El mes que viene se realizan los comicios presidenciales en la Federación de Rusia. Hay cuatro candidatos. Analizamos el perfil de cada uno y las propuestas centrales de sus plataformas. En medio de la guerra, cabe detenerse en la situación económica del país. Las amenazas occidentales. La intención de voto. El futuro multipolar.
Por Gabriel Fernández *
Las elecciones han sido, desde sus orígenes -cuando en vez de boletas se usaban guijarros-, batallas importantes para los habitantes de cada región. Aunque el tema da para largo, vale decir que durante el siglo XX, cuando se observó una tendencia en tantos votantes a escoger ciudadanos prestos a defender sus intereses, los poderes desataron fuertes campañas en su contra. Surgieron con energía las categorías de electoreros, oportunistas, con el objetivo de desprestigiar a los políticos que contrastaban en mayor o menor medida con la cúspide social. Las denuncias de corrupción contra quienes corcoveaban se hizo costumbre. Esto se extiende hacia el presente.
En los Estados Unidos, autoproclamados cuna de la democracia y cosas así, el esquema funcionó a pesar de embates y propagandas. Sin embargo, en las últimas décadas de la centuria previa y en las primeras de la presente, empezó a borronearse y a perder sus rasgos más genuinos. El aprisionamiento del Estado por parte de un sector empresarial concentrado determinó que solo podían vencer en esas contiendas aquellos dirigentes que operaran en sintonía. La situación es tensa, porque un esquema armado en base a la decisión de los ciudadanos, se ha trastrocado en vertical y así, cruje el andamiaje.
Contrariamente a lo que se supone, en zonas muy distintas y con difusión escueta, también se realizan comicios. Comicios presidenciales. En Irán, por ejemplo, seis formaciones políticas compiten de habitual por la primera magistratura. O en la Federación de Rusia: allí, entre el 15 y el 17 de marzo del año en curso, hombres con sombreros de astracán, mujeres elegantes, recios campesinos, rellenas señoras con pañuelos sobre sus cabellos y todas las variantes que configuran ese pueblo, insertarán su voluntad en las urnas.
Algunas discusiones son de interés. Sin pretender agotar el trasfondo filosófico y económico que contienen, este periodista anhela indicar que las elecciones en general implican preguntas de difícil absorción y aún más complicadas respuestas. Por caso: un Estado que convoca a esas jornadas cívicas ¿debe permitir que participen quienes proponen eliminarlo o debilitarlo? También: ese Estado ¿puede admitir corrientes que sugieren violencias y castigos contra un sector de su misma sociedad? Esos y otros interrogantes forman parte del análisis necesario sobre el tema e ignorarlo carece de lógica.
De hecho, y forzando un poco los conceptos para no estirar este texto, vale puntualizar que mientras en los Estados Unidos las grandes corporaciones pretenden definir qué partidos y cuáles candidatos participan de una votación, en la Federación es el Estado centralizado el que toma la batuta y ordena, discrimina y admite. La diferencia radica en que los primeros pertenecen a un espacio desterritorializado en el cual las políticas conllevan un interés radicado en el gaseoso mundo financiero, y el segundo en el interés geoeconómico profundo de su comunidad.
LOS CANDIDATOS. Vamos a la actualidad. Lo cierto es que la Comisión Electoral Central de Rusia publicó la papeleta para las próximas elecciones presidenciales de 2024. Los candidatos al cargo de jefe de Estado son cuatro políticos: Vladimir Putin, Vladislav Davankov, Leonid Slutski y Nikolái Jaritónov. No parece un asunto menor recordar que el país se encuentra en guerra.
Putin es un candidato independiente, ya que por la ley vigente rusa, el jefe de Estado en funciones no puede afiliarse a ningún partido político. Entre 2008 y 2012, durante su función como primer ministro, fue miembro del partido Rusia Unida que apoyó su candidatura para otro mandato. En la actualidad, Rusia Unida representa la mayoría en la Duma Estatal. Sus miembros ocupan 343 de los 450 escaños.
El popular dirigente nació en la ciudad de Leningrado, actual San Petersburgo. Se licenció en la Facultad de Derecho de la Universidad Estatal de Leningrado. De 1975 a 1991 sirvió en el Comité para la Seguridad del Estado de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), trabajando en el territorio de la República Democrática Alemana. Comenzó su carrera política en San Petersburgo, antes de trasladarse a Moscú, donde ocupó cargos en el Servicio Federal de Seguridad ruso.
El nuevo programa electoral de Putin está en fase de elaboración, aunque sus ejes se evidencian en la gestión misma. El énfasis ha estado ininterrumpidamente dispuesto sobre la energía y la producción, con fuerte impulso a la Defensa Nacional. De acuerdo con declaraciones anteriores del propio Putin, la plataforma incluirá proyectos destinados a desarrollar la demografía, los sistemas de Gobierno local y las infraestructuras del país. El líder pretende involucrar en la conducción del Estado a los gobernantes distritales para amalgamar federalmente la nación con mayor fluidez.
