Los acuerdos entre China e Irán. Las provocaciones a Corea del Norte. La presión sobre Irak. ¿Otro atentado «Nord Stream?. Responsabilidades
Fuentes Seguras. Irán y China juegan fuerte, Irak torbellino de presiones.
Los acuerdos entre China e Irán. Las provocaciones a Corea del Norte. La presión sobre Irak. ¿Otro atentado «Nord Stream?. Responsabilidades
en Opinión
Los trascendentes acuerdos entre China e Irán. Su significado geoestratégico. En Munich, reunión hueca y manifestaciones plenas. Revelaciones sobre un nuevo ataque estilo “Nord Stream”. Ya provocaron a Rusia, van por Corea del Norte. A confesión de parte, relevo de pruebas. El problema de las responsabilidades.
Por Gabriel Fernández *
La decisión estratégica adoptada por los estados chino e iraní de imbricar sus economías e incrementar los elementos de coordinación es uno de los elementos centrales de la política internacional presente. Este paso vigoroso debe ser leído en consonancia con el avance descripto una semana atrás acerca del vínculo entre la República Islámica y la Federación de Rusia, y en el fortalecimiento conjunto de las entidades multipolares que conjugan a los países mencionados con otros protagonistas del rasgado de una era para el ingreso en otra.
CHINA E IRÁN. El presidente iraní, Ebrahim Raisí, y su homólogo chino, Xi Jinping, lanzaron el jueves pasado un comunicado conjunto que explica el sentido de la cooperación bilateral luego de que el mandatario persa culminara su visita oficial de tres días al gigante asiático. El documento señala que “los dos jefes de Estado reiteraron que desarrollar una estrecha relación estratégica es una elección histórica hecha por China e Irán como dos civilizaciones antiguas en el este y oeste de Asia”.
Asentado sobre esa historia, el texto indica que Beijing apoya una mayor participación de Teherán en la agenda regional e internacional mientras ratifica su oposición a la injerencia extranjera en los asuntos internos. En sintonía, Irán reafirmó su respaldo al principio de “una sola China” y ambas partes condenaron cualquier manifestación de terrorismo y rechazaron la política de doble rasero occidental. Cabe asomarse a las temáticas que brindaron volumen a estas coincidencias generales.
Durante el encuentro se suscribieron acuerdos bilaterales en materia de agricultura, comercio, turismo, protección medioambiental, salud, mitigación de desastres, cultura y deportes, entre otros rubros. Los nuevos mecanismos pactados complementan el billonario acuerdo de cooperación de 25 años suscrito entre Beijing y Teherán en el año 2021, con el cual la nación persa se integró a la iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda. Todo esto, y bastante más como veremos, conduce a una honda conexión euroasiática, impulsada con aceleración por las tres potencias más vituperada por gobiernos domesticados y medios concentrados: Rusia, China e Irán.
Este sendero abierto refrenda la idea de los aislados que vos aisláis gozan de amistades sólidas. ¿Dónde están las claves? En el sector energético (petróleo, gas, industria petroquímica) en el cual se dispuso desde la potenciación de ferrocarriles veloces para carga hasta la construcción de oleoductos. Este rubro es esencial: incluye el oleoducto Asia Central-China, que se conecta a la red de oleoductos Oeste-Este de China, desde Turkmenistán hasta la costa este de China; y el oleoducto Tabriz-Ankara, desde el noroeste de Irán hasta la capital turca. Y vale incluir, en especial, al gasoducto Irán-Pakistán, desde South Pars hasta Karachi.
Pero también la banca, con Beijing absorbiendo las formas de modernización dispuestas por el área financiera de Irán, como ya lo está haciendo Rusia, sobre las que hemos hablado en esta saga. A partir de estos acuerdos, los bancos del Dragón abrirán sucursales en Irán y las entidades crediticias cooperarán en línea para el impulso de la industria y la investigación científico técnica. Así, la conjunción estratégica entre China e Irán derivará en una asociación económica que hará temblar al bloque anglosajón: El Corredor Económico China-Pakistán – eje de la Franja y la Ruta-, desplegado hacia un corredor China-Afganistán-Irán y un corredor China-Asia Central-Irán, configurando todo un espacio geoestratégico.
Si se repasa lo acaecido en el tramo reciente, la intención del gran capital financiero a través de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha sido doblegar Europa para impedir su realineamiento en sentido multipolar, y desarticular el bloque euroasiático fracturándolo por un lado, desmembrando internamente a sus principales promotores por otro, y erradicando el potencial de sus aliados. Bueno, este periodista considera que sólo el primer punto se está concretando, debido al disciplinamiento de los gobiernos que forman parte de la Unión Europea (UE).
