Los Balcanes, una guerra en re construcción. El riesgo. Ucrania. Gaza: gas. China, Rusia, Irán. ¿Y Siria?
Los Balcanes, una guerra en re construcción. La compleja historia posterior al Imperio Austro Húngaro y al Imperio Otomano. La experiencia yugoslava. Los incentivos occidentales para generar viejas nuevas confrontaciones. El riesgo. Ucrania. Gaza: gas. China, Rusia, Irán. ¿Y Siria?
Por Gabriel Fernández *
Hacia el cierre, el sentido profundo de la situación en la Franja de Gaza. Con algunos datos que le van a impactar. Arrancamos con un tema inesperado. Fíjese, lector.
LA BALCANIZACIÓN DE LOS BALCANES. Tensión presente con rastro histórico. Las elecciones municipales de mayo pasado, dispuestas por el gobierno kosovar en distritos de mayoría serbia levantaron vientos que, quizás, insuflados por el conflicto ucraniano, originen tempestades. Claro: los serbios que habitan el norte del país –serbokosovares- dieron la espalda a la convocatoria y los comicios quedaron deshilachados con un 3,5 por ciento de presentismo. Los alcaldes electos carecen de representatividad.
Es preciso considerar los antecedentes de los cruces. La República Federativa Socialista de Yugoslavia contenía seis países: Bosniá- Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Macedonia, Montenegro y Serbia. Dentro de Serbia, Kosovo constituía una provincia autónoma. Kosovo, eje histórico del nacionalismo serbio, en los últimos siglos afrontó una progresiva creciente de la población albanesa y un estancamiento relativo del número de serbios, que quedaron en minoría.
La muerte Josip Broz (Tito) en 1980 fue el inicio de la disgregación, que se plasmó poco menos de una década después con el derrumbe de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Aunque la postura tercerista del líder se había situado como relativamente independiente, la transformación integral que significó la imposición del Consenso de Washington lo afectó profundamente.
Occidente operó, en especial a través de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y sus acciones de inteligencia destinadas a azuzar las reyertas entre los pueblos de la península balcánica. En un lapso relativamente breve, sobre el arranque de los años 90, se declararían independientes Eslovenia, Croacia, Bosnia y Macedonia, no sin confrontaciones agudas. Durante esos conflictos, murieron decenas de miles de personas, millones fueron desplazadas y se cometieron limpiezas étnicas. Yugoslavia se desintegró definitivamente.
Aunque Kosovo no participó en este conflicto y siguió formando parte de Serbia, las tensiones interétnicas se mantuvieron hasta explotar en 1998. El Gobierno serbio ocupó militarmente Kosovo para contener a la insurgencia albanokosovar que pedía la autodeterminación. Esto llevó a una guerra en la que intervino la OTAN: resolvió bombardear Belgrado, la capital serbia, para impedir cualquier coalición horizontal en la zona, y forzar el final del conflicto en 1999. El criminal bombardeo de Belgrado causó el final del Gobierno de Slobodan Milošević, quien fue detenido y juzgado por crímenes de guerra y genocidio. Por otra parte, en Kosovo fueron desplegados cascos azules con el argumento de mantener la paz y el territorio pasó a tener un autogobierno hasta que se declaró su independencia en el 17 de febrero de 2008. Una autodeterminación parcial reconocida por los Estados Unidos y aliados, pero rechazada por Serbia, Rusia y China entre otros.
Sin embargo, no todos en Kosovo reconocieron esta independencia. Una serie de poblaciones de mayoría serbia repartidas en el territorio, rechazaron el nuevo Gobierno albanokosovar y formaron la Asamblea de la Comunidad de Municipios. Manteniendo una tensión constante debido a que sostienen que sus derechos como minoría fueron violados. Para poner fin a esta tensión, el Gobierno de Pristina, la capital kosovar, se comprometió a reconocer a la minoría serbokosovar y a garantizar a estos municipios, que poseen una población de unas 100.000 personas, a tener un autogobierno y cierta autonomía. No cumplió.
Por estas horas, la situación se ha puesto tensa. Tiros, muertes, escaramuzas que no alcanzan a configurar una confrontación abierta, pero ameritan un enfoque. Como era de esperar, los Estados Unidos y la Unión Europea se adentraron con interesantes sugerencias de “diálogo” a la usanza occidental: Serbia debería retirar las tropas de la frontera y las negociaciones deberían culminar en el reconocimiento del país vecino como nación independiente. Los serbios, bombardeados por los medios concentrados, emergen como hostiles en una simplificación inadecuada para un litigio que data, al menos, de 1877 y que tuvo su aceleración, como vimos, tras el desmembramiento de la URSS.
Es preciso tomar nota de la dinámica realidad en los Balcanes pues se trata de otro espacio en el que los sembradores de guerra están haciendo su renovada apuesta.
HISTORIAS ENTRECRUZADAS. Con el objetivo de analizar el proceso que deriva en este presente, conversamos en La Señal con un especialista en la región, nuestro compañero Néstor Gorojovsky. La complejidad del decurso de los pueblos de la zona amerita singular profundidad, destinada a tomar nota de circunstancias previas que pueden servir, según quién las usufructúe, para la anhelada unidad regional o para cruces explosivos con perspectivas de expansión.
El entrevistado indicó que “El punto de partida es el año 1914. Todo lo que ocurre en la península balcánica, incluyendo Grecia, es fruto de la disgregación y disolución paulatina del Imperio Otomano por un lado y de la desaparición del Imperio Austrohúngaro por el otro. Toda la península balcánica estaba contenida en esos dos grandes estados. Y todo lo que ocurre después tiene que ver con la destrucción de ambos estados.
Los yugoslavos en general y los serbios en particular, tienen un dicho: sabemos que construimos nuestro país en medio de una autopista, pero lo vamos a defender. Lo escuché mucho en Belgrado. Estuve ahí en marzo de 2001 en un acto por el primer aniversario de los bombardeos contra Serbia por parte de la OTAN”.
-Los medios y tantos historiadores siguen hablando de Milošević como un dictador, un tirano, un asesino…
-Si claro. Todos los que se oponen a los Estados Unidos son tiranos y dictadores. Yo me enteré de boca del propio Milošević, en una entrevista que ofreció a periodistas internacionales, que hay más kosovares, albanos (albaneses kosovares) en Belgrado que en propio Kosovo. Nada obligaba a estos pueblos a estar en desacuerdo entre sí, salvo tras la caída de la Unión Soviética que desequilibró la zona. La OTAN se extendió sobre Europa Oriental y por supuesto sobre la península balcánica.
En los restos con población mixta del antiguo Imperio Otomano había tres poblaciones. Albanesa, griega ortodoxa, serbia. El Imperio Otomano no concedía nacionalidad: eras súbdito del Sultán y pertenecías al lugar donde estabas; empleabas tu idioma, seguías tu religión, tus costumbres, y vivías en un espacio escasamente desarrollado, donde el mercado, gran unificador de cualquier región, era primitivo. Estamos hablando de los primeros años del siglo XX. Siempre hubo tensiones de todo tipo, y hay detalles que conviene entender. Una característica del Imperio Otomano es que si te hacías musulmán, dejabas de pagar impuestos -en la Argentina sabemos lo importante que es para cierta gente no pagar impuestos-. Es un asunto no menor, los musulmanes eran privilegiados y los albaneses son musulmanes. También sectores de la población de Bosnia.
La cuestión es que los pobladores de las ciudades eran musulmanas y el campesinado griego, ortodoxo o serbio ortodoxo. Esto generaba tensiones de diverso tipo que, cuando se empezaron a dirimir los limites nacionales mediante las guerras entre las distintas nacionalidades, hubo sectores que llamaron en su ayuda a Estambul. Los musulmanes de Europa se aliaron a la casa matriz del imperio para ser defendidos de sus vecinos en vez de aliarse con sus vecinos para liberar todo el territorio. Esto sucedió realmente, políticamente fue determinante de los problemas en la zona entre Albania y Yugoslavia.
Al punto que, y este es un dato curioso, el gobernante y dictador comunista de Albania, Enver Halil Hoxha, era pro chino cuando nadie era pro chino. ¿Por qué? Para diferenciarse del mariscal Tito que era pro ruso. Parece cosa de locos, lo es, pero hay que saberlo para entender. El conflicto empieza cuando desde Albania, limítrofe con Kosovo, se dirigen una serie de acciones contra el “enemigo reformista” Tito, infiltrando población musulmana albanesa en la provincia de Kosovo, colaborando con el incremento notable de la demografía albanesa en la zona. Ya existía Yugoslavia.
-Hay dos elementos que complican el panorama: la muerte de Josip Broz, en 1980, y otro la caída de la Unión Soviética. La hegemonía del Consenso de Washington, la expansión del capital financiero por el mundo, contribuyeron a horadar la unidad yugoslava.
-Claro, claro. No solamente había situaciones conflictivas entre las nacionalidades del sur, sino también en el norte. La unidad yugoslava fue muy importante, salvo por un error que considero una macana: Tito era croata, y por lo tanto de la Yugoslavia austro húngara, trasladó la guerra interna entre los croatas monárquicos y los croatas comunistas al conjunto de Yugoslavia. Es probable que lo haya hecho inconscientemente, pero lo hizo.
En la región quien lideró la lucha de independencia nacional de lo que terminó siendo Yugoslavia, no había sido Croacia, que en realidad era uno de los pueblos eslavos alemanes o eslavos germánicos, adaptados y asimilados a la corona austríaca que estaba en Viena, que también era una colcha de retazos de nacionalidades. Había algunas nacionalidades, como la croata, que estaba privilegiada dentro del mundo eslavo dominado por los alemanes católicos de Viena.
Bueno, Tito era croata y Croacia era, a principios del siglo XX una de las regiones más industrializadas y modernas, pero del otro lado la gran lucha de liberación de los pueblos la habían llevado adelante los serbios. Para los serbios era crucial la independencia, porque querían sumarse al desarrollo moderno de Europa. Necesitaban diferenciarse de los otomanos. Por eso a los serbios los apoyaban los rusos, que además tienen una hermandad en la religión ortodoxa. Entonces tenés a Rusia apoyando a Belgrado, Belgrado luchando contra el Imperio Otomano, Croacia cómodo con el Imperio Austrohúngaro pero también con reivindicaciones nacionales … y estalla la Guerra Mundial. En esta primera guerra el Imperio Otomano se alía con Alemania, y ambos son derrotados. En ese instante, los verdaderos ganadores, los guerrilleros serbios, se combinan con los croatas para armar el Reino Unido de Croacia, Eslovenia y Serbia.
La primera versión de Yugoslavia fue un reino, una monarquía, con un rey bastante pro británico, que reinaba sobre distintas nacionalidades, y las tensiones entre croatas y serbios debilitaron ese país. Hasta que llegaron los alemanes, con la Segunda Guerra Mundial. Encontraron grandes aliados en los croatas. Mientras, los serbios se posicionaron al revés.
-En panorámica: Los poderes que comandan Occidente han logrado incendiar una parte del Cáucaso Meridional, han logrado la continuidad artificial de la guerra en Ucrania, y están intentando incendiar los Balcanes. ¿Cuáles son las perspectivas en este marco, de la Multipolaridad?
-Se han intensificado los vuelos de Teherán a Serbia, quizás implique una re vinculación de Serbia con Rusia. Si la OTAN sigue metiendo fuego para los cruces entre naciones, se puede desplegar una confrontación gravísima sobre una región cuya historia acabamos de comentar. Es una situación complicada. Por más que los medios enfocan a Corea del Norte como un peligro para la humanidad, los riesgos no están allí sino en el otro extremo. Estoy un poco preocupado.
A PURO FUEGO. Mientras tanto, al cierre de estas Fuentes Seguras, eran 10 mil los asesinados en territorio palestino por la embestida israelí. La invasión terrestre no se termina de concretar: ni los europeos ni los asiáticos, por motivos distintos aunque confluyentes, parecen respaldar un emprendimiento de semejante envergadura. Los costes de la guerra en Ucrania están impactando sobre los atlantistas y las contradicciones internas del poder resultan muy intensas. Soterradamente, Israel e Irán compiten por el gas y el petróleo en Medio Oriente. Las sanciones que complicaron la provisión de combustibles vienen llevando a varios protagonistas globales a buscar alternativas; en ocasiones, las mismas solo pueden elaborarse mediante graves arrestos bélicos.
En las próximas semanas otras grandes coaliciones darán a conocer su parecer. La dantesca dimensión de los sucesos y los intereses diversos en su interior están ralentizando la adopción de definiciones contundentes: la OPEP + ampliada por un lado y la Liga Arabe, también extendida, por otro; China, que salió fortalecida del reciente Encuentro de la Franja y la Ruta con argumentos económicos pero también políticos, insiste en la resolución de los litigios de manera pacífica. No olvida añadir que en el orden económico debe privilegiarse la cooperación. (Empero, se dice que por primera vez en mucho tiempo, los funcionarios de Xi Jinping están lustrando algunas naves). Los Estados Unidos insisten en el guerrerismo a instancias de su comando en los intersticios del Estado, lo cual les genera un proceso recesivo de difícil reversión.
Con tanta bulla, estos al menos celebran cierta desaceleración del proceso desdolarizador. Es que la cuestión del comercio y la inversión parecen haber pasado a un segundo plano. Sin embargo, tales rubros nunca están fuera del juego. De las necesidades que surjan en ese ámbito van a manar las soluciones; algunas, pueden resultar demasiado enfáticas. Como se sabe, nadie admite perder recursos y poder. Es preciso seguir observando, pese a la humareda, el sendero del dinero, sin olvidar que el mismo representa bienes tangibles. De todo el panorama occidental, los Estados Unidos son el único país emisor pero al mismo tiempo carecen del respaldo concreto para sostener los volúmenes de billetes en crecimiento.
La humanidad se encuentra en un período a puro fuego. Se queman los edificios, los preceptos, las personas. Pero también los papeles verdes que inundan el globo.
LA VERDAD. En las últimas horas se intensificaron los contactos entre la Federación de Rusia, la República Popular China y la República Islámica de Irán. Según la información recibida por este periodista, el nivel de diálogo es estratégico. Uno de los ejes de la construcción tripartita radica en el Estrecho de Ormuz; por allí transita más del 20 por ciento del petróleo mundial y un porcentaje equivalente del Gas Natural Licuado. Los articuladores de esa alianza saben que el litigio en Asia Occidental se asienta en el descubrimiento de un enorme yacimiento de gas frente a la costa de Gaza. Usted se entera ahora, lector, a través de estas líneas. Es que nadie lo informa.
¿Se comprende? Recurrimos a uno de los analistas más consultados en Davos para decirlo con el esbozo feroz que debe acompañar la enunciación de la realidad: “Las naciones islámicas tienen la ventaja económica. Pueden hacer estallar el sistema financiero internacional cortando el petróleo. No tienen que disparar ni un solo tiro. Irán y Arabia Saudita se están aliando. La crisis de 2008 requirió 29 billones de dólares para resolverse, pero ésta, si ocurriera, no podría resolverse ni siquiera con 100 billones de dólares en instrumentos fiduciarios”.
Las razones que llevan a ese estudioso a difundir tal descripción -sólo publicada en The Cradle y en nuestro medio– excede las posibilidades de comprensión, aunque se sabe que no son pocos los que colocan su costoso calzado para evitar el cierre de la puerta, aun entreabierta, que conduce al futuro. La táctica la marcó alguien que usted conoce y se viene lamentando por la ausencia de oídos receptores en la ciudad suiza. Bueno, parece que varios escuchan mientras se hacen los distraídos para evitar problemas laborales, y aprovechan los consejos del sabio centenario para diseñar su propio destino. Al fin y al cabo, el individualismo campea en semejantes espacios.
Pero el eje -y el criterio, válgame Dios- de las corporaciones financieras sigue funcionando. De allí que se resolviera insertar, en estas páginas, a los Balcanes. El objetivo es alertar sobre eventuales futuras conflagraciones. Hay más, sin embargo, y carece de sentido obviar el dato. Acérquese, seguidor de esta saga: Siria vuelve a estar en escena. Los atlantistas elaboran en este mismo momento planes para bombardear Damasco o Alepo. Quieren escarmentar a Irán y garantizar a perpetuidad la extracción del petróleo en la región. Al lado, está Irak. El lío puede ser mayúsculo. Pasa que lo que está en juego es la supervivencia del sistema financiero que gobernó el planeta durante tantas décadas.
En el Sur, el peronismo argentino vuelve a decir presente cuando se lo necesita para apuntalar alguna variante de la Tercera Posición. Evitar que la región austral de América latina se discipline al Norte resulta, en sí misma, una acción multipolar de importantes proporciones. Una probable unidad de esta zona (tan balcanizada por emplear el concepto surgido en otras latitudes), sería un impulso vibrante rumbo a un futuro mejor.
Acá, el que lee hasta el final suele tener premio. Si repasa los dos últimos subtítulos de este artículo, hallará ciertos anuncios que sacudieron la emocionalidad de quien escribe al momento de plasmarlos.
El mediano plazo es fascinante. El tramo inmediato, incierto.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
Fuente: Radio Gráfica