Qué hará el kirchnerismo en el Congreso. Inflación y distribución interna. Energía: Fuerte tironeo. Habrá PASO. Alberto, Cristina, Máximo, Kicillof. El retorno de Manzur. Política criolla y la moda del pesimismo.
Por Gabriel Fernández *
LA INFLACIÓN. Un director técnico puede plantear un sesudo diseño de juego tomando en cuenta el propio potencial, las características del rival, el lugar del cotejo –a veces la localía pesa-, el tipo de arbitraje y, si es muy detallista, hasta el clima que envolverá las acciones. Sin embargo, mientras la gran táctica se despliega, una simple salida en falso del central que pretende abrir pero cuyo pase es interceptado, puede derivar en la conversión rival. Los papeles arden, los esquemas se olvidan, el adversario se cierra en dos líneas medias sólidas y el horizonte se oscurece. Contra toda lógica, el arco de enfrente se va alejando como si lo arrastraran intencionalmente hacia las calles linderas.
Eso es lo que está pasando con la política económica argentina. Mucho antes de empezar a debatir el pre acuerdo en el Congreso, de elaborar las defensas adecuadas para obstruir las auditorías trimestrales, los precios internos se han disparado –otra vez- en este primer período del año. De tal modo, el relativo optimismo generado por un crecimiento apreciable durante el 2021, por un despegue industrial que mejoró parcialmente el panorama y por un turismo interno con volumen adecuado, aparece cubierto por nubes densas que ocluyen las esperanzas. Entonces, los enormes indicadores de pobreza amparados en un ingreso social promedio muy bajo, parecen difíciles de horadar.
Mientras las áreas económica, productiva y social del Estado intentan equilibrar la situación, se percibe que eso no alcanza, pues lo que se necesita es un profundo desequilibrio en beneficio de la sociedad, un shock de recursos inyectados sobre el mercado interno, una catarata de dinero destinado al bolsillo de trabajadores ocupados, sub ocupados, desempleados y jubilados sólo para empezar a frenar el empobrecimiento generalizado. Para encauzar el debate fiscal, el ministro Martin Guzmán anunció que el eje será un severo plan contra la evasión; decisión justa, razonable … e incompleta, así como el módico incremento que percibieron los jubilados.
El pre acuerdo con el FMI puede ser aprobado en las cámaras con el voto favorable de una parte mayoritaria de la bancada del Frente de Todos, la abstención del espacio que refrenda la renuncia de Máximo Kirchner a su titularidad, y el apoyo de algunos opositores. Así se habrá cumplido la aspiración mínima oficial de patear la pelota más de dos años hacia adelante. Pero si durante el tramo que va desde este primer trimestre hacia los comicios del 2023 desciende la emisión, los recursos originados en la exportación se aquilatan para los vencimientos y, debido a ese retraso salarial, el mercado interno atempera su despegue, el país quedará sumido en una subsistencia pálida, donde los productos con valor agregado no hallarán compradores locales.
Cuando el Presidente, poco antes de su exitosa gira euroasiática, señaló que un problema central de la economía argentina radica en la concentración, se percibió una luz de comprensión que atravesaba los nubarrones indicados. Ahora bien, el asunto ya es definir cómo se desmembrará ese control, cuyo embudo conduce a quienes popularmente se conocen como formadores de precios. El avance de los valores que el público encuentra a la hora de intentar consumir se asemeja peligrosamente al conocido durante el tramo inicial del año anterior. Que la responsabilidad última del proceso recaiga objetivamente sobre las empresas líderes, el gobierno macrista y su recesión, y las dificultades originadas por la pandemia, no implica que la población refrende electoralmente a una fuerza que no logra resolver los problemas heredados.
Esta es la base conceptual que nos llevó a trazar los escenarios en construcción sobre el arranque de la edición anterior de nuestras Fuentes Seguras. ¿De qué depende entonces el éxito del gran diseño energético y comercial que la Argentina dispuso al hacerse cargo de la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), al adherir a la Nueva Ruta de la Seda y la Franja, al disponer la forja de una cuarta central nuclear y al impulsar otros emprendimientos clave? Depende de la mejoría del ingreso social promedio y la disminución abrupta de los niveles de exclusión.
El zaguero central está empecinado en salir jugando, aunque su entrega abierta sea interceptada.
Esto no significa que todo esté dicho. El torneo continúa. Es de largo aliento y demanda acciones de los más variados protagonistas. Lo veremos en el tramo final de esta nota.
