Edición n° 2881 . 11/10/2024

Fuentes Seguras. Acuerdo, no te creas tan importante

El camino en el Congreso. Ejes e interrogantes. Discursos que condicionan. La importancia real. Los climas, ayer y hoy.

Por Gabriel Fernández *

OJOS MEJORES PARA VER LA PATRIA. Mientras se articulan estas líneas están reunidos los legisladores del oficialismo y de la oposición. En espacios separados analizan punto por punto el acuerdo entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional, sus derivaciones económicas y sus consecuencias políticas.

Las bancadas del Frente de Todos saben que el acuerdo no impedirá el crecimiento ni someterá los salarios a un nuevo deterioro, pero será una traba concreta a la recuperación de los niveles de consumo previos al macrismo.

Las de Juntos por el Cambio saben que el resultado de la negociación obstaculizó las reformas que pretendían cuando su gobierno firmó el extraordinario adeudo: cambios regresivos laborales y previsionales, así como desmantelamiento de las herramientas financieras del Estado.

Todos conocen ya que la opinión pública, sin excepción de alineamientos, considera necesario el acuerdo y banca la gestión oficial al respecto, con volúmenes que superan el 85 por ciento. También relativizan la difundida idea de una sociedad que ignora quién contrajo la deuda: Mientras el 25 por ciento supone que la responsabilidad es del actual Gobierno, el resto se reparte entre quienes culpan al verdadero responsable –cerca del 50 por ciento- y los que forman parte del eterno no tengo ni idea.

La lectura aviesa de estos porcentajes llevó a poner el grito en el cielo a varios analistas, y contribuyó a retomar la idea de habitar un territorio poblado de tontos e ignorantes; esa mirada es la base esencial para dictaminar que poco puede hacerse porque la conciencia popular es reactiva o nula. Allí coinciden sectores de las franjas medias de ambos sectores políticos, habitualmente incómodos con el andar colectivo.

Sin embargo, el primer nivel apuntado no es otro que el que responde de modo semejante ante consultas de cualquier tipo. Si se lo indaga acerca de cuál es el espacio más deshonesto del país, responde el kirchnerismo; si se le pregunta cuál es el menos democrático, replica el peronismo en general; si se le interroga acerca del más violento, incluye a los dos antedichos y le añade el sindicalismo. No sería extraño que de consultarlo acerca del origen de la pandemia responda que se trató de una invención populista con matriz nacional.

Las respuestas disparatadas de esa zona perenne de la población sirven en tres direcciones: a los liberal conservadores les hacen sentir que poseen una base electoral interesante, lo cual no está muy descaminado; a los críticos nacionalistas y de izquierda los convence de la falta de conciencia de nuestra gente; a los respaldos del Poder Ejecutivo los alienta a poner el freno porque “este pueblo no da para grandes gestas”.

Dejemos de lado a los núcleos pro oligárquicos. Es una pena que dirigentes y militantes de posturas populares tengan una caracterización oblicua y devaluada del colectivo que integran. Así, algunos exigen ruptura de razones que configuran genuina inteligencia política y otros evitan operar sobre las zonas más intrépidas para consolidar una vertebración sólida. Quien quiera entender, que entienda.

EL FIXTURE. La discusión parlamentaria empezará este lunes en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados que contará con la presencia del ministro de Economía, Martín Guzmán. La intención del oficialismo es llevar el famoso papel al recinto el día jueves.

El cronograma pactado entre el Frente de Todos, Juntos por el Cambio y los interbloques Federal y Provincias Unidas, indica que el martes se acercarán delegados sindicales y empresarios y que el miércoles se dará el debate en el marco de las comisiones de Presupuesto y Hacienda, y de Finanzas. La agenda se completará en las próximas horas. Allí tallarán el presidente de la comisión de Presupuesto, Carlos Heller (Frente de Todos) y su vicepresidente, Luciano Laspina (PRO).

El lunes están convocados el ministro de Economía Guzmán, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, el representante argentino ante el Fondo Monetario, Sergio Chodos, y el secretario de Hacienda, Raúl Rigo.

El martes se acercará de cada pueblo, un paisano: los dirigentes de la Confederación General del Trabajo y la Central de Trabajadores Argentinos, de los movimientos sociales, de las entidades empresariales. Este último rubro estará nutrido: habrá representantes de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), y el Grupo de los 6, conformado por la Unión Industrial Argentina, Camarco, Cámara Argentina de la Construcción, Asociación de Bancos Argentinos, Sociedad Rural Argentina y Bolsa de Comercio. No es un dato menor saber que  también serán invitados los gobernadores.

El miércoles se concretará el debate interno del plenario de las dos comisiones, con la participación de 49 legisladores por la Comisión de Presupuesto y Hacienda y 31 por la de Finanzas.

El libro de pases precisa que de esos 80 diputados, 39 pertenecen al Frente de Todos; 38 a Juntos por el Cambio; dos al interbloque Federal (de Córdoba Federal y el lavagnismo) y uno a Provincias Unidas (del oficialismo provincial de Misiones). El dictamen que obtenga mayor cantidad de firmas será el primero en ser puesto a consideración en la sesión del jueves o viernes. He ahí el fixture.