Vladislav Davankov es candidato del partido Gente Nueva. Creado en 2020, la vertiente se posiciona como una alternativa calificada de derecha, hasta ahora muy restringida en el horizonte político ruso. Entre sus objetivos declara representar los intereses de las generaciones más jóvenes, crear mejores condiciones para las empresas, y llevar a cabo una serie de programas sociales para aumentar los ingresos, crear nuevos empleos y garantizar viviendas asequibles. En línea con otros espacios semejantes del planeta, propone facilitar las demandas sociales a través de una reducción de lo que llama burocracia estatal.
Davankov nació en la ciudad de Smolensk. Se graduó de la Facultad de Historia de la Universidad Estatal de Moscú, a lo que siguió un doctorado en Sociología en la Universidad Social Estatal Rusa, y se licenció en la Escuela de Gestión de Moscú Skólkovo. Fundó cinco grandes proyectos empresariales relacionados con las finanzas. En 2020 comenzó su carrera política. En 2021, Davankov logró ser miembro de la Duma Estatal rusa. En las elecciones que se avecinan, el referente de 39 años será el candidato más joven.
El aspirante declaró que su objetivo es hacer de Rusia un país moderno y próspero, que respete a sus ciudadanos y coopere con el mundo. El programa electoral de Davankov incluye “optimizar el trabajo del aparato estatal para reducir los déficits presupuestarios”. “Lo que me importa es en qué se convertirá nuestra juventud. En qué tipo de Estado [vivirán]… Mi programa pretende que nuestro país sea independiente, rico y libre“, declaró a los medios rusos. Una canción reconocible, ¿no lector?
Leonid Slutski fue designado candidato a la Presidencia de Rusia por Partido Liberal Democrático de Rusia (LDPR, por sus siglas en ruso), con representación en la Duma Estatal de Rusia.
El político nació en Moscú. En la década de 1990 obtuvo tres licenciaturas en gestión y economía, dos de ellas en la Universidad Estatal de Economía, Estadística e Informática de Moscú. En 1988 se afilió a la Unión Comunista de la Juventud, también conocida como Komsomol. Posteriormente, fue asesor del ex alcalde de Moscú Yuri Luzhkov. En 1999 fue elegido miembro de la Duma Estatal por el LDPR. Slutski también participó en las negociaciones entre Rusia y Ucrania en 2022.
El programa electoral del candidato se asienta en las peticiones y problemas expresados por los ciudadanos del país, que escucha durante su gira de campaña por las regiones de Rusia, iniciada el 30 de diciembre. “Es sobre la base de los pedidos de los ciudadanos rusos, con los que nos reuniremos y comunicaremos por correo, por videoconferencia, todos los días sin fines de semana. Y, por supuesto, sobre la base de estos problemas que la gente exprese, elaboro mi programa electoral”.
Slutski no presenta objeciones plenas a la gestión en curso, pero evalúa que el enorme territorio de la Federación incluye a numerosos espacios humanos cuyas necesidades y aspiraciones no llegan a la cúspide estatal. De tal modo, enfatiza la importancia de abordar los problemas micro en detrimento de las grandes causas y aprovechar el poder del Estado para hacerse presente en cada rincón de la nación.
Nikolái Jaritónov es candidato del Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR). Ese si que es un partido con historia. El político nació en la región de Novosibirsk. Se graduó del Instituto Agrícola de Novosibirsk y se doctoró en Economía. Trabajó como agrónomo, participó en la creación del Partido Agrario de Rusia en 1993 y fue elegido miembro de la Duma Estatal el mismo año. Tras la escisión del partido, se afilió al PCFR. Las presidenciales de 2024 serán el segundo intento del político por convertirse en jefe de Estado. En 2004, Jaritónov ya participó en la carrera presidencial, quedando en segundo lugar.
El candidato presentó su programa electoral el 18 de enero. Jaritónov propone una profundización del rumbo socioeconómico, la nacionalización de la base mineral y de materias primas del país, y el desarrollo de la industria y la agricultura. Como proyectos sociales, sugiere la importancia de crear condiciones favorables para la compra de viviendas por familias jóvenes, aumentar el salario mínimo y las becas para estudiantes. Aunque ha colisionado puntualmente con Putin, las distancias parecen referidas a la intensidad de los avances sociales, no a su sentido.
Un repaso sencillo permite visualizar que en el seno de la opinión rusa, la fuerza “independiente” que lidera el actual presidente y el comunismo de su principal contendiente son mayoría inocultable.
Inicialmente, se presentaron 11 aspirantes a la presidencia, de los cuales solo los cuatro mencionados lograron cumplir todos los requisitos y alcanzar la aprobación de la Comisión Electoral Central como candidatos. La mayoría de los aspirantes potenciales fueron rechazados por falta de avales a su favor. Las elecciones se celebrarán entre el 15 y el 17 de marzo. La toma de posesión del próximo mandatario ruso tendrá lugar el 7 de mayo de 2024. Por primera vez se implementará en Rusia un sistema electrónico de voto a distancia, que estará disponible en 29 regiones del país.