LA INFLACIÓN II. En un interesante informe que parte de admitir la mejoría económica general del país, AgendAr acaba de publicar que “Nuestra intención es apuntar a un factor que no debe tomarse solamente como un dato más de la economía. Por su efecto directo, y desproporcionado, en el humor social y también en la conducta de los agentes económicos: la alta inflación. Para los economistas del «mainstream», la corriente principal en los países desarrollados, la inflación es una patología, y los más superficiales entre ellos creen que puede y debe ser solucionada rápidamente. Con «metas de inflación» de los Bancos Centrales, por ejemplo”.
“En cambio, los economistas que favorecen una distribución más equitativa de los ingresos, y también los que privilegian el desarrollo de las capacidades productivas -hace unas décadas se los llamaba «estructuralistas»- se encuentran incómodos encarando el problema. En todo caso, prefieren un enfoque «gradualista». Un gradualismo que no acaba de empezar. Es un error. Hoy en nuestro país no hay un factor más irritativo para todas las clases sociales -ni la pobreza, ni la corrupción. Ni que desestimule más la planificación a largo plazo (más allá de 3 meses). No es un tema creado por los medios. La información se recibe todos los días en el supermercado, o al cargar combustible, o al reemplazar la mercadería. Para ponerlo en términos políticos, si la inflación no baja «no hay 2023». Mejor dicho, habrá un 2023 con malas noticias para el gobierno”. Nos pareció un planteo bien realizado.
ENERGÍA, PETRÓLEO, GAS. -Se dice que la situación de Federico Basualdo, el subsecretario de Energía Eléctrica, vuelve a estar en cuestión. “Las discusiones sobre la segmentación son muy fuertes. La verdad es que se dan dos realidades simultáneas. Por un lado la exigencia del FMI es muy fuerte, por otro, el Gobierno saca cuentas y lo que salga de allí no será gran cosa”. –Grandes esfuerzos, pobres resultados. “Exacto. Malestar en mucha gente por tarifas altas, y en definitiva, un ahorro que no será superior a los 30 mil millones de pesos”. -¿Y Basualdo? “No se quiere hacer cargo de participar en la iniciativa. La rechaza. La tensión interna volvió”. –Entonces. “Pasó desapercibida para muchos la designación, en agosto del año pasado, de Santiago López Osornio en Planeamiento Energético. Fue la manera que encontró el ministro Guzmán para bloquear la tarea de Basualdo. Ahora es este funcionario el encargado de comandar la segmentación”.
-El Juzgado Federal Nº 2 de Mar del Plata hizo lugar a una medida cautelar solicitada por organizaciones ambientalistas y ordenó la suspensión del proyecto para la explotación offshore de petróleo en la Costa. “Un desastre. El Gobierno va a apelar esa cautelar. Es necesaria la exploración y la generación de combustible y trabajo. Podés decir que va a apelar con mucho fundamento y si es necesario entrar en debate abierto con los ecologistas, lo va a hacer”. –Varios medios públicos y amigos parecen más cerca de esos ecologistas que de la producción. “El tema comunicación va mejorando de a poco, no como sería necesario pero algunos cambios se ven”. –Habría que salir al cruce de Sergio Berni. “No nos vamos a meter en asuntos internos de la provincia”. -¿A quién beneficia que un ministro involucre a los medios barriales con los narcos? “Es un disparate y nadie en la administración nacional piensa eso. Que se haga cargo Berni”. –Francamente es tan grave que debería ser despedido, sin esperar su renuncia. “No vamos a decir nada”.
-Qué más. “Bueno hay algo que ya sabés pero hay que subrayar. Yo no dejaría pasar que el Presidente firmó el Decreto de Necesidad y Urgencia que autoriza la formación de un fideicomiso para la ejecución de la primera etapa del Gasoducto Néstor Kirchner y concesionará Integración Energética Argentina. Esto sirve para avanzar con el gasoducto de Vaca Muerta”. –Sí, se explica el financiamiento por lo que veo. “Claro. En la primera etapa está garantizado con fondos del tesoro, y los de la ley de Aporte Solidario”. –Hace rato que la polémica es dura. “Está bien. Hay que informar que el secretario de Energía, Darío Martínez, antes dispuso con la Resolución 67, la creación del Sistema de Gasoductos Transport.Ar Producción Nacional, para construir a través de IEASA el Gasoducto Néstor Kirchner y una serie de obras complementarias y de ampliación del actual sistema”. -¿Y después? “Una segunda etapa prevé que la obra siga hasta el sur de Santa Fe para llegar con más gas de Vaca Muerta a los grandes centros urbanos e industriales del país, y vincular con el gasoducto del Noreste (GNEA) para abastecer a las provincias de la región que hasta ahora están aisladas del sistema”.
-Gracias. Empezó el campeonato. “Si. ¿Sabés que López Osornio estudió con Guzmán? Bueno, habría que averiguar de qué cuadro es”.
LA LISTA. Otros informantes, afincados en el Congreso Nacional, se acercaron a este redactor para anunciar, nada más ni nada menos, qué hará el bloque kirchnerista durante el debate sobre el pre acuerdo que a tantos inquieta. En línea con el discurso formulado por Cristina Fernández de Kirchner durante el acto por el Día de la Democracia, difundirán y analizarán la lista de los beneficiados por la deuda contraída por el gobierno macrista. Aunque coincidente en general con las nóminas dadas a conocer por El cohete a la luna, tiene el rasgo distintivo de contar con el sello del Banco Central de la República Argentina; es decir, se tratará de un documento oficial irrefutable y legal.
Los legisladores de ese sub bloque de hecho, que terminarán absteniéndose en la votación final, pondrán énfasis en las responsabilidades de funcionarios y empresarios para dejar planteado el interrogante sobre quién debe pagar la deuda. Esta postura puede contribuir a que algunos de los cruces más interesantes del debate se concreten entre los mismos legisladores del FDT. La oposición prevé dejar pasar algunos palos y sostener el tenue argumento sugerido por La Nación en los meses recientes: “el kirchnerismo también endeudó”. Puede que en vez de aportar soluciones ese decir origine risas.
Volvamos sobre aquél discurso de la actual vicepresidenta. “El FMI le soltó la mano al gobierno naciente de la democracia, pero no lo hizo con el que vino después de nosotros (Mauricio Macri) al que le pusieron toda la tarasca”. (…) “El FMI debería ayudarnos a recuperar los dólares que están en paraísos fiscales”. (…) “Porque a la Argentina no le faltan dólares, los dólares de la Argentina se los llevaron afuera”. (…) “Por eso necesitamos que el FMI nos ayude a recuperar de los paraísos fiscales esos dólares” (…) “Ese dinero se encuentra en el exterior se lo vamos a dar al Fondo, de los que se la llevaron sin pagar impuestos, se la fugaron, ese puede ser un punto de negociación”.
Ese será el eje argumental del espacio kirchnerista en el Congreso.
DISEÑO DE INTERIORES. Este periodista conoce, desde hace bastante, la ebullición interna que caracteriza al peronismo. Por eso cuestionó, en su momento, el error compartido por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner al cerrar la compulsa interna en el Partido Justicialista, lo cual se desplazó hacia la ausencia de opciones en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). La observación está lejos de algunas demandas que se escuchan por ahí sobre la valía de resolver problemas internos a puertas cerradas; intentar colocar sordina al mar bravío de la política popular argentina sólo conduce a deformaciones. Se trata de un cuestionamiento inverso: resulta preciso brindar cauce al conjunto de las expresiones para que digan lo suyo en voz alta, dentro de un marco compartido.
Por lo visto, ese es el camino que –tarde- se seguirá de aquí en más. Pocas horas antes del cierre de esta edición, el Presidente indicó que “Lo más importante es que dejemos hablar a nuestra gente, que las candidaturas del futuro las resuelva la ciudadanía y no en una mesa. Aunque yo sigo beneficiado en esa mesa, debemos abrir y el que quiera ser candidato que vaya a unas PASO”. La frase dejó latente su anhelo reeleccionista pero también otro rayo de sol comprensivo acerca de la realidad. ¿Qué pensará CFK en particular y el kirchnerismo en general acerca de ambos puntos? A esta altura de los desencuentros, parece improbable otro respaldo de la ex presidenta a un nuevo ciclo albertiano, pero no está clara su opinión acerca de una contienda interior.
Como si los cruces fueran pocos, sigue en desarrollo el proceso bonaerense. El gobernador Axel Kicillof, cuyo respaldo al pre acuerdo fue muy valorado por la cúspide del Poder Ejecutivo y generó interrogantes en el seno de la fuerza que lidera CFK, tendrá que operar en los meses venideros con un Partido Justicialista distrital cuyo secretario general es Máximo Kirchner. ¿Y los intendentes? De vuelta: Depende … de la economía ¿Y el kirchnerismo de la región? El asunto es distinto: Depende … de la ecuación entre CFK, Máximo y el propio Kicillof.