Todo puede cambiar, pero según nuestras Fuentes, habrá 160 votos de respaldo a la iniciativa del Poder Ejecutivo, sobre los 257 que integran la Cámara. 90 son de origen propio (sobre 118); 60 de Juntos por el Cambio (sobre sus 116); los 5 del interbloque Provincias Unidas y 4 (sobre 8), del Federal, más algún aporte de bloques minoritarios. ¿Será?

CONTENIDOS. El texto del acuerdo tiene 137 páginas. Se encuentra fragmentado en cuatro documentos: el proyecto de ley con cuatro artículos, el mensaje del Poder Ejecutivo firmado por el presidente Alberto Fernández y los titulares de Economía y Jefatura de Gabinete; y dos anexos adjuntos.

Veamos de qué se trata todo esto. El papel establece el diseño de la política económica y financiera. En ese marco, se desprende que habrá una salida gradual del control cambiario y descarta saltos bruscos en el valor del dólar.La moneda norteamericana seguirá su sendero alcista en línea con la inflación, mientras que se desarticularán “gradualmente” los cepos que rigen en el mercado de cambios, aunque esta medida no será inmediata y se definirán en consenso con el organismo multilateral.

Se especifica que persistirá el llamado “crawling peg”, es decir, la devaluación controlada. El documento destaca que “calibraremos nuestra gestión del tipo de cambio para garantizar la competitividad a mediano plazo del tipo de cambio real efectivo, e incentivaremos la acumulación de reservas”.Añade que “con este fin, y para ayudar a alcanzar las metas de acumulación de reservas en el marco del programa, la tasa de ajuste del tipo de cambio oficial mantendrá el tipo de cambio real efectivo en 2022, en general, invariable con respecto a los niveles de 2021, a fin de preservar la competitividad”.

El Gobierno anticipa “en vista de la exposición de la balanza de pagos de Argentina, a la volatilidad de los precios de las materias primas, es que quizás sea necesario considerar alinear nuestros objetivos de acumulación de reservas, en comunicación con el personal técnico del FMI”. Asimismo, las intervenciones en el mercado de tipo de cambio oficial “serán coherentes con nuestro objetivo de acumulación de reservas, y tendrán en cuenta la variabilidad debida a factores estacionales y episodios temporales de volatilidad excesiva”.

En los puntos 26 y 27 del acuerdo con el FMI se refiere a la política de gestión de flujos de capital, precisando que “las medidas de manejo de flujos de capitales seguirán siendo un componente básico de nuestro conjunto de herramientas y habrá que recalibrarlas en función de la evolución de las circunstancias”. El Gobierno recuerda que “ciertas regulaciones que limitan la negociación de valores en moneda extranjera” fueron eliminadas, y el documento apunta también que “a medida que se normalicen las condiciones, procuraremos flexibilizar las regulaciones sobre pagos de importaciones para respaldar la recuperación económica”.

En cuanto a la eliminación gradual de los apremios al dólar, el texto del acuerdo destaca que tiene previsto “trazar una hoja de ruta estratégica para relajar paulatinamente los controles cambiarios describiendo las condiciones necesarias y los objetivos, también en vista a apoyar el restablecimiento gradual del acceso al mercado internacional a partir de 2025”. El llegar a ese año con un panorama económico equilibrado, desvela al presidente Alberto Fernández. Antes, están las elecciones de 2023.

HECHOS Y PALABRAS. Los asuntos ríspidos fueron el eje de las consultas. Las Fuentes Seguras, que venían analizando el acuerdo desde su redacción final, apostaron a que el mismo garantiza que el ajuste no tenga vía de retorno. –Entonces no habrá nuevo ajuste, habrá crecimiento, pero no recuperación“El acuerdo es consistente con la acción estatal que generó el crecimiento. No condiciona las regulaciones cambiarias ni frena los aumentos salariales. Habrá paritarias y le ganarán a la inflación. Es lo que el Gobierno había prometido, y lo va a cumplir”–Pero ¿implica más deuda? “No, la Argentina no puede pagar esos montos, por eso es necesaria una refinanciación”–Las mejoras en producción y exportación ¿se las lleva al FMI? “Nada limita el avance en las transformaciones estructurales para obtener recursos, generar divisas y volcar todo lo que sea posible sobre el mercado interno”.

-Tarifas“El esquema es una buena opción porque evalúa la variación de los salarios para no afectar la capacidad de compra. Seguirá la recuperación del poder adquisitivo. No habrá aumento de tarifas para las zonas más desfavorecidas y el incremento en las capas medias será moderado. Se establecen el 20 y el 40”. –El país tiene record de exportaciones. “Primero, no se desregulará el ámbito cambiario, financiero y comercial. La AFIP profundizará el trabajo en materia de fiscalización y control sobre los sectores de mayor capacidad contributiva a través de herramientas como la información sobre cuentas de argentinos en el exterior. La capacidad de recaudación tributaria seguirá creciendo”.