El proceso de barajar y dar de nuevo en el orden planetario ha logrado, en las primeras semanas del año, emplear la ofensiva atlantista como trampolín para agilizar proyectos que se venían pensando desde la eclosión de la crisis financiera pero estaban ralentizados a la espera de nuevos asociados. Perro mundo: los nuevos eran viejos y burro viejo no agarra trote. Dos interrogantes: ¿Alemania está condenada a boicotear otra vez su propio crecimiento, pese a los resultados conocidos hace 78 años? Y ¿Quién guardará el fabuloso legado de Occidente para insertarlo con dignidad en los nuevos diseños?
MUNICH Y LA GENTE. La Conferencia de Seguridad de Munich se lleva a cabo desde 1963. Por entonces –así como a los carros policiales se los denominaba celulares– se llamaba Reunión Internacional de Ciencias de la Defensa. Ya había pasado Bretton Woods; surgió en el contexto de la Guerra Fría. Desde el principio fue el foro de análisis y debate de los miembros de la Alianza Atlántica, pero durante la hegemonía del Consenso de Washington involucró a países ajenos a la OTAN. El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, fue uno de los invitados habituales durante mucho tiempo. En esta ocasión, la voz de la Federación no fue escuchada.
Mientras se desarrollaba el cónclave, muchas ciudades europeas –Munich, Paris, Londres y más– fueron ocupadas por multitudes que clamaban contra la OTAN, contra la guerra e incluían reivindicaciones económico sociales propias de cada territorio. Tras el burdo maquillaje con ONGs y Fundaciones planteado en Davos, los organizadores resolvieron fingir un poco menos y abocarse a los asuntos candentes. Pero resulta que las definiciones al respecto ya estaban elaboradas por los regentes y beneficiarios del tole tole mundial. Por supuesto, nadie indagó al titular de la OTAN, Jens Stoltenberg (ex premier noruego) ni a la vicepresidenta norteamericana Kamala Harris sobe la denuncia del periodista Seymour Hersch acerca del atentado al oleoducto Nord Stream.
Por supuesto, el “presidente” de Ucrania Volodímir Oleksándrovich Zelenski, se dirigió a los presentes mediante video conferencia: solicitó más armas y más dinero para “derrotar a Rusia”. El anfitrión, el canciller alemán, Olaf Scholz, instó, por su parte, a actuar con pies de plomo frente a Rusia y a coordinarse porque “esta guerra es peligrosa”. También pidió a los países que disponen de tanques Leopard 2 que los envíen a Ucrania lo antes posible. Junto a ellos, presentaron discursos de ocasión numerosos petimetres de baja intensidad que se niegan a escuchar el clamor de sus gentes y fatigan con la retahíla sintetizada en trasvasar más recursos a la “Defensa”.
Pero los chinos estuvieron, y dijeron algunas cosas interesantes.
CHINA REVELA PLANES. La República Popular presentó un documento con su posición sobre la solución política del conflicto en Ucrania, informó el director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China, Wang Yi. Menos mal que lo dijo, porque su difusión resultó escueta. “En el documento repetimos las propuestas del presidente de China, Xi Jinping, que incluyen el respeto de la soberanía e integridad territorial, los objetivos y los principios de la Carta de las Naciones Unidas, así como la necesidad de tomar en serio las preocupaciones legítimas de seguridad y apoyar todos los esfuerzos para facilitar una solución pacífica de la crisis”, indicó Wang.
Agregó que en su presentación China reitera la tesis sobre la imposibilidad de ganar las guerras nucleares y también llama a oponerse a los ataques contra las instalaciones nucleares para prevenir un catástrofe. “Debemos actuar juntos contra el uso de armas químicas y biológicas en cualquier circunstancia. Nuestros esfuerzos por promover la paz continuarán”, remarcó. Asimismo, el alto funcionario señaló que Beijing espera que Alemania juegue un papel constructivo en el proceso. (¿Apremio, ironía? Estos chinos…)
Según Wang, los dos países son Estados independientes que “comparten la responsabilidad de mantener la paz global y hacer frente a los desafíos mundiales”. China, en opinión del funcionario, “está profundamente preocupada por la ampliación y la prolongación de la crisis” y se opone enérgicamente a cualquier beneficio como resultado del conflicto. Entonces, deslizó una clave de valor: “Quizás haya fuerzas que no quieren que se celebraren negociaciones de paz, pues no se preocupan por la vida y las muertes de los ucranianos, así como tampoco les preocupan los daños a Europa, pueden tener objetivos estratégicos más importantes que Ucrania”.
Y se permitió, con cierta reserva, un diálogo con Annalena Baerbock, la ministra de Asuntos Exteriores alemana. Interesante: los ejes de la charla circularon, pero fueron rápidamente opacados. ¿Por qué? Wang le advirtió que, por la información que posee China sobre el proceder norteamericano, “atentados como los del Nord Stream pueden volver a ocurrir”. Semejante predicción debería inquietar a todos, pero las naciones de Occidente siguen escuchando lo que desean escuchar.
Wang, quien hasta el año pasado fue canciller de la potencia, está realizando una gira europea hasta el 22 de febrero. Visita Francia, Italia, Hungría, Rusia, y participa en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
IRAK Y EEUU. Cuántos elementos silenciados. Este narrador quiere añadir que, después de tanto dolor generado por el bloque anglosajón sobre Irak, la presión se ha renovado. Veamos. Pocas semanas atrás, en este activo 2023, el canciller ruso Serguei Lavrov se hizo presente en esa tierra anhelante de alzar la frente. En Bagdad conversó a fondo con las autoridades iraquíes sobre dos asuntos básicos: la caída del dólar y el cuidado de los gigantescos recursos energéticos de la nación.
Ante la percepción del ministro de Asuntos Exteriores Fuad Mohammed Hussein, el estratega ruso sugirió que Irak se vincule al sistema que utiliza el yuan chino para facilitar el comercio con Teherán y Moscú, ambos sujetos a sanciones estadounidenses. Este movimiento podría proporcionar a Irak una alternativa al dólar estadounidense y ayudaría a mitigar los efectos de las sanciones. Hussein, que antes había sido ministro de Finanzas, comprendió con claridad el sentido del planteo.
Es preciso recordar que la invasión desatada en 2003 por los Estados Unidos y sus aliados tuvo como objetivo castigar a la nación situada sobre la cadena montañosa de Zagros por intentar modificar la moneda de sus reservas (fíjese lector, querían pasar del dólar al euro), además de saquear las variadas riquezas primarias.
Con reflejos rápidos, el gobierno de Joseph Biden convocó hace una semana a los responsables económicos iraquíes y les advirtió que no toleraría un nuevo impulso independentista en ese sentido.
Los funcionarios del atlantismo redoblaron la presión: exigieron a los conducidos por Abdul Latif Rashid (presidente) y Mohammed Shia’ al Sudani (primer ministro) que dejen de lado la propuesta rusa, que revean la decisión estatal de solicitar el ingreso a los BRICS y a la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), que disminuyan la persistente cercanía con Irán, y que retiren las tropas situadas en los alrededores de las bases norteamericanas que dejaron como amenaza latente en la zona.
Es que Irak no quiere rendirse. Para escándalo norteño, en pleno conflicto ucraniano (diciembre de 2022), el presidente chino Xi Jingpin se había reunido con el premier Al Sudani y comprometió su respaldo: “China continuará apoyando la reconstrucción económica de Irak y lo ayudará a restaurar sus industrias, mejorar los medios de vida de las personas y hacer realidad un desarrollo sostenible”.
Claro que el sagaz estadista del Dragón fue más lejos. Auguró que “Irak seguirá garantizando la seguridad del personal, las instituciones y los proyectos chinos. China aprecia el apoyo activo de Irak a la Iniciativa para el Desarrollo Global (IDG) y recibe con agrado que Irak se una a la Iniciativa para la Seguridad Global (ISG)”. Por eso valora “los esfuerzos de Irak encaminados a impulsar la cooperación colectiva entre China y los países árabes, y está lista para trabajar con Irak para implementar los diversos resultados de la primera Cumbre China-Estados Árabes, con vistas a llevar la asociación estratégica entre China y los Estados árabes a un nivel superior”.
Hoy Irak se debate entre las amenazas norteamericanas y sus propias necesidades para encarar un proceso neto de desarrollo. Aún no es posible detectar cómo desembocará esta pulseada, pero en cualquier caso es preciso evaluar el contraste de las ofertas. Mientras los portavoces del poder norteño exigen disciplina, patrón dólar y bases militares, el bloque euroasiático sugiere rentabilidad, comercio e inversiones. Aunque en este primer tramo de la nueva etapa de presiones la definición iraquí tarde en llegar, a nadie le quedan dudas sobre cuál es el espacio que le puede beneficiar. Claro: según Opinion Research Business, aquella invasión atlántica produjo cerca de un millón de muertos.
Ese recuerdo es la carta fuerte de los Estados Unidos.
LA CONFESIÓN DE URSULA. Volvamos por un instante a Munich. A confesión de parte, relevo de pruebas. La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, declaró en la 59 Conferencia de Seguridad que la UE y los EEUU habían empezado a elaborar sanciones contra Rusia antes del inicio de la operación militar especial en Ucrania. “Mi gabinete, la Comisión Europea, empezó a trabajar con la Casa Blanca y el Departamento del Tesoro ya en diciembre de 2021 sobre posibles sanciones contra Rusia en caso de conflicto con Ucrania”.
Debería asombrar, aunque nada asombra ya, que ninguna administración política europea alce la voz al respecto.
El capital financiero que ordena el proceder de la OTAN necesitaba este conflicto y lo promovió de modo incesante, con tropas y pertrechos desplazándose hacia el Este sobre la frontera rusa, hasta lograr una reacción defensiva que fue catalogada como invasión. Ahora, en el afán belicista radicalizado, se intenta gestar una situación equivalente en Asia, provocando intensamente a Corea del Norte. Si, esa nación liderada por el simpático y recio Kim Jong-un, quien pocos años atrás se mostró predispuesto a distender la relación con su vecino del Sur y quien admitió reuniones y acuerdos con el anterior gobierno estadounidense.
KIM YO-HUNG. Ahora, Kim lanzó un misil balístico intercontinental Hwasong-15, que cubrió 989 kilómetros en 4.015 segundos. Acá estamos, dijo. Pero no olvidó refrendar la intención de base: su hermana, Kim Yo-hong, vicepresidenta del Comité Central del Partido de los Trabajadores del país, ratificó que Pionyang no apuntará a Seúl con sus misiles balísticos intercontinentales, al tiempo que acusó a EE.UU. y Corea del Sur de exacerbar la situación en la región. “Como recordatorio a los tontos: no habrá misiles balísticos intercontinentales apuntando a Seúl”, dijo a la agencia norcoreana KCNA.
La delicada y firme dirigente subrayó que “Estados Unidos debe dejar de engañar al mundo” al decir que no es hostil con Corea del Norte y que está abierto al diálogo. Washington “debe abandonar sus insensatos planes de ganar tiempo en la mesa de diálogo”, detener todas las acciones que amenazan la seguridad norcoreana y dejar de intentar “manchar la imagen” de Pionyang. Además, Kim Yo-jong denunció que Washington y Seúl, con el pretexto de una “postura defensiva conjunta”, solo buscan la superioridad militar, con lo que no hacen sino empeorar la situación en la región.
“Les convendría a los surcoreanos pensar en lo que les podría llegar a pasar si siguen comportándose como hasta ahora, haciéndose los ‘valientes’ y metiendo la nariz en todo“, continuó. “Seguiremos vigilando todos sus movimientos y responderemos a cualquier acción hostil contra nosotros con una reacción contundente y abrumadora”, concluyó la hermana del líder norcoreano.
RESPONSABILIDADES. La relación entre China e Irán explicada al comienzo es un nuevo escalón en la acumulación de fuerzas del espacio Multipolar. Sin embargo, el atlantismo sigue apremiando en base a la combinación de poderío militar y propaganda. Las fuerzas bélicas del Norte son potentes, pero las de los contrincantes no van a la zaga. El problema es que mientras para unos la guerra es una instancia deseable y en cierta medida necesaria, para otros las tierras arrasadas implican menos recursos, menos inversiones, menos comercio, menos personas (trabajadores, compradores), menos despliegue científico técnico.
El lector puede comprenderlo a través de la experiencia cotidiana, en una calle cualquiera. No es fácil enfrentar a un violento sin freno que no trepida en golpear a diestra y siniestra poniendo en riesgo transeúntes, niños, propiedades. Al carecer de responsabilidad sobre el entorno, puede proceder con superior intensidad y aprovechar todos los objetos contundentes que hay en derredor. Si quien pretende reducirlo se aboca sólo a golpes defensivos, tendrá que concretar una pelea honda y bien diseñada para lograr su objetivo. Intentará impactarlo sin dañar a la señora que salió a hacer las compras, a los pibes que juegan a la pelota, a las vidrieras de los comercios cercanos.
En esa situación estamos.
Por suerte, algo de fresco vivificó el ambiente. Buen clima para preparar unos mates. Y pensar.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
- Fuente: radiografica.org.ar