Ahora bien, ni Buenos Aires es la única provincia, ni Autónoma es la única ciudad. Después de un período de opacidad, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, renació. ¿Por qué?
El tucumano es la vía realmente existente para numerosos gobernadores que observan, desde lejos, cómo Alberto y Cristina, vocero más vocero menos, elaboran políticas y disponen medidas. Algunas les satisfacen, otras no, pero sobre todo necesitan alguien con quien hablar. Ante la licuefacción del poder de Wado de Pedro, el Ministerio del Interior -espacio natural de diálogos y requerimientos-, ha quedado desplazado y el único funcionario sobre el cual pueden operar los jefes provinciales es Manzur. Así, se fueron comunicando con Presidencia para hacer saber que no entendían su rápido desplazamiento. El lector recordará el azoramiento de Alberto y Guzmán cuando vieron al dueño de Nucete en Washington, metiendo la cuchara en la delicada negociación por la deuda; ese fue uno de los factores que los llevó a relegarlo. Hace dos semanas, ante la necesidad de lograr respaldos provinciales para sostener el pre acuerdo y sus derivaciones presupuestarias, le abrieron el juego nuevamente.
Es que a pesar de los equívocos personales, como aquél apuntado en el primer párrafo, las cosas tienen su explicación. Es decir: aunque muchos pretendan eliminar la realidad política a puro adjetivo, ella sigue siendo. La cuestión es verla andar, admitirla en movimiento.
POLÍTICA CRIOLLA. Hace algunos años la imagen de una sociedad “futura” surgía en nuestras mentes en base a las elucubraciones de algunos grandes ilustradores de Fierro y de las escenas construidas por cineastas entusiasmados con narraciones sobre un devenir apocalíptico. Ahora, sus protagonistas y una parte de la escenografía dispuesta en aquellas creaciones, pueden observarse cotidianamente en estas calles. Y en otras, claro.
No vamos a abundar en bordes. En realidad nos llama la atención cierta cotidianeidad cercana. Los cabellos violetas, verdes o amarillos y las ropas extravagantes, los monopatines y los artefactos de comunicación, las señoras operadas con resultados extemporáneos, los fisicoculturistas, los señores barrigones con camisetas declamativas.
Todos entornados por negocios que ofrecen productos de última tecnología, de cuyos interiores emergen jóvenes técnicos que parecen vivir dentro de los artefactos, con los hombros cargados y los ojos apuntando siempre hacia el que llevan entre manos. Para colmo, el ambiente se acentúa con los barbijos, que brindan un aura que supera holgadamente la pugna contra el coronavirus y pasan a formar parte del paisaje humano con presunción futurista. Porque en varias de las obras indicadas, las gentes también andan con cobertura facial.
Ese futuro llegó y es comprensible que varios amigos con relativa cercanía generacional estimen que se trata de todo un palo; resulta inevitable la sensación de ajenidad. A decir verdad, nuestros sacos y camisas tradicionales, nuestras canas jamás teñidas, ¡nuestros zapatos de cuero en un mundo zapatillesco!, nos convierten en la rareza del presente. Y ni hablar de una costumbre inusual como la de utilizar el teléfono como teléfono en vez de transitar las calles porteñas con la vista fija en el whatsapp. Nos percibimos insertos en un mundo extraño, que cambió muy rápido y cuyas variables resultan inaprehensibles y, en muchos casos, incomprensibles.
Sin embargo, el clima que nos entorna puede llamar a conclusiones apresuradas. Las mismas suelen involucrar los rasgos externos pero también extenderse hacia un diagnóstico pleno, con algunas confusiones perjudiciales para la comprensión.
En principio, no está mal que se registren diferencias naturales. Quizás muchos de los involucrados en esa percepción de lejanía estemos orgullosos de no disfrazarnos –como tantos- para aparentar una actualización que termina derivando en el ridículo. Los jóvenes cercanos simplemente saben que el tiempo, pasa. El asunto, empero, excede el barniz.