-¿Los videos de La Cámpora generaron tensión? “A esta altura acá todo genera tensión. Pero desde otra perspectiva…”–A ver. “Poné eso que llamás el cono del silencio”. –Está conectado al zapatófono. “Bueno, la cuestión se va a poner problemática para el propio grupo de diputados que lidera Máximo Kirchner, porque está sobre argumentando de tal modo que ¿Qué van a a hacer cuando haya que votar? Si te la pasás diciendo que el acuerdo es una porquería, ¿Cómo justificás la abstención? Si pensás eso ¡tenés que oponerte! Esos videos y todo el lío que se armó con la renuncia a la jefatura del bloque están condicionando más a esos diputados que al Gobierno. El Gobierno ya plantó su posición, está en el acuerdo, esto es lo que logramos, a mucha gente le parece bien, ahora ¿cómo van a explicar los que se oponen a que van a participar del quórum y a facilitar la sanción?”.

-Inflación“El Presidente reconoció que se trata de un problema fundamental. La idea es que a partir de marzo la desaceleración resulte visible. Sin embargo en cualquier situación se mantendrán abiertas las paritarias y se continuará la ayuda social”. –Las previsiones sobre el dólar hacen pensar en una continuidad de los aumentos. “Va a haber una inflación manejable en este período. La emisión monetaria va a ser menor, está pasando la pandemia. No habrá devaluación. Nadie niega que el gran empresariado no está poniendo lo que debe en este proceso. Por eso van a seguir los controles sobre todos los responsables y se van a acrecentar en los de mayor poder económico”–Ver para creer. Ese punto puede desmontar los mejores esfuerzos“Sí. Lo sabemos”.

CLIMAS Y VERSIONES. Nuestro país está a punto de definir un factor importante para su despliegue futuro. Es probable que no se trate de un asunto definitivo, aunque así lo parezca. Con la estructura estatal realmente existente la Argentina ya está en condiciones de persistir en el crecimiento, intervenir en las finanzas, trasladar recursos de la cúspide social hacia la población y mejorar la dinámica del mercado interno. Comprender esa realidad implica la posibilidad de promover debates y aunar esfuerzos para concretar un desarrollo sustancial con justicia social en progresión. El lugar internacional que este Sur ha ido construyendo habilita un entorno adecuado para recorrer ese camino. Considerar que con la admisión de un acuerdo incumplible se cierran todas las puertas participativas sólo derivará en depresión y desmovilización.

El diálogo reciente que sostuvimos con Artemio López en el aire de nuestra emisora dejó claro que las fracturas internas de un espacio nacional popular que tiene enfrente un bloque anti nacional emperrado, beneficia el posicionamiento de las fuerzas liberal conservadoras. Otros intercambios, con economistas como Juan Valerdi y Horacio Rovelli, hicieron eje en los problemas que puede causar un acuerdo de esta naturaleza. Al decir de los expertos, las cuentas no cierran y la Argentina está dilapidando la oportunidad de apuntalar un desarrollo autónomo y equilibrado. Todo merece consideración. En ese marco, política, comunicación y cultura también poseen una (relativa) trascendencia.

El tema de la confianza en el decurso del movimiento peronista, a pesar de sus contradicciones y en algunos casos gracias a ellas, no es menor, pues ¿quién pone el hombro para salir adelante si cree estar orientado por dirigencias deficitarias?. De hecho, esa siempre fue la gran apuesta propagandística de la trama de poder por estos pagos. Repasemos, con franqueza.

La andanada de versiones sobre las costumbres sexuales de Juan Domingo Perón en el primer lustro de los 50 alcanzó reverberancia asentada en la pacatería de una era con preceptos anodinos. Una oleada similar a comienzos de los 70 caló profundo al situar al general como un dirigente “de derecha” tomando como base analítica algunas de sus designaciones; el clima hiper politizado de la época facilitó la expansión de la idea. El furibundo ataque sobre el kirchnerismo presentándolo como proclive al robo de los recursos públicos alcanzó una difusión equivalente a las anteriores, aunque las nuevas generaciones no puedan asimilar la proporción. Ahora, es de buen gusto señalar que el Gobierno en vigencia es entreguista y antinacional.

Lo grave del asunto es que todas esas campañas lograron éxito relativo en zonas predispuestas, pero también calzaron en buena parte del activo propio. Las peleas de este periodista entre 2014 y 2015 para sugerir a tantos amigos que descrean de las versiones mediáticas, están publicadas y grabadas. Por estas horas, las palabras ajuste y pobreza lideran los titulares económicos de La Nación y Clarín, que no se privan de responsabilizar a las actuales autoridades. Lo cual no significa que los hechos que encarnan no existan, sino que se busca dividir y aislar a los componentes del frente nacional para disminuir su potencial y derramar sobre la comunidad una sensación de derrota que no se condice con el decurso de los acontecimientos. Los que ya saben cómo termina este partido, evalúan innecesario zambullirse en su fragor. Aligeran su conciencia alejándose y lanzando consignas; pero quedan fuera del juego.

En verdad, la historia está en construcción.

§  Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal