en la cumbre Rusia-África, Traoré anunció un programa nacional de alimentos para que la producción cerealera del país se vuelque primero a luchar con el hambre, y el excedente se exporte, retomando la idea de Sankara. A esto se suman las expulsiones de franceses en Malí y, ahora, en Níger. Si miran el mapa verán que Níger y Malí son colindantes entre sí, y con Burkina Faso”.

La conversación radial dejó rastro digno de repasar. Y en su decurso, emergió la nueva forja cultural africana, para nada despegada de su historia pero con una vuelta de tuerca bien interesante, que conviene conocer. Así se hizo en esta columna, hace un año exactamente, cuando se dio a conocer el pensamiento del senegalés Felwine Sarr, quien entre tantas cosas ha planteado “Si tuviera que elegir una opción radical, diría: tomen su dinero y váyanse. Déjennos construir nuestras soluciones. Y si quieren ayudar con ellas, en la forma que nosotros las hemos diseñado, pueden venir. Pero si no, llévense su ayuda”.

LOS MILLONES DEL PAPA. Quizás el suceso más importante del tramo en curso haya sido la masiva recepción popular al Papa Francisco en Portugal. Dos millones de personas se congregaron para escuchar y compartir el mensaje, con fuerte énfasis en la necesidad de abogar por la paz y abrir de par en par las puertas de la Iglesia. La misa de clausura, realizada pocas horas antes del cierre de este artículo, fue difundida por varias pantallas en las afueras de Lisboa.

Los organizadores habían proyectado inicialmente que la vigilia y la misa del domingo reunirían un millón de personas, como cúspide de la semana de encuentros culturales y espirituales que integraron esta edición de la Jornada Mundial de la Juventud, aplazada un año a causa de la pandemia.  Superó las expectativas. El papa Francisco pidió a los presentes “no tengan miedo de cambiar el mundo y luchar por la justicia y la paz”. Hace rato que ese país es un interesante laboratorio de transformaciones; quizás por eso Europa no lo evalúa tan europeo.

“A ustedes, jóvenes, que cultivan sueños grandes pero frecuentemente ofuscados por el temor de no verlos realizarse; a ustedes, jóvenes, que a veces piensan que no serán capaces, a ustedes, jóvenes, tentados en este tiempo por el desánimo, por juzgarse fracasados o por intentar esconder el dolor disfrazándolo con una sonrisa”, precisó. “A ustedes, jóvenes, que quieren cambiar el mundo y luchar por la justicia y la paz; a ustedes, jóvenes, que le ponen ganas y creatividad, pero que les parece que no es suficiente, a ustedes, jóvenes, que la Iglesia y el mundo necesitan como la tierra necesita la lluvia; a ustedes, jóvenes, que son el presente y el futuro; sí, precisamente a ustedes, jóvenes, Jesús les dice: No tengan miedo”, señaló.

En otro tramo de la homilía, el Papa se adentró en los comportamientos. Planteó que “no nos volvemos luminosos cuando nos ponemos debajo de los reflectores, cuando exhibimos una imagen perfecta y nos sentimos fuertes y exitosos. No”. “Brillamos cuando, acogiendo a Jesús, aprendemos a amar como Él, porque esta es la verdadera belleza que resplandece: una vida que se arriesga por amor”, agregó para adentrarse enseguida en el filósofo Soren Kierkegard y su idea de que la belleza del mensaje revolucionario de Cristo consiste en “encontrar amable el objeto no-amable, es decir amar al prójimo tal como es”.

“No sólo cuando está en sintonía con nosotros, sino también cuando no nos resulta simpático y tiene aspectos que nos desagradan”, dijo, en una continuidad del reclamo que hizo durante el sábado para que los jóvenes participen en una Iglesia abierta “a todos”. “Recordemos esto: ponernos a la escucha del Señor, permaneciendo abiertos a sus sorpresas, nos hace personas capaces de escucharnos entre nosotros y de escuchar la realidad que nos circunda, las otras culturas, las voces de dolor de los pobres y de los más frágiles, y el grito de la tierra herida y maltratada”.

En otro de los tramos de su mensaje, luego de rezar el Ángelus dominical, el Papa volvió a enfocarse en el pedido de paz y, desde el extremo occidental de Europa, se refirió al conflicto iniciado en la parte oriental del continente entre Rusia y Ucrania de febrero de 2022. “Acompañamos con el afecto y la oración a quienes no han podido venir a causa de conflictos y guerras. En el mundo son muchos. Pensando en este continente, siento un gran dolor por la querida Ucrania, que sigue sufriendo tanto”, destacó.

“Amigos, permítanme que yo, ya viejo, comparta con ustedes, jóvenes, un sueño que llevo en el corazón: el sueño de la paz, el sueño de los jóvenes que rezan por la paz, viven en paz y construyen un futuro de paz”, animó luego a los jóvenes de los cinco continentes que lo acompañaron durante toda la visita al país ibérico iniciada el miércoles. “De regreso a casa, sigan rezando por la paz. Ustedes son un signo de paz para el mundo, un testimonio de cómo las diversas nacionalidades, las lenguas y las historias pueden unir en lugar de dividir. Ustedes son la esperanza para un mundo diferente. Gracias. ¡Sigan adelante!”, los convocó en esa dirección.

El pontífice argentino, de 86 años confirmó que la próxima edición de la JMJ será en 2027 en Seúl, Corea del Sur. Será la segunda edición del evento en Asia, tras la que se hizo en Manila, Filipinas, en 1995. Según Francisco, la llegada de la JMJ a Oriente “es un hermoso signo de la universalidad de la Iglesia y del sueño de unidad del que ustedes son testigos”.

Vamos cerrando.

Hay más información, pero la densidad ya es alta.

Este periodista evalúa de interés prestar atención, aunque implique el esfuerzo de una re lectura, al complejo tramo inicial. Allí puede percibirse, sin idealismos, la trama del sendero que la humanidad está transitando.

Cada punto expuesto, aunque por momentos no lo parezca, está relacionado con el futuro de este Sur continental.

Vale recordar que en estas páginas se anunció, muchos meses atrás, que el Papa se haría presente en la Argentina durante el 2024.

Aprehender las líneas que hilvanan, es un buen ejercicio.

  • Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal

Fuente: https://radiografica.org.ar/