¿Adónde vamos? Vamos por acá: esa extrañeza viene construyendo otro polo de la indudable contradicción, que puede caracterizarse como pesimismo liso y llano. El mismo tiene varias aristas y en su interior se desplaza la idea de un tiempo pasado “mejor”, tanto a nivel local como internacional, y una dosis reactiva sobre la acción de ciudadanos en general, militantes en particular, dirigentes claro está. Esto se fue a la mierda, dicen sin pudor adultos que en vez de aportar experiencias para la forja de futuros sólo contribuyen a expandir el desánimo y esa carga injusta sobre estos pibes, condenados a des protagonizar batallas cercanas.
Alejandro Dolina señaló, durante una entrevista realizada por el gran periodista Claudio Díaz, que durante muchas décadas el humor político consistió en reírse de los peronistas. En presentar ironías, sarcasmos y adjetivos devaluatorios sobre sus adherentes y muy en especial sobre sus referencias. Es ostensible que Dolina, como Capusotto y tantos más, desarticuló esa tendencia. Pero también que en este bullir de carcamanes rezongones en las redes, la vieja idea aristocrática se ha reposicionado…de la mano de peronistas anclados en el añejo tiempo ideal.
Compañeros que han apoyado sin dudar aquella candidatura de Italo Luder hoy se sienten reservorios de pureza al insultar a Alberto Fernández. Otros, que se opusieron tenazmente al acuerdo social de José Ber Gelbard –por “burgués”, que quede claro- hoy ponen el grito en el cielo ante la gestión de Martin Guzmán. Y ya hemos visto que algunos no se privan de condenar al Papa Francisco por un perfil “progresista” que no sabemos si lo aleja de los “verdaderos católicos” -¡Dios!- o de los sacerdotes del Tercer Mundo.
Esto no significa que haya que cerrar los debates, ni mucho menos. Claro que caben los cuestionamientos y las polémicas. De hecho los canalizamos sin censura en nuestros espacios periodísticos. Por eso empezamos este artículo con las dificultades señaladas.
Lo que pretendemos apuntar es que existe toda una vertiente enfocada sobre el “tiempo pasado” que fue “mejor”, anulando perspectivas de salida, peleas en pleno desarrollo, impulsos que se encuentran en manos de las nuevas generaciones. Una suerte de reorientación de la célebre frase “La tradición de las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos”, ya que se le dice al activo en desarrollo que todo lo que genera es menor, que todo lo que se observa en la escena política es perverso y que todo lo que se propone está viciado por la traición.
Así, nuestros melancólicos contemporáneos asumen una actitud de grandes luchadores retirados que ya no ven motivo para desafiar los retos presentes, ni esperanza alguna en cambios que sin embargo, se están generando. Lo peor es que inficionan a una parte de las nuevas camadas: muchos pibes creen que el auténtico peronismo es ese, el de la queja, el de reflotar textos sin contextos para demostrar la diferencia, el de evitar el aprendizaje en beneficio del lamento; el de qué sucia es esta política, asumiendo como propia la crítica a la política criolla de los socialistas juanbejustistas frente a Hipolito Yrigoyen y Juan Domingo Perón.
Pero la política nunca fue lineal ni transparente. Lo que por estas horas escandaliza a los antiguos es aquello que se difundió con energía en el último tramo de los años 60 y en el primer lustro de los extrañamente realzados 70: que Perón hablaba con unos y con otros, que tenía gorilas en el gabinete, que determinados dirigentes “dicen” ser peronistas pero no lo son. Que patatín y que patatán. Lo cual derivó, y está derivando, en islas que se niegan a zambullirse en el debate franco, pues mejor salirse del juego, limpitos e hipercríticos, en vez de batallar sobre este presente en proyección.
Más grave aún es que no se trata de optimismo o pesimismo, sino de ver la realidad en movimiento. Tal y como venimos explicando con datos concretos, el mundo ya se modificó en beneficio del tercerismo y la Comunidad Organizada, la Argentina en Celac y en vínculo Multipolar está recorriendo un camino grato a las tradiciones que se dice reivindicar. Y si en ese marco la lucha actual se asienta en promover un proyecto productivo con mejor distribución interna para posicionar el perfil peronista por sobre el desarrollista, la mejor manera de dilapidar este proceso es abrirse de la contienda y tirar piedras desde fuera. Eso ya pasó, y vuelve a pasar. Atenti.
Atenti con quienes cargan con su pesadumbre a las nuevas generaciones.
Se ha puesto de moda ser pesimista y andar llorando por la vida. Cada cual tendrá sus razones, pero no son razones jauretcheanas.
Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
Pinturas. Guayasamín, Canogar, Jorgesoch, Blanco.
Fuente: Radio Grafica