PALOS EN LA RUEDA DEMOCRÁTICA. ¿Hay obstáculos y preocupaciones? Como no, si lo que está en juego es la dirección estatal de una de las principales potencias multipolares. Es valioso acercarse a las advertencias del Centro de Información Política de la Federación para considerar las prevenciones del Oso.
“Al planificar la injerencia exterior en las elecciones presidenciales rusas, Occidente puede intentar formar autoridades alternativas y provocar protestas locales en las regiones”, afirmó el director general del Centro Alexéi Mujin. Agregó que, en este caso, las autoridades podrían tomar unas medidas restrictivas. “Hay varios riesgos, desafíos que identificaría como los principales. Se trata de plantear la ilegitimidad de la elección presidencial. En efecto la intención norteamericana puede ser provocar un efecto dominó. Pueden pretender que muchos países desconozcan los resultados”.
Inspirados por la acción occidental, varias organizaciones (fundaciones, ONGs, asociaciones), intentarán fomentar protestas locales —ecología, defensores de los animales, sanidad, protección urbana, etc.—, para obstaculizar los comicios en distintas regiones“. “En la campaña electoral, las autoridades tendrán que determinar el formato y el calendario del endurecimiento del régimen político, que se emprende en respuesta al intento de intervención exterior. Se espera que sea bastante intenso, ya lo está siendo. Las medidas de carácter restrictivo, en opinión de nuestros expertos, deberían ser temporales“, indicó.
En sus palabras, las personas deben entender claramente que estas acciones resultarán provisorias y contribuirán a la consecución de objetivos bastante concretos, después de lo cual serán eliminadas. Al decir del Centro, el objetivo -en medio de una guerra como la de Ucrania- no es otro que garantizar la seguridad durante las elecciones para que el pueblo ruso pueda expresar sus preferencias.
VOLUMENES Y DATOS FIRMES. Para tener una idea del volumen que caracteriza al país abordado, es pertinente repasar datos esenciales. La Federación de Rusia está dividida en 85 sujetos federales que a su vez se distinguen por diferente estatus de autonomía:
- 22 repúblicas. Tienen alto nivel de autonomía, sus ciudadanos votan por sus propios presidentes de las repúblicas y tienen su constitución y parlamentos. Por supuesto, estos no pueden contradecir a las leyes y la constitución de Rusia. El factor que le otorga el derecho de ser una república es por ser la mayoría de sus ciudadanos de otra nacionalidad que es rusa. Por ejemplo: checheno, tártaro, mari, chuvasio etc.
- 46 provincias. Su gobernador es designado de forma federal y su legislatura es elegida de forma local.
- 9 krais (territorios). La traducción literal de la palabra krai es “margen”. Estos territorios tienen el mismo estatuto que una provincia, solo que lleva diferente nombre por la tradición e historia
- 4 distritos autónomos. Tienen más autonomía que las provincias, pero con menos que las repúblicas.
- 3 ciudades federales. Moscú, San Petersburgo y Sebastopol
- 1 provincia autónoma. Llamada provincia aunque con la autonomía como una república
El haber zanjado con donaire las sanciones occidentales, al punto de no damnificar la vida cotidiana, es uno de los elementos que permite explicar la solidez del candidato oficial. El otro factor a evaluar es el patriotismo que pervive en el seno de la población, agudizado ante la percepción de estar siendo hostigado por potencias externas. Los intentos de demonización de la figura de Vladimir Putin no parecen haber calado en las zonas hondas de la población.
Pese a la guerra, la economía de la nación euroasiática no se contrajo como habían previsto los analistas anglosajones. En el período actual, la previsión conservadora de crecimiento sostiene un 3 por ciento anual, sin inflación relevante. Durante el año anterior, el desarrollo fue de un 3,6. En relación, cabe indicar que se han multiplicado las transacciones externas en rublos combinados con las monedas de importadores y exportadores.
Este 2024 encuentra a la Federación presidiendo los BRICS -Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica- con sus extensiones, y liderando el acercamiento de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en sentido confluyente. También, participando activamente de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) y dinamizando la Unión Económica Euroasiática (UEA).
Aunque los sondeos resultan siempre hipotéticos, no está demás intentar una jugada comparativa. En las elecciones presidenciales de 2018, el líder venció con el 76 por ciento de los sufragios emitidos. Ahora, la consultora Russian Levada Center y el Kiev Independent coinciden en que el jefe de Estado comanda la intención de voto hasta alcanzar el 68 por ciento de los consultados.
Esta elección es de trascendencia para el futuro de la Multipolaridad. Si bien a priori parece resuelta, toda precaución resulta escasa ante el empeño del gran rival. Es preciso poner el foco y observar la evolución de los acontecimientos.
- Área